El Gobierno pedirá hoy abrir el juicio por YPF y plantea una defensa acérrima
Los abogados argentinos de la Procuración del Tesoro y la representación local en Estados Unidos, a cargo del estudio Skadden, Arps, Slate, Meagher & Flom, pusieron en marcha hace minutos la nueva estrategia para defender al país contra la demanda del megabufete Burford, que reclama por la estatización de YPF una cifra estimada en US$3000 millones.
Con la negativa de la Corte Suprema de trasladar el caso a Buenos Aires -una decisión que se conoció hace algunas horas-, los defensores argentinos presentarán hoy mismo una nota en el juzgado de Loretta Preska, heredera de Thomas Griesa y figura clave en el futuro judicial del país, para que inicie cuanto antes el juicio en Nueva York, confirmaron a LA NACION fuentes al tanto de la defensa.
Se trata de un cambio radical en la estrategia local. Desde la presentación de la demanda de Burford contra el país y la petrolera pasaron dos años en que la defensa argentina intentó diversas movimientos en una etapa prejudicial. Ahora, en cambio, la intención es acelerar el procedimiento.
Una vez que Preska inicie el juicio, la defensa argentina reclamará otra vez que se traslade a Buenos Aires. Uno de los principales argumentos de Burford para esquivar los estrados locales era que el Kirchnerismo había desarrollado una especie de persecución contra el fondo, algo que no garantizaba imparcialidad.
En la práctica, la exprocuradora del Tesoro, Angelina Abbona, junto al extitular de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), Carlos Gonella, iniciaron una demanda en el país contra Burford. Pero esa denuncia ya fue cerrada por el fiscal Guillermo Marijuán.
Para la Casa Rosada, el hecho de que ya no esté vigente la demanda contra Burford cambia el contexto, justifica que no hay persecución y muestra que en el país hay un ámbito equitativo para litigar. De manera que habría desaparecido el argumento principal para discutir en Estados Unidos. Intentarán convencer a Preska de eso, para que la demanda vuelva al país.
El procurador del Tesoro, Bernardo Saravia Frías, tenía pocas expectativas de que la Corte Suprema norteamericana le diera el visto bueno al pedido del país. Por eso viajó a Estados Unidos, pero no recaló hoy en Washington, sede del máximo tribunal, sino en Nueva York, donde se desarrollará la defensa argentina.
Skadden, Arps, Slate, Meagher & Flom y la Procuración estuvieron en los últimos meses juntando pruebas para presentar ante un eventual litigio. Muchas de ellas las guardan bajo siete llaves para sorprender a los querellantes y creen que en pleno juicio tendrán las manos libres para ser más agresivos.
Mencionarán, también, que la demanda contra el país se hizo a través de dos empresas creadas por la familia Eskenazi para comprar parte de YPF en una acción que, intentarán demostrar, fue oscura.
También mencionará algunas supuestas irregularidades en España. La Procuración preguntará, por ejemplo, por qué la justicia ibérica no le ofreció primero el juicio a la propia YPF, una de las grandes interesadas en la demanda, y terminó yendo a las manos de un fondo buitre.
Más allá de los conceptos, la defensa argentina transitará por caminos poco relacionados con la política y más orientados a la técnica jurídica.
Una vez que el país pida el inicio del Juicio, Preska debe llamar a las partes y organizar la modalidad en la que se realizará el litigio. En Estados Unidos hay un código procesal, pero cada magistrado tiene su propia manera de trabajar. Es algo que bien conoció la Argentina en la pelea con los fondos buitre por la deuda en default, que se terminó definiendo en el mismo despacho en el que ahora se hará la pelea por la estatización de YPF.