El Merval lo hizo de nuevo
Hace poco más de tres años, más precisamente el 12 de noviembre de 2019, escribí en este espacio una columna titulada “Por qué pienso que las acciones le ganarán al dólar en los próximos años”.
Para ponernos en contexto, veníamos de una suba del 350% del dólar blue contra el peso y de un Merval que había sufrido la peor caída en 70 años (-48% en un solo día medido en dólares, post PASO ganadas por Alberto Fernández). Éramos pocos los que pensábamos que la situación podía revertirse para el índice líder de la Bolsa argentina.
En la columna de hoy repasaremos los argumentos presentados en aquel entonces y lo que ocurrió en materia de rendimientos hasta el momento de escribir esta nueva columna.
¿Cuáles fueron los fundamentos del título de aquella nota? ¿Qué performance tuvieron el dólar y el Merval? ¿Cómo seguirá la historia?
Vamos paso a paso.
Fundamentos como punto de partida
Mis argumentos a fines de 2019 se apoyaban en un razonamiento muy simple y claro: si el PBI (Producto Bruto Interno) de Argentina crece, las acciones aumentarán en forma considerable.
Mi vaticinio era que el PBI crecería en dos etapas: primero tímidamente gracias al aumento del consumo interno y luego de manera más acelerada por el incremento de las inversiones, puesto que la fortaleza de la demanda interna impulsaría las ganancias de las empresas, que a su vez buscarían producir más.
Mi tesis se basaba en la política económica que el entonces flamante Gobierno de Alberto Fernández había anunciado que implementaría, con un notable sesgo hacia el consumo interno, considerado motor del crecimiento.
Claro que, como el resto de los mortales, no pude adivinar que estábamos a las puertas de la pandemia de Covid-19, las cuarentenas, los cierres de frontera y todo el daño económico global que hoy se refleja en todo el mundo con mayores índices de inflación.
Pero lo cierto es que el cisne negro no hizo otra cosa que postergar lo que finalmente llegaría: cuando se pudo regresar a la “nueva” normalidad, el PBI argentino reaccionó con fuerza: 10,4% de recuperación en 2021 y 5,9% de crecimiento estimado para 2022.
Ahora bien, como sabemos, el dólar blue también registró una suba fenomenal en los últimos años frente al peso producto de la mayor inflación, el endeudamiento externo y la escasez de reservas.
¿Cómo evolucionaron hasta el momento de escribir esta nota? Aquí lo repasamos.
Rendimientos en pesos del dólar y el Merval
El dólar blue se cambiaba a 65 pesos por unidad en noviembre de 2019, mientras que el índice Merval se encontraba en los 35.500 puntos.
Luego de los recientes máximos históricos nominales de ambos, la divisa estadounidense se vende a 374 pesos en su versión libre y el Merval ostenta los 227.677 puntos.
Al momento de escribir esta nota, el Merval se encuentra en 247.339 puntos mientras que el dólar bule se vende en 373 pesos. Los valores indican que el dólar blue se apreció 474% desde noviembre de 2019 y el Merval subió 597%.
Como se puede observar, el índice bursátil argentino superó la suba del dólar blue en 122 puntos, con lo que el premio fue mayor para quienes compraron acciones a fines de 2019 y las mantuvieron con disciplina (e incluso cobraron dividendos que no aparecen en esta cuenta) que para quienes se limitaron a adquirir dólares en el mercado paralelo y guardarlas mayoritariamente en sus hogares, con los riesgos que esa decisión puede generar.
Remarco la palabra “disciplina” porque es clave para el éxito en las inversiones, como afirmé incluso cuando el miedo dominaba la escena y por delante había un mar de dudas para las acciones argentinas:
En aquel entonces, escribía: “Por último, no olvides la clave para el éxito de un inversor de largo plazo: la disciplina. El período de inversión es de 4 años. En el medio habrá dudas, caídas con posterior recuperación y cientos de analistas que, por formación, dinero o ideología, difundirán pronósticos fatalistas. Lo cierto es que, cuando se invierte con argumentos y con seguridad, hacer oídos sordos a estas profecías puede redundar en un excelente negocio.”
Cómo sigue la historia de aquí en más
Lo pasado, pisado. Ahora queremos saber qué sucederá en los próximos cuatro años. Por lo pronto, en lo inmediato, se espera que el viento de cola para la renta variable argentina continúe en los próximos meses, aunque dependerá también de lo que ocurra con la Bolsa de Nueva York, que, como vimos hace unas semanas, no parece tener muy buenas perspectivas para este año.
El dólar, por su parte, recién ahora se despertó de la siesta de los últimos meses y lo cierto es que hay cuestiones climáticas, como la feroz sequía que azota al campo argentino en el presente, que podrían mantener o incluso acelerar esa inercia alcista si el ministro de Economía no logra encontrarle la vuelta al faltante de divisas.
Pero para poder realizar una proyección de más largo plazo, necesitaríamos saber quién comandará el próximo gobierno y cuáles sus lineamientos en materia económica. Al menos en lo que a mí respecta, considero que recién entonces podré arriesgar mi mirada sobre lo que vendrá.
Tal vez no haya que esperar a diciembre para tener más claro el panorama, sino que bastará con el resultado de las próximas PASO, a celebrarse el 13 de agosto. La paciencia también es una herramienta propia del buen inversor. ¡A no perderla!
La seguimos la semana que viene con más instrumentos para fortalecer tus finanzas personales y tus inversiones.