El mercado huele un alza de las tasas en EE.UU., pese a garantías de la Fed
Los inversionistas terminaron con los pelos de punta después de escuchar el miércoles la primera conferencia de prensa de Janet Yellen como presidenta de la Reserva Federal de EE.UU. en la que envió señales inquietantes sobre las tasas de interés a corto plazo.
El banco central estadounidense tiene la intención de mantener las tasas de referencia a corto plazo en cerca de cero hasta el próximo año, pero el mercado detectó indicios de que un alza de las tasas podría producirse ligeramente antes e inclusive ser más pronunciada de lo previsto. Aunque el comunicado oficial de la Fed trató de dar garantías de que las tasas continuarán bajas y de que la propia Yellen restó importancia a las expectativas de un alza de los intereses, los precios de las acciones cayeron y las tasas a largo plazo subieron.
La reacción ilustra la hipersensibilidad del mercado tras siete años de medidas enérgicas del banco central para estabilizar y fortalecer la economía.
El movimiento de los mercados también refleja los desafíos que afronta Yellen en momentos en que toma las riendas de la Fed. Conforme la economía estadounidense consolida su recuperación, el banco central reduce en forma gradual sus políticas de estímulo, pero corre el riesgo de ahogar el repunte si emprende la retirada demasiado pronto. "Haremos todo lo posible por no ser una fuente de inestabilidad" observó Yellen en respuesta a una pregunta de la prensa.
El Promedio Industrial Dow Jones cerró con un descenso de 114,02 puntos, un 0,7%, para ubicarse en 16.222,17 unidades. Los retornos de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años subieron 0,096 puntos porcentuales a 2,770%.
"Simplemente refleja el nerviosismo de los inversionistas de bonos ante un alza de las tasas", dijo Gary Pollack, quien ayuda a administrar unos US$12.000 millones como director de operaciones de renta fija de la filial de gestión de patrimonio de Deutsche Bank AG en Nueva York.
La Fed también anunció varias medidas. Redujo de US$65.000 millones a US$55.000 millones las compras mensuales de bonos, que apuntan a mantener bajas las tasas de interés de largo plazo con el fin de estimular el gasto, el empleo y el crecimiento. Se trata de la tercera reducción del plan de compra de bonos desde diciembre.
El organismo modificó también sus directrices sobre las perspectivas de las tasas de interés a corto plazo, restándole importancia al desempleo como indicador de cuándo empezará a elevar los tipos. La entidad analizará, en cambio, una amplia variedad de factores para decidir cuándo empezar a aumentar las tasas desde sus niveles actuales cercanos a cero, donde han estado desde diciembre de 2008.
El comunicado de la Fed no especificó los indicadores que seguirá de cerca mientras evalúa el momento oportuno para empezar a incrementar las tasas. Yellen, sin embargo, manifestó que la proporción de trabajadores que han estado desempleados durante seis meses o más y la porción de trabajadores que mantienen empleos de medio tiempo, pero que preferirían hacerlo a tiempo completo serían algunos de ellos.
La entidad no escatimó esfuerzos para garantizar que las tasas no subirán pronto y que una vez que lo hagan las alzas serán graduales y limitadas. Por ejemplo, la declaración oficial incluyó una nueva línea para resaltar que el banco central prevé mantener las tasas más bajas de lo normal incluso después de que la inflación y el desempleo regresen a sus tendencias de largo plazo.
"Las condiciones de la economía podrían, por un tiempo, requerir que la tasa de referencia de fondos federales permanezca por debajo de los niveles que la (Fed) considera como normales a largo plazo", indicó el organismo.
En tiempos normales, la tasa de fondos federales de la Fed ronda 4%. Debido a los diversos factores que han afectado el crecimiento estadounidense, la Fed subrayó que no es probable que las tasas regresen a ese nivel de 4% en un futuro previsible.
De todos modos, los inversionistas detectaron signos de que la Fed esperaba aumentos de tasas de interés ligeramente más agresivos de lo que proyectaba hace unos meses. El banco central divulgó nuevas proyecciones económicas de los 16 funcionarios que asistieron a la reunión.
La proyección mediana para las tasas a fines de 2015 (es decir que la mitad de las estimaciones estuvieron por encima y la mitad por debajo) fue de 1%. Esto es un incremento pequeño frente a la mediana de 0,75% estimada en diciembre.
Yellen le restó importancia al cambio. "Estos puntos se van a mover hacia arriba y abajo", señaló sobre las proyecciones de las tasas de interés, añadiendo que la declaración de política monetaria era una guía más importante sobre los planes de la Fed.
El documento afirmó que la postura del banco central sobre las tasas de interés no ha variado. De todos modos, algunos analistas captaron un mensaje diferente.
"Es la señal más clara hasta la fecha de que la tendencia a aplazar las alzas que ha dominado el último par de años puede llegar a su fin", aseveró en una nota a sus clientes Harm Bandholz, economista jefe para EE.UU. de UniCredit Research.
Yellen también insinuó que el aumento de las tasas de interés podría empezar unos seis meses después de que finalice el programa de compra de bonos en el tercer trimestre de este año.
Aunque hizo esa proyección con varias salvedades, algunos lo interpretaron como una señal de que la Fed podría empezar a elevar las tasas de interés antes de lo esperado.
"Esto podría ser un error de principiante de parte de Yellen", escribió en una nota a sus clientes Paul Edelstein, director de economistas financieros de la consultora IHS Global Insight. "Esta fue, después de todo, su primera conferencia de prensa".
Alexandra Scaggs contribuyó a este artículo
The Wall Street Journal