El Gobierno apura el paso para terminar con los puts y así acelerar la flexibilización del cepo
En medio de la polémica generada, ofrece pagarlos y abrir un canje para los que quieran cambiar títulos de largo plazo por otros más cortos, con tal de despejar ese peligro
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El Gobierno apuró en las últimas horas el paso para tratar de terminar con la “amenaza” de los puts, es decir, las opciones de recompra ejercibles a pedido que el Banco Central (BCRA) cedió a los bancos, en tiempos en que Silvina Batakis y Sergio Massa fueron ministros de Economía, e incluso durante los primeros meses de la gestión de Luis Caputo, para que se animen a comprar títulos de deuda en pesos al Tesoro Nacional en vez de seguir demandándole Letras de Liquidez (Leliq) al BCRA.
FIN DE PASIVOS REMUNERADOS...
— Javier Milei (@JMilei) July 11, 2024
Ahora vamos por el fin de los PUTs...
VIVA LA LIBERTAD CARAJO https://t.co/tBIFwjGEeU
Se trata de una “bola” de potencial emisión que ronda los $17 billones (cifra equivalente al 77,2% de la Base Monetaria y 21% superior al total de pasivos remunerados por ser canjeados) y no le permite avanzar en calcular el máximo latente en la demanda por dólares con que se enfrentaría si procede a desarmar el cepo.
La mirada oficial está puesta sobre los puts “estilo americano”, los que comenzaron a ser vendidos a los bancos en la época de Alberto Fernández y siguieron colocándose durante los primeros meses de la gestión Milei. Estos representan el 76% del stock total de bonos que cuentan con esa opción de venta tomada, que obliga a su vendedor a comprar el activo subyacente, al precio de ejercicio. ¿Por qué? Porque son ejercibles en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia.
El resto de la deuda colocada con este tipo de garantías de “salida” fue acompañada por puts “estilo europeo”, que son iguales a los otros, pero ejercibles sólo en una fecha predeterminada de antemano, lo que permite mayor previsión. Esos, se evalúa, podrían incluso ser mantenidos.
La oferta que les hizo llegar el equipo económico (BCRA y Secretaría de Finanzas) a los bancos consiste en comprarles dichas opciones, algo que lo obligaría a emitir unos $200.000 millones, pero bajo la condición de que conserven los títulos (activos subyacentes) en su cartera.
Como numerosos bancos explicaron que eso los obligaría a mantener en su activo papeles que no tienen mucha liquidez en el mercado y fueron emitidos a largo plazo (por caso, los bonos con ajuste CER TZX26 y 27 colocados por la actual administración y con puts americanos), se evalúa acompañar este esquema con la posibilidad de que puedan canjear dichas tenencias (total o parcialmente) por títulos que el Gobierno ofrece en sus habituales subasta a corto plazo, como las Letras de Capitalización (Lecap) o incluso las Letras Fiscales de Liquidez (Lefi), que tienen previsto su debut para el próximo lunes 22, cuando se active la etapa final de migración de pases pasivos del BCRA a deuda del Tesoro.
Las charlas abiertas entre el Gobierno y los bancos fueron admitidas por ambos sectores. “Estamos negociando, pero precisamente por eso no vamos a decir nada sobre los puts más que ratificar que son una preocupación”, señalaron ayer desde el BCRA.
“Negociar no sería el verbo adecuado: lo que está claro es que apareció una orden de arriba para apurar el tema y en los últimos días se multiplicaron los contactos a nivel técnico. Es algo complejo porque cada banco tiene una posición distinta de bonos en su cartera y, a la vez, de distinto tipo según la lectura de riesgo/retorno que tiene cada uno. Inclusive avanzar en un posible canje será complejo porque, en muchos casos, nos obligaría a realizar una pérdida por el diferencial que hay entre el valor de mercado y el de los libros”, explicó un banquero privado de trayectoria a LA NACION.
Pero hay otros bancos importantes en los que resisten la idea de resignar los puts.
“Es un contrato que suscribimos con el BCRA: si quieren que lo resignen me tendrán que ofrecer otro en todo caso”, sostuvo otro banquero.
Aún así la idea que prevalece en el sector es la de “apoyar la iniciativa oficial” para ver si la economía “encuentra la forma de dar vuelta esta página empezándose a librar de las restricciones cambiarias que dificultan la inversión”, explicó otro importante ejecutivo.
Es que uno de sus objetivos es terminar con la polémica abierta por el reciente ejercicio de esta opciones que habría realizado Banco Macro, lo que ayudó a que la base monetaria (BM) crezca en más de $2 billones en un mes de expansión, tras los pagos de junio, y llevó incluso al presidente Javier Milei a hablar de intenciones “golpistas”, en relación con que eso habría facilitado una escalada mayor de los precios de los dólares libres.
El Presidente Milei consideró “golpista” a un banco por venderle títulos al BCRA, ejerciendo un contrato de put. Esa afirmación es injusta e incorrecta, además genera dudas sobre la libertad de comercio. No se debe banalizar el término, considerando la historia de nuestro país.
— Javier Bolzico (@JavierBolzico) July 12, 2024
Esto llevó al titular de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), cámara que agrupa a los de capital nacional, a publicar un posteo en la red X para asegurar que esa afirmación presidencial “banalizó” el tema y resultó “injusta e incorrecta” además de generar “dudas sobre la libertad de comercio” aún cuando el ministro Caputo ya le había bajado el tono a polémica a considerar que el banco “se deshizo de bonos ajustados por el IPC en vista de la caída de la inflación.
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