El Gobierno apuesta a garantizar en 2018 un crecimiento cercano al 3%, a costa de una inflación levemente mayor
En el equipo económico indicaron que si las tasas de interés del Banco Central se mantenían en el nivel que tenían hasta ayer, el nivel de actividad económica del 2018 podía estar más cerca del 1,5%; algunos analistas revisan sus cálculos de inflación
El equipo económico apuesta a garantizar el año próximo un crecimiento económico cercano al 3% y se resignó a una suba de la inflación que posiblemente supere la meta fijada ayer.
Fuentes del equipo económico indicaron hoy a LA NACION que si las tasas de interés del Banco Central se mantenían en el nivel que tenían hasta ayer, el nivel de actividad económica del 2018 podía estar más cerca del 1,5%.
“Este año jugó a favor el efecto positivo de la alta liquidez en el sistema financiero, pero ese es un fenómeno transitorio que no se iba a repetir en 2018. Solo con una baja en las tasas de interés es posible que el nivel de actividad crezca el 3 por ciento o algo más, aunque resignemos algo en términos de la velocidad de la baja de la inflación”, explicó un funcionario.
Esto significa que, aunque en Hacienda creen que se cumplirá la meta de la inflación del 15%, deben quebrar la inercia del mercado, que cree se ubicará en torno del 17 por ciento, con un pico importante en el primer trimestre del año, en torno del 2% mensual. El período enero-marzo será especialmente difícil por la suba en las tarifas de los servicios públicos y por cuestiones estacionales.
Posiblemente este corrimiento tenga un efecto sobre las negociaciones paritarias del año próximo, aunque, según aclararon, debería ser marginal porque la meta del 15 por ciento es más creíble que la previa del 10 por ciento.
Aunque el Gobierno prevé que los analistas privados recalculen hacia arriba el número de inflación que vuelcan en el relevamiento de expectativas del mercado (REM) del Banco Central, las opiniones están divididas entre los consultores, luego del anuncio de ayer y de la devaluación del peso de los últimos días.
Gabriel Zelpo, director de Elypsis, dijo que pasaron de una previsión del 17 a otra del 19 por ciento para el año próximo.
En cambio, Camilo Tiscornia, director de C&T, indicó que prevén un 15 por ciento y que las decisiones de ayer no le cambian el panorama, por ahora. “Dependerá si el dólar sigue en torno de los 19 pesos o baja; si se mantiene en este rango, posiblemente subamos la previsión de inflación. Igualmente, la nueva meta es más creíble que la anterior”, expresó.
Martín Vauthier, director del estudio ECO/GO, dijo que no modificó su proyección, “dado que ya la teníamos un cálculo en torno a 19 por ciento para el año que viene”.
Irina Moroni, economista jefe de la Fundación Capital, explicó: “Sostenemos nuestra proyección de inflación en 17,7%, dado que las expectativas ya estaban por encima de la meta anterior, e incluso la nueva meta sigue estando por debajo de lo esperado por el mercado. Los anuncios muestran una mayor intención de coordinar las distintas políticas económicas en pos de una meta común, pero esta nueva meta le imprime una mayor necesidad de cumplimiento”.
Por su parte, Pablo Goldín, director de Macroview sostuvo que “la macroeconomía tiene un piso de inflación del 20 por ciento difícil de perforar, más allá de los anuncios de ayer; es el mismo promedio de los últimos 10 años, más allá de alguna suba puntual en 2014 y 2016”.
“Para que la inflación sea menor, se debería enfriar el nivel de actividad, pero pasar de una meta del 12 al 15 por ciento es irrelevante. Aun en un escenario benigno, en junio habrá una inflación del 20 por ciento anual. Y en ese momento, ¿qué va a pasar con las tasas?”, indicó.
Por lo tanto, aclaró, “el gran desafío es no quedarse a mitad de camino, con alta inflación y menor actividad económica”.