El lado oscuro de la moda. Cómo se está deconstruyendo la industria de las modelos
A través de su organización sin fines de lucro, Model Alliance, Sara Ziff se puso al frente de la lucha contra el trabajo infantil, la explotación sexual y el tráfico de personas
En sus dos décadas como modelo profesional -apareciendo en campañas para diseñadores como Stella McCartney y Tommy Hilfiger- Sara Ziff ha visto el lado glamoroso de la industria y también todo lo que se oculta, como el trabajo infantil, los bajos salarios y el acoso sexual. Model Alliance, la organización sin fines de lucro que fundó en 2012, busca conseguir condiciones laborales justas y un lugar de trabajo más seguro para las modelos.
Bajo la conducción de Ziff la alianza ha presionado a los legisladores de Nueva York y California para que protejan a las modelos menores de edad, se ha asociado con investigadores para estudiar la trata de personas y ha lanzado una campaña de alto perfil -con la firma de cerca de 140 modelos- para conseguir que Victoria's Secret se comprometa a defender a sus modelos del acoso sexual.
En esta entrevista habla acerca de cómo las agencias del rubro han facilitado los abusos de gente como Harvey Weinstein y Jeffrey Epstein y por qué la explotación de las modelos debe ser una preocupación de todos.
-Ser modelo es algo a lo que siempre pareció que se debía aspirar. Pero su trabajo -y los titulares sobre Epstein- han sacado a luz lo vulnerables que son. ¿Por qué se da esta discrepancia?
-Yo crecí en la ciudad de Nueva York y fui reclutada en la calle a la salida de la escuela cuando tenía 14 años. Como muchas modelo llegué a la carrera por accidente. Para la mayoría de los trabajos, una se capacita, se prepara y tiene que presentar una solicitud para el empleo que quiere. En el sector del modelaje, a una la seleccionan y luego se ve lanzada a este trabajo que es único. A menudo una enfrenta presiones que corresponden a un adulto a una edad temprana. Uno de los mayores problemas para mí es que no hay demasiada simpatía hacia las modelos. La gente oye de historias como la de Linda Evangelista que dice que no se levantaría de la cama por menos de US$10.000 al día. En realidad la inmensa mayoría de las modelos que trabajan no ganan grandes sumas de dinero. En muchos casos son mujeres jóvenes inmigrantes. Muchas en realidad trabajan endeudadas con sus agencias. Se cuentan entre las trabajadoras menos protegidas del mundo.
-Parecería que muchos de los problemas con los que nos debatimos como sociedad, como el acoso sexual, son generalizados -y agudos- en este negocio
-Es un error no ver estas cuestiones de modo holístico. La gente habla desde hace mucho tiempo de la extrema delgadez como una cuestión de protección a los consumidores, sin advertir que en realidad es una cuestión laboral. Se puede dar respuesta a este problema si se piensa en términos de crear derechos y medidas de protección para los modelos mismas, en vez de tratar de promover imágenes más saludables prohibiendo las modelos demasiado delgadas. En términos de acoso sexual y ataques Ambra, una de las modelos de la Model Alliance, fue la que inició la lucha contra estas prácticas con su denuncia a la policía contra Weinstein en 2015. Bill Cosby básicamente utilizó una agencia de modelos, en los hechos hacían de proxenetas con las chicas para él. Y Epstein tenía relaciones con agencias de modelos que le enviaban mujeres jóvenes. Ahora estamos iniciando un estudio financiado por el Departamento de Justicia de EE.UU. que analiza las conexiones entre la industria del modelado y la trata de personas.
-¿Cómo se da la trata en el mundo de las modelos?
-Las agencias de modelos no necesitan licencia y realmente no se las controla. Nadie rinde cuentas en lo que se refiere al trato de las modelos. En general a las supermodelos, las que más ganan -el 1% superiores- se tiende a tratarlas bastante bien. Pero hay mucha explotación de la modelo trabajadora promedio. Si uno trabaja endeudada con su agencia, si no tiene claridad sobre sus finanzas, si no puede garantizar que le van a pagar en un periodo de tiempo razonable, en lo esencial está atada a la agencia. Vemos muchos ejemplos de modelos que son enviadas a lo que creen que son castings o reuniones para oportunidades laborales -tales como reunirse con Jeffrey Epstein, creyendo que va a un casting para Victorias Secret- cuando en realidad está siendo llevada engañada a una situación de trata. A la luz del caso Epstein, tuvimos muchas consultas y pedidos de ayuda de personas que estaban reevaluando sus experiencias en términos de trata. Hay tanto de este abuso que se toma como algo normal y hay tanta confusión sobre el sector que ha sido difícil para la gente poder hablar .
-Poco después del lanzamiento de Model Alliance, consiguieron que el estado de Nueva York adoptará la Ley de Modelos Infantiles, que extienden a este negocio las leyes que rigen para el trabajo infantil. ¿Siguen centradas en conseguir que se aprueben leyes?
-Comenzamos reclamando leyes porque cuando analizamos cuales había, descubrimos que las modelos no estaban siquiera cubiertas por las leyes laborales en Nueva York. Por lo que presentamos la ley para modelos infantiles en 2013, lo que creó una protección básica. Ahora estamos centradas en desarrollar nuestro programa de respeto (Respect Program), que promoverá la rendición de cuentas en el sector a través de acuerdos legales con agencias, editores y marcas de moda para sostener un código de conducta que se puede imponer legalmente. Tendremos un consejo de normas encargado de recibir y hacer el seguimiento de quejas y penalidades para violaciones. Si es una violación severa, como en el caso de un fotógrafo que esté acosando o atacando sexualmente a las modelos, entonces las compañías que sean firmantes del programa ya no trabajarían con ese individuo.
-¿Es difícil conseguir que las marcas de moda firmen?
-Estamos en negociaciones con varias de ellas, pero no es el tipo de programa que se concreta de la noche la mañana. Esto fundamentalmente cambiará la relación de fuerzas y el modo en que la gente opera. Tenemos esperanzas en que haya líderes del sector que quieran ser pioneros de este esfuerzo.
-¿Hay paralelos con lo que están haciendo otros movimientos laborales?
-Nuestra iniciativa de respeto se basa en el Fair Food Program (Programa de Comida Justo) que cubre a los trabajadores contratados en el campo. Pueden parecer sectores muy diferentes, pero en ambos casos se trata fundamentalmente de un sector altamente vulnerable, Una fuerza laboral mayoritariamente femenina, que no tiene acceso a una protección básica, se trate del acoso sexual o del pago en tiempo y forma.
-¿Qué fue lo que la llevó a dedicarse a los reclamos laborales y a formar la Model Alliance?
-A los dieciocho años comencé a llevar conmigo una cámara -en realidad sólo un una pequeña camcorder- y a documentar mis experiencias de modelo. También le di cámaras a mis amigas modelos. Era un proyecto muy inocente. Advertí, viendo programas de televisión como America's Next Top Model, que había interés en este mundo, pero que la gente tenía una versión de Hollywood. Lo que grabé se convirtió en la base para el documental Picture Me de 2010, que terminó teniendo difusión global. Se lo describió como una denuncia, que no era la intención, y a mí se me presentó como una denunciante. Eso me creó mucha tensión: pasé de ganar mucho dinero -con el que pagaba mis cuentas y mis estudios- a que de la noche a la mañana el teléfono dejara de sonar. Tomé contacto con sindicatos y les pregunté si aceptarían a las modelos como afiliadas. Pero debido a que en general se nos considera contratistas independientes, realmente no pudimos sindicalizarnos. En Columbia estaba estudiando el movimiento obrero y tomé una clase sobre organización comunitaria. Mi tesis central se convirtió en un trabajo sobre mi visión para la Model Alliance. La gente insiste en que "necesitamos un sindicato" y yo siempre respondo: "Hay distintas maneras de dar respuesta al mismo problema".
-¿Dado todo lo que ha oído y atestiguado seguiría alentando a una persona joven a seguir una carrera de modelo?
-El sector tiene el potencial para ser una plataforma para un cambio transformador. Si las modelos tuvieran una protección básica, si pudieran trabajar sin temor a los malos tratos y el acoso, podrían ser increíblemente poderosas en términos de usar sus plataformas para el bien.
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