El Gobierno oficializó un nuevo aumento en servicios públicos y consolida su política económica
Las subas del 4% final en las boletas comenzarán a regir con el consumo desde este domingo
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El Gobierno oficializó hoy en el Boletín Oficial los aumentos en los servicios de gas y electricidad a partir del consumo del 1° de septiembre. El objetivo es evitar que la devaluación mensual y la inflación erosionen las fuertes actualizaciones tarifarias realizadas de la primera parte del año, que permitieron bajar el gasto en subsidios.
Con las subas aplicadas hoy, los usuarios de altos ingresos (N1), industrias y comercios de todo el país, pagarán, en promedio, el 72% del costo del gas y el 90,5% de la electricidad.
En tanto, los hogares de ingresos medios (N3) pagarán el 32% del valor del gas y el 40% de la generación eléctrica, mientas que los usuarios de bajos ingresos (N2), el 26% y 25%, respectivamente. Los N3 y N2, a su vez, si superan la demanda de un bloque de consumo determinado, pagarán el costo de los N1 por el consumo excedente.
Durante la primavera, al bajar la demanda de gas y electricidad por las temperaturas más altas, el aumento promedio de 4% final de las boletas se verá compensado en los hogares con la caída en las cantidades consumidas.
“A los fines de garantizar un suministro de gas sostenible y equitativo para todos los usuarios, evitar el desabastecimiento y asegurar la viabilidad económica del sector energético, el Gobierno Nacional fijó los nuevos valores de producción de gas que se trasladarán a los usuarios”, dijo la Secretaría de Energía en un comunicado.
Los menores costos de importación de gas y los aumentos de tarifas de gas y electricidad permitieron que los subsidios al sector aumentaran solo 129% nominal en los primeros siete meses del año. Esto implica una reducción del 40% en términos reales, según destacó el último informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires (IIEP), que depende de la UBA y el Conicet. En concreto, el Estado transfirió hasta julio $3,8 billones al sector energético, de los cuales Cammesa recibió $2,2 billones y Enarsa, $1,5 billones. El resto se destinó a al programa de incentivos Plan Gas.
A partir de septiembre, los usuarios residenciales de ingresos altos, comercios e industrias pasarán a pagar un precio promedio del gas de US$3,45 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector). Significa un aumento de apenas 15 centavos de dólar ($143), pero que al Ministerio de Economía le permitirá acercar el precio que pagan los usuarios al costo real.
El costo promedio del gas en la Argentina es de US$4,77 el millón de BTU, que se compone de un valor promedio de US$3,50 que se le paga a la producción local (abastece el 90% del consumo anual) y de US$15,50 que cuestan las importaciones promedio de gas natural licuado (GNL) y de Bolivia.
“En 2025, con la reducción de importaciones a la mitad (nada de Bolivia y se mantiene el nivel importado de GNL de este año), ese precio promedio bajará a US$4,1 el millón de BTU, un 14% menos que este año”, explicó Gustavo Lopetegui, secretario de Energía durante el gobierno de Mauricio Macri.
Los usuarios de ingresos bajos (N2) pagarán US$1,24 por un bloque de consumo subsidiado (antes era US$1,19) y US$3,45 por el excedente. Mientras que los usuarios de ingresos medios (N3), pagarán US$1,55 el consumo base (antes US$1,48) y los US$3,45 sobre el excedente.
En otras palabras, los N2 pagan el 36% del valor de referencia sobre un bloque de consumo y los N3, el 45%, lo que equivale a una bonificación de 64% y de 55%, respectivamente.
De esta forma, pese a los aumentos de tarifas de este año, todos los usuarios residenciales, hogares e industrias siguen recibiendo subsidios, ya que el precio real de producir e importar gas durante todo el año cuesta en promedio US$4,77 el millón de BTU. Es decir, las industrias, comercios y los N1 pagarán el 72% del valor del gas; los N2, el 26%, y los N3, el 32%. El resto del costo lo cubre el Tesoro Nacional.
En lo que se refiere a electricidad, la situación será similar. El nuevo precio de referencia de la energía eléctrica para los usuarios residenciales de altos ingresos, comercios e industrias subirá de $58.596 el MWh a $61.526 (5%), aunque la Secretaría de Energía aclaró que el costo real sin subsidios es $68.016.
Al igual que con el gas, los usuarios N2 y N3 mantendrán además un consumo bonificado hasta un volumen máximo, que es de 350 kWh por mes para los hogares de ingresos bajos y de 250 kWh para los de ingresos medios.
Hasta ese tope de consumo, los usuarios N2 pagarán el 28% del valor de referencia y los N3, el 44%; es decir, $17.227 (antes $16.407) y $27.071 (antes $25.782) el MWh. Esto equivale a una bonificación de 72% y de 56%, respectivamente.
En concreto, las industrias, comercios y los hogares de altos ingresos pagarán el 90,5% de lo que cuesta la generación eléctrica; mientras los usuarios residenciales N2, el 25%, y los N3, el 40% por el consumo bonificado (y 90,5% sobre el excedente).
A las entidades de bien público, clubes de barrio y de pueblo, y otras categorías de usuarios sin fines de lucro asimilables, que en total suman 5000 usuarios, se le aplicarán las bonificaciones al precio de gas y de la electricidad correspondientes a los usuarios residenciales de ingresos bajos para el total del volumen consumido.
Sube el impuesto a los combustibles
A partir del domingo se espera que además suba el precio de los combustibles. “Considerando el aumento de los impuestos, según el decreto 770, y sumado el crawling peg del 2% mensual, la suba final estaría entre 2,5% a 3% promedio país”, dijo Guillermo Lego, gerente de la Confederación del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina (Cecha).
“Ahora queda pendiente si seguirán la misma lógica del aumento de agosto, en cuyo caso la Ciudad de Buenos Aires (CABA) tendría un aumento adicional del entre el 1% y 2,5%, de manera de seguir disminuyendo la brecha entre la Ciudad (precio más bajo) con la provincia de Buenos Aires, tal cual ocurrió en los aumentos de agosto”, agregó.
En concreto, el mes pasado, YPF y el resto de las empresas de estaciones de servicio aplicaron una suba de 5% en dos tramos en CABA, mientras que en el resto del país, el aumento fue de 2,5%. El objetivo es cerrar la brecha de precios entre la Ciudad y el resto de las provincias.
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