El pacto AB InBev-SAB, malo para Coca-Cola
En medio de un menor crecimiento del mercado, complica la red de alianzas del gigante de las bebidas en África y América Latina
Coca-Cola Co., el gigante de las gaseosas carbonatadas, tiene que tomar una decisión difícil tras la planeada compra de SABMiller PLC por parte de Anheuser-Busch InBev NV por US$104.200 millones.
SABMiller es una embotelladora clave en los recientes esfuerzos de consolidación de Coca-Cola en África. Pero AB InBev, que se convertiría en la matriz de SABMiller bajo el acuerdo al que llegaron esta semana, es por su parte un embotellador clave de PepsiCo Inc. en América Latina. Eso es un acuerdo incómodo, por decir lo menos, tanto para Coca-Cola como para su rival PepsiCo.
Coca-Cola, con sede en Atlanta, tiene cláusulas de cambio de control que le permitirían volver a comprar o vender a terceros los activos de embotellamiento y distribución de gaseosas en manos de SABMiller, según personas al tanto del asunto. Pero Coca-Cola ha invertido muchos esfuerzos en esos activos en África.
Hace tan poco como en noviembre de 2014, la empresa de gaseosas selló un acuerdo para combinar activos de embotellamiento con SABMiller y Gutsche Family Investments, una firma que no cotiza en bolsa, para crear una empresa conjunta que cubre 12 países africanos y cerca de 40% de los volúmenes de gaseosa de Coca-Cola en el continente. Mientras tanto, Coca-Cola acordó en agosto vender su filial de embotellamiento en Alemania y está intensificando las desinversiones en Estados Unidos.
Los esfuerzos forman parte de una iniciativa acelerada de desinvertir en plantas, depósitos y camiones y consolidar la distribución en respuesta a una menor ritmo de ventas y a no haber cumplido con las expectativas de ganancias y por la necesidad de no convertirse en blanco de adquisición.
"El dilema para Coca-Cola es si permite que AB InBev entre a la casa", dijo Carlos Laboy, analista de bebidas de HSBC en Nueva York, quien piensa que la cervecera podría tratar de comprar Coca-Cola en tres o cuatro años.
En años recientes, el precio de la acción de Coca-Cola ha tenido un desempeño inferior al del índice S&P 500, pero con una capitalización de mercado de US$181.000 millones aún se clasifica como una de las empresas más valiosas entre las que cotizan en bolsa en EE.UU.
El acuerdo de embotellamiento de Coca-Cola en África ya ha sido retrasado porque las empresas no han podido conseguir el visto bueno regulatorio del gobierno de Sudáfrica. Esto podría marcar postergaciones adicionales no solo para Coca-Cola, sino para el mega acuerdo cervecero cuando sea sometido a escrutinio del Ministerio de Hacienda, autoridades antimonopolio y sindicatos de Suráfrica.
Coca-Cola podría tratar de vender a otro socio los activos de embotellamiento en África que posee conjuntamente con SABMiller, pero no está claro a quién. El valor de esos activos rondaría los US$3.000 millones, de acuerdo con algunas estimaciones. SABMiller también embotella Coca-Cola en El Salvador y Honduras y maneja cerca de 3% del volumen global de Coca-Cola, según la empresa estadounidense.
No sería la primera vez que una cervecera embotelle y distribuya productos de Coca-Cola y Pepsi en diferentes países. SABMiller embotella Pepsi en Panamá. Carlsberg A/S y Heineken NV distribuyen Coca-Cola en algunos mercados y Pepsi en otros, aunque ninguno a la escala de SABMiller o AB InBev.
Ian Shackleton, analista de bebidas de Nomura en Londres, dice que Coca-Cola con todo derecho podría considerar a AB InBev como un "Caballo de Troya" después de que la empresa belga llegara a un acuerdo de distribución en EE.UU. con Anheuser-Busch antes de adquirir a la cervecera en 2008 para crear AB InBev. Pero el analista añadió que Coca-Cola sería renuente a deshacerse de sus operaciones de embotellamiento en África, lo cual podría causar una interrupción de gran magnitud en una región de crecimiento rápido.
"Obviamente no es una situación ideal", dijo Shackleton, quien también cree que AB InBev podría tratar de adquirir Coca-Cola dentro de tres o cuatro años.
Shackleton y otros analistas de la industria también ven un escenario en el que Coca-Cola acuerda ingresar bajo la sombrilla de AB InBev pero sólo si la empresa belga deja de distribuir Pepsi. Los expertos dicen que AB InBev podría preferir embotellar Coca-Cola en África que embotellar Pepsi en América Latina, donde ya tiene su propio negocio creciente de gaseosas con marcas como Guaraná Antarctica.
AB InBev embotella en la actualidad bebidas de PepsiCo en Brasil, Argentina, Bolivia, Uruguay, Perú y República Dominicana. Los acuerdos de embotellamiento se vencen en 2017 pero se renuevan automáticamente por otros 10 años a menos de que AB InBev o PepsiCo notifiquen por escrito antes de fines de 2015 que la sociedad ha terminado.
Las dos empresas también llegaron en 2009 a un acuerdo de compra conjunta en EE.UU. de todo, desde tecnología hasta viajes. Observadores de la industria han especulado por años que AB InBev podría tratar de adquirir PepsiCo en algún momento si la cervecera decide profundizar en el segmento de bebidas no alcohólicas.