El iPhone sufre el reto de las bajas expectativas
Greg Reid usualmente compra un nuevo iPhone cada año. Sin embargo, en 2016 probablemente no lo haga.
En el pasado, gastar varios cientos de dólares en un nuevo iPhone “marcaba una gran diferencia para mí, porque la tecnología, el software y el hardware eran mucho mejores”, dice Reid. Pero ahora, esa misma cantidad de dinero adquiere una mejora mucho menor. “Es como comprar un auto nuevo por los faros más bonitos”, señala el consultor de privacidad que reside en el área de Boston.
Se prevé que Apple Inc. presente el miércoles la versión más reciente de su iPhone, en momentos en que lucha contra dos fuerzas para revertir el letargo de las ventas de teléfonos. En primer lugar, es cada vez más difícil generar ese “factor sorpresa” que lleva a millones de personas a comprar un nuevo dispositivo, como ocurrió en 2014 con las pantallas más grandes. En segundo lugar, los cambios que los operadores de telefonía celular han introducido en la forma de cobrar a sus clientes pueden impactar en el precio e inducir a la gente a no comprar un modelo nuevo.
Tradicionalmente, Apple lanza cada dos años actualizaciones significativas del hardware del iPhone, que en el pasado año fiscal generó ingresos por US$155.000 millones. Este año, sin embargo, se espera que el nuevo modelo presente sólo pequeñas mejoras, ya que los cambios más grandes vendrían en 2017, para celebrar el décimo aniversario del iPhone.
En los últimos años, los operadores han ido dejando de lado los planes que ofrecen teléfonos inteligentes con descuento para los clientes que firman un contrato, por ejemplo de dos años en el caso de Estados Unidos. Ahora, las compañías ofrecen principalmente planes de servicio que cuestan menos por mes pero que requieren que los clientes paguen el costo total del teléfono.
Así, mientras que los consumidores habrían normalmente pagado US$200 cada dos años por un nuevo iPhone, ahora tienen que pagar US$650, por lo general en 24 cuotas mensuales. Esto significa que al terminar de pagar el teléfono, la factura puede caer drásticamente. Los operadores de EE.UU., por ejemplo, introdujeron este cambio en parte como respuesta a las quejas de los consumidores sobre los contratos a dos años y en parte para sacarse de encima los caros subsidios de los teléfonos.
Desde entonces, los consumidores se han aferrado a sus telé- fonos por más tiempo. Citigroup estima que el ciclo de sustitución del teléfono se ha extendido de menos de 24 meses en 2011 a 29,6 meses en el segundo trimestre de este año.
Fran Shammo, director financiero del operador estadounidense Verizon Communications Inc., dijo que el próximo lanzamiento del iPhone permitirá ver si ha habido un cambio real en el comportamiento del consumidor o si la gente simplemente estaba esperando lo que han llamado el iPhone 7.
“¿Se produjo la desaceleración porque las personas esperan otra actualización, o porque los nuevos planes han estado en el mercado desde hace más de dos años?”, preguntó Shammo en una conferencia de la industria en junio. “No puedo responder a esa pregunta”, dijo.
Los operadores de telefonía celular se benefician de la desaceleración, ya que esta implica que menos personas están considerando la posibilidad de cambiar de compañía, lo cual mantiene las tasas de cancelación, o rotación, en niveles históricamente bajos. En las estadounidenses Verizon y AT&T Inc., la rotación mensual entre los suscriptores de servicios inalámbricos básicos se mantuvo el semestre pasado por debajo de 1%.
Hace un año, Apple trató de animar a los consumidores en EE.UU. a hacer actualizaciones más frecuentes mediante la introducción de su propia opción de financiación del iPhone, un servicio ofrecido históricamente por los operadores. Los clientes que eligen este programa pueden actualizar sus teléfonos cada año. Pero ello no ha compensado la desaceleración de la demanda: UBS AG prevé que las ventas globales de iPhones disminuyan 9% en el actual año fiscal de Apple y que aumenten un modesto 5% el próximo año tras el lanzamiento del nuevo dispositivo. “No parece ser una prolongación del ciclo de actualización”, dice el analista de UBS Steven Milunovich.
IDC estima que los envíos de iPhones en EE.UU. caerán este año 7,1%, a 60 millones de unidades.
Steve Hodges, vicepresidente sénior de AT&T, anotó que las ventas de estuches y protectores de pantalla más resistentes aumentaron después de que la empresa redujo los subsidios a los teléfonos inteligentes y comenzó a cobrar a los clientes su precio completo. Más personas también están comprando seguros.
Los clientes “se dieron cuenta de que era un dispositivo de US$500 a US$700”, dijo en junio en una conferencia de la industria. “Como tal, comenzaron a cuidarlos de manera diferente. Si usted le dice a un niño que esto vale sólo US$49, lo va a usar a veces para jugar al béisbol”.
Hodges señaló que en los primeros tres meses de 2016, AT&T tuvo una de las tasas más bajas de actualización de dispositivos. Sin embargo, aún es demasiado pronto para saber si los cambios de consumo serán permanentes.
Kristin Maclearie, de 29 años, compró un iPhone 6s en diciembre. Maclearie dice que podría quedarse con el teléfono cuando su factura de Verizon se reduzca, una vez que termine el pago de las cuotas mensuales. Mientras siga funcionando, “voy a quedarme con lo que tengo”, dijo. “A menos que salga algo realmente bueno (…) pero siempre son parecidos”.
Robert McMillan contribuyó con este artículo.
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