El Gobierno no devolverá el Correo a manos privadas
Por ahora no habrá licitación; la empresa tuvo una ganancia de $ 99 millones en 13 meses
Como una carta dirigida a un domicilio inexistente, aquel proyecto anunciado en noviembre de 2003 que preveía la reprivatización del correo oficial para mediados del año pasado, seguirá por ahora desencontrado de su destino. De hecho, el Gobierno decidió dar continuidad a la administración estatal del Correo Argentino. Y lo hizo, según aclaró el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, alentado por los buenos resultados de la gestión que comenzó en noviembre de 2003 y que encabeza el ex diputado justicialista Eduardo Di Cola.
"En este momento, el Estado no considera la privatización del Correo Argentino por la excelente gestión que se está llevando adelante y, fundamentalmente, por sus resultados", sostuvo el ministro, en una conferencia de prensa que ofreció en Casa de Gobierno. Según informó, entre el 19 de noviembre de 2003 y diciembre pasado, la empresa logró una rentabilidad de casi 99 millones de pesos, de los cuales unos 25 millones serán invertidos en los próximos meses en planes de ampliación de servicios, según anticipó Di Cola en diálogo con LA NACION.
A mediados de noviembre de 2003, cuando se le rescindió el contrato de concesión al grupo Macri, el Poder Ejecutivo había dispuesto que en 180 días se reprivatizara el servicio postal. Pero en junio pasado, el presidente Néstor Kirchner firmó un decreto por el cual se establecía que, por tiempo indefinido, el Correo quedaría en manos del Estado. Esa norma creó la empresa estatal Correo Oficial de la República Argentina Sociedad Anónima (Corasa).
Según se informó ayer, los ingresos totales en el período de reestatización alcanzaron los 590,3 millones de pesos y los egresos, 480,4 millones. El resultado bruto de 98,9 millones de pesos, fue un 83% más alto que el obtenido por la ex concesionaria en los meses previos. Sólo los ingresos por ventas brutas tuvieron, en la gestión estatal, un alza del 12%, según el funcionario. Las ventas minoristas crecieron un 6% y las corporativas, un 20,6 por ciento.
De Vido consideró que los recursos que se obtienen por las ganancias del Correo "hacen mucha falta para el desarrollo de la infraestructura en la Argentina, donde hubo una desinversión en los últimos 20 años. El presupuesto de este año para obras viales es cercano a 2000 millones de pesos y lo que suma la ganancia del Correo más las del espacio radioeléctrico cubren casi un 10% de esos gastos", agregó, en referencia a los 135 millones de pesos que tuvo como excedente la explotación de ese servicio, reestatizado hace poco más de un año.
Según Di Cola, la ganancia por las operaciones del servicio postal se consiguió, en primer lugar, gracias al crecimiento que tuvo la actividad en general. Pero afirmó que, de todas formas, la empresa logró resultados superadoras a los derivados de la buena marcha de la economía, por una política de "contención del gasto y renegociación con proveedores".
El funcionario señaló que, entre enero y septiembre del año pasado, el volumen de cartas enviadas, tanto del mercado minorista como corporativo, creció en promedio un 3,93%. Pero esa alza fue dispar: mientras que en los correos privados el incremento fue del 1,89%, en el correo de carácter oficial el índice llegó al 7,95 por ciento.
El ex legislador intentó desmitificar el debate entre lo público y lo privado y consideró: "Los países a los que les va mejor que a nosotros potencian lo bueno de ambos sectores".
Viejo Estado
El ex diputado cordobés afirmó que su gestión hace un esfuerzo en demostrar que "no estamos dispuestos a repetir actitudes que puedan hacer acordar a los argentinos al viejo Estado ineficiente, deficitario y corrupto".
Si bien la actividad es comercial, Di Cola enfatizó en que no se pierde de vista el carácter de servicio público y, desde ese punto de vista, expresó que el Estado debe competir en los sectores donde prestar el servicio aporta rentabilidad, para compensar así el tener que atender a los rincones del país que no significan una ecuación económica favorable para la actividad.
Consultado por LA NACION, un referente de la actividad postal privada consideró que, desde el punto de vista empresarial, no es preocupante que el Estado siga actuando en el mercado, siempre que no se comporte como las viejas empresas públicas.
"Está bien siempre que la empresa no está supeditada a subsidios del Tesoro, porque nosotros pagamos impuestos y nadie nos da nada", opinó Víctor Escaba, presidente de Servemar, que fue el primer correo privado de la Argentina. "Puede ser un buen testigo y un regulador del mercado, siempre que no sea como las viejas empresas públicas que mantenían gente que no podían estar trabajando en otro lado", agregó.
El secretario general de la Federación de Trabajadores Postales, Ramón Baldassini, ratificó el apoyo del sindicato a la decisión tomada por el Gobierno sobre el destino del Correo, en el que trabajan 12.000 personas.
Más allá de que un informe de la gestión destaca que los empleados recibieron los incrementos otorgados por decreto por el Gobierno entre 2002 y este mes, Baldassini puntualizó que se presentó un proyecto al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para la actualización salarial del convenio colectivo. Allí se incluye una propuesta para que el 14% de la rentabilidad sea distribuida entre los trabajadores.