El Gobierno irá al Congreso para retocar la ley de economía del conocimiento
Finalmente, el Gobierno precisará una nueva ley y otro aval del Congreso para modificar la Ley de Economía del Conocimiento aprobada por unanimidad el año pasado y cuya implementación frenó el Ministerio de Desarrollo Productivo semanas atrás con una resolución que dio de baja su reglamentación.
La novedad se confirmó ayer a través de la publicación en el Boletín Oficial del decreto 111/20, que estableció un temario de nuevos asuntos a discutir en el período de sesiones extraordinarias. Entre ellos, detallado en el anexo de esa norma, aparece el "Proyecto de Ley que modifica el Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento – Ley N° 27.506".
En el sector –en el que participan empresas de la talla de Mercado Libre, Globant, IBM o Accenture, entre otras– afirmaron que la decisión oficial era esperable. "La ley de emergencia afectó la base de calculo de los beneficios de la 27.506. Era inevitable una modificación", contaron y agregaron que aún no conocen la letra chica de las modificaciones que agregará la cartera que conduce Matías Kulfas.
"El proyecto está guardado bajo 14 llaves", exageraron desde Desarrollo Productivo cuando LA NACION preguntó por los cambios.
La ley ya aprobada daba beneficios, sobre todo fiscales, a las empresas del sector. Entre ellos, baja de ganancias, de contribuciones patronales y levantamiento de la doble imposición a la hora de exportar.
Sin embargo, en el Gobierno afirmaron que había problemas en la aplicabilidad y cuestionaron que la norma establecía un piso de servicios exportables para poder acceder a los beneficios, lo que terminaba de dar ventajas a grandes firmas.
En ese sentido, los cambios que el nuevo proyecto introducirá tendrán, por lo menos, tres focos: las pymes, la equidad de género y cierta preocupación por el federalismo.
El Gobierno espera mejorar el acceso de las pymes, lo que no significa que las firmas grandes del sector se queden afuera del proyecto. Sí, estiman fuentes oficiales, habrá una "diferenciación" con relación a las ventajas impositivas.
Por otra parte, el Ministerio de Desarrollo Productivo incentivará con mayores beneficios a aquellas empresas que generen trabajo en las provincias con escaso desarrollo tecnológico. En sintonía, premiará a aquellas compañías que decidan dar empleo a las mujeres.
En un primer momento, la derogación de la reglamentación causó incertidumbre en el sector, sobre todo en las grandes empresas. Sin embargo, estas esperan que Kulfas mantenga la bandera de su primera presentación pública como ministro, en el seminario de Propymes organizado por Techint. Allí declaró que las políticas orientadas a desarrollar la economía del conocimiento serían un eje clave de su gestión. Lo mismo repitió la semana pasada en una reunión con la comisión directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA), en la que habló sobre los problemas de la reglamentación y prometió: "Todos quedarán contentos".