Nuevo bono. El Gobierno aprovechó la expectativa devaluatoria para financiarse por el equivalente a US$1766 millones
El bono que el Gobierno ideó para completar su oferta a los productores para que aceleren la liquidación de dólares se mostró muy provechoso más para acercarle financiamiento a menor costo (si evita de acá a 13 meses una mayor devaluación del peso) que para ayudar a solucionarle la crisis de las reservas.
Por caso, le permitió al Ministerio de Economía tomar del mercado unos $136.100 millones con la emisión del bono ajustable según la variación de tipo de cambio de referencia ("A" 3500) por el equivalente a unos US$1766 millones, más de 3,5 veces el monto (US$500 millones) que había ofrecido al mercado y a una tasa de apenas 0,10% (podía fluctuar del 0 al 0,25%).
Se trata de una suma que le permite cubrir más de la mitad de los pagos de deuda en pesos que enfrenta en el presente mes, aun cuando tiene convocadas dos licitaciones más (la próxima en apenas 48 horas). Y le posibilita, además, ampliar el plazo promedio de vencimiento de sus emisiones en pesos, lo que le dará mayor margen a la política de financiamiento y quitará -a la vez- algo de presión sobre la asistencia que recibe por la vía monetaria.
El nuevo bono denominada "dólar link", con amortización el 30 de noviembre de 2021, recibió 1362 ofertas de compra y fue suscripto a un cambio de $77,0517 pesos por dólar. La liquidación de las ofertas se realizará el jueves próximo.
La respuesta del mercado no sorprende. Del apetito por contar en este contexto de expectativas devaluatoria en alza con papeles que aporten cobertura cambiaria (los denominados "dólar link") ya habían sacado provecho en los últimos meses las empresas locales exportadoras que, hasta agosto (último balance oficial), habían colocado 41 Obligaciones Negociables (ON) de este tipo por un monto equivalente a los U$S1077 millones ($75.046 millones convertidos al cambio oficial vigente al ser emitidas).
Paradójicamente, varias aprovecharon los pesos conseguidos a tasas que en muchos casos llegaron a ser del 0% para comprar dólares que dedicaron a cancelar deudas anticipadamente: deudas comerciales y -especialmente- financieras, algo que ahora el Banco Central (BCRA) les busca limitar.
El rol de los bancos
Además, en este caso, se había fomentado particularmente la demanda de los bancos, a los que el instrumento les sirve además para diversificar sus tenencias de deuda pública, y no fue casual.
Vale recordar que el Banco Central (BCRA), semanas atrás, les había aumentado la porción de títulos de deuda pública que pueden tener en cartera y obligado a encarar en lo que resta del mes un desarme del 20% de la cartera invertida en sus Letras de Liquidez (Leliqs), es decir, buscar nuevo destino para unos $365.000 millones.
"Les subió del 50% al 75% en relación con su Reponsabilidad Patrimonial Computable (RPC) y el viernes también le habían avisado que deben reducir 20% su tenencia de Leliqs en el mes", explicó el economista Federico Furiase, de la consultora EcoGo, quien advirtió que esa apuesta tiene sus riesgos, porque "un título del Tesoro no esteriliza pesos y suele tener menos liquidez que los instrumentos del BCRA".
A eso se sumó una importante participación de la Anses, que, según logró confirmar LA NACION, en los últimos días se hizo de liquidez (vendiendo bonos en dólares para operar sobre la brecha cambiaria y hacer una ganancia en pesos) y volcó la liquidez obtenida a la compra de este bono.
El anuncio de la colocación de este bono había sido anticipado la semana pasada por el ministro Martín Guzmán como parte de las medidas para alentar la oferta privada de divisas. En este contexto, colocó la licitación de un bono "en pesos atado al valor del dólar", al que describió como "una herramienta de inversión para quien quiera o necesite atar al dólar su tenencia en pesos", en obvia alusión a los productores agropecuarios.
"La emisión es positiva porque disminuye financiamiento monetario del déficit a través del BCRA y es negativa porque ata riesgo cambiario a la deuda del Tesoro. Una de cal y una de arena", explicó la consultora Mecronomic.