El gobierno bonaerense estatizará las rutas que unen la Costa Atlántica
Firmará un acta con la concesionaria de la 2, la 11 y todas las conectoras; pasarán a la órbita de la estatal Aubasa y se mantendrán las cabinas del peaje
La provincia de Buenos Aires se prepara para dar un paso importante en el mundo de la infraestructura vial. En los próximos días anunciará que el complejo de rutas que comprende todo el corredor atlántico pasará a manos del Estado provincial.
Será una suerte de expropiación acordada entre los funcionarios provinciales, los ejecutivos de las empresas concesionarias y el gremio de cobradores de peajes. No habrá peleas públicas: esa etapa ya pasó y quedará tapada por un acuerdo que se firmará en estos días.
La ruta provincial 2, que une Buenos Aires con Mar del Plata, y la 11, conocida como la "Interbalnearia", que es la opción costera para moverse por las playas bonaerenses y que pasa por el corazón del Partido de la Costa, de Pinamar, Villa Gessell y que después llega también a Mar de Plata, dejarán de estar en manos de concesionarios privados y volverán a ser administrados por la provincia de Buenos Aires.
El concesionario privado Autovía del Mar (Aumar), un consorcio integrado por Corporación América (grupo Eurnekian), Esuco (Carlos Wagner) y Cristóbal López, ya ha dado el visto bueno al pedido de los negociadores enviados por la gobernadora María Eugenia Vidal, grupo encabezado por el Ministro de Infraestructura y Servicio Público, Edgardo Cenzón.
Las rutas pasarán a formar parte de Autopistas de Buenos Aires (Aubasa), la empresa estatal que ya explota la concesión por el sistema de peajes la traza que une el sur porteño y La Plata. Hace pocas semanas, a través de un convenio con Vialidad Nacional, también se le traspasó la jurisdicción provincial la ruta 6, una suerte de cuarto anillo de circunvalación de vital importancia que une La Plata con el puerto de Zárate a través de una traza de 180 kilómetros.
El gobierno de Vidal anunció obras por 700 millones de pesos es esa autovía por la que circulan alrededor de 50.000 autos por día, con un alto porcentaje de camiones y vehículos de carga. Después de la repavimentación de gran parte del recorrido, especialmente una que va desde la ruta 7 a la ruta 8, además de la iluminación, la señalización y el aumento de la seguridad, llegarían las cabinas del peaje a esa vía de vital importancia para la carga. Los planes que se cocinan para ese corredor están relacionados con la instalación de cabinas recaudadoras.
De esta manera, el gobierno de Vidal consolidaría en Aubasa tres corredores con una finalidad: generar un flujo de ingresos para conseguir financiamiento.
Los funcionarios tienen como modelo el caso de la empresa de autopistas porteña (AUSA). Durante la gestión de Mauricio Macri como jefe de Gobierno, la firma estatal vivió un proceso de reconversión. Pese a la polémica que generó en su momento, Macri decidió subir el costo del peaje y generar, de esta manera, un fenomenal flujo de fondos. En forma paralela, se cambió el sistema de pago de canon al Gobierno de la Ciudad y se acordó que, descontado el gasto operativo que imprima la concesión, el resto se devolvería al Estado municipal con obras. Así fue como AUSA se convirtió en el brazo ejecutor de cantidad de proyectos municipales, entre los que se destacan los pasos bajo nivel que se construyeron en los últimos años bajo las vías de los ferrocarriles.
En la provincia se calcaría ese esquema. Con el flujo de las tres vías estima crear el suficiente ingreso para pagar sueldos de los empleados y destinar una parte a la inversión. Además, este tipo de esquema permite buscar financiamiento externo y garantizarlo con los cobros futuros de peajes.
Créditos y más cabinas
Los planes incluyen la búsqueda de créditos apalancados por el pago en las cabinas y, de esa manera, acelerar el plan de obras y no esperar a tener caja.
La apuesta de los planificadores provinciales tiene su explicación en números. Los datos que surgen en el Instituto Nacional de Estadística y censos (Indec), que si bien no están actualizados a 2015 y que sólo llegan a 2014, dan muestra de la magnitud de los números. En 2010, los vehículos que pasaron por las rutas concesionadas en la provincia de Buenos Aires fueron 15,86 millones, prácticamente el mismo flujo que en 2014, último dato publicado. En aquel momento dejaron una recaudación de 516 millones de pesos. Entonces estaba ya el impacto del aumento de tarifas que autorizó el ex gobernador Daniel Scioli.
Claro que la gran apuesta es la ruta 6. Un volumen de 18,5 millones de autos por año empezaría a pagar peajes no antes del año que viene. Nada despreciable para una provincia que busca recursos por todos los pliegues de la administración para infraestructura.
No será fácil dar vuelta la página de la administración Scioli, que destinaba 92 pesos de cada 100 para pagar sueldos.
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