El futuro de Pro.Cre.Auto se definirá por empresa
A partir de mañana, las terminales se reunirán de forma individual con el Gobierno para negociar
El Gobierno y las automotrices bajaron ayer las tensiones que mantuvieron en los últimos días y que llegaron a su punto más alto el lunes pasado, cuando la presidenta Cristina Kirchner, en una reunión en la Casa Rosada, acusó a las empresas de "boicotear" el plan oficial Pro.Cre.Auto.
Los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Industria, Débora Giorgi, recibieron ayer en el Palacio de Hacienda a las terminales agrupadas en la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa). En el encuentro, que según fuentes que participaron de él se llevó a cabo en un "clima cordial", el Gobierno y las empresas acordaron definir a partir de mañana, en reuniones individuales, las condiciones en que se renovará el programa de créditos, cuyo plazo original vencía el 24 de este mes.
"La prórroga del plan tendrá una adhesión voluntaria por parte de las empresas terminales y sus términos se tratarán en forma individual en próximas reuniones con el equipo de Industria y Economía", dijo un comunicado de prensa enviado por Adefa, que añade que en esas reuniones se definirán "los modelos a incluir y sus precios, entre otros temas".
Para seguir participando en Pro.Cre.Auto las empresas esperan que se las autorice a actualizar los precios de los modelos incluidos en el programa. Cerca del Gobierno dijeron que esos eventuales aumentos se definirán "tomando en cuenta el estado de situación real de cada compañía".
En las reuniones también se abordará otro tema que preocupa a las empresas: la deuda en dólares que muchas de ellas vienen acumulando con sus proveedores en el exterior desde que el Banco Central no les vende las divisas para cancelar esos pagos. Según las terminales, esa deuda suma 2500 millones de dólares.
Si bien la reunión de ayer -en la que participaron el presidente de Adefa y de Ford Argentina, Enrique Alemañy; el titular de Fiat Auto, Cristiano Rattazzi; de General Motors, Isela Costantini; de Honda, Hideki Kamiyama; de Iveco, Natale Rigano; de Mercedes-Benz, Joachim Maier; de PSA Peugeot-Citroën, Luis Maria Ureta Sáenz Peña; de Renault, Thierry Koskas; de Scania, César Luis Ramírez Rojas; de Toyota, Daniel Herrero, y el director de Relaciones Institucionales de Volkswagen, Luis Merens- se centró principalmente en la continuidad del Pro.Cre.Auto, el tema de las divisas también fue abordado.
Según una fuente que participó del encuentro, Kicillof les pidió comprensión a las terminales y les dijo que en un "plazo prudencial" -de acuerdo con la fuente- la disponibilidad de divisas del país va a ser más holgada y los pagos podrán irse normalizando. La situación inquieta a las empresas dado que una eventual devaluación haría que se dispare el valor en pesos (moneda en la que venden los autos en el mercado interno) de la deuda con sus proveedores externos.
Impacto moderado
El director de la consultora abeceb.com, Dante Sica, mencionó la escasez de divisas al analizar la prórroga del Pro.Cre.Auto: "La principal duda es si las automotrices van a poder contar con lo dólares para poder producir los autos que están dentro del programa debido a la cantidad de partes importadas que se requieren para fabricarlos".
En opinión de Sica, durante sus primeros tres meses de vigencia el programa, aportará un total de ventas de 20.000 unidades, por lo que su mayor virtud fue "lograr ponerle un piso a la caída del mercado". Y añadió que el programa "generó movilidad en un mercado que estaba casi inmóvil, pero el impacto general no ha sido muy grande".
En el acumulado de enero a agosto, según la Asociación de Concesionarios (Acara), se patentaron en el país 501.814 vehículos, casi 170.000 menos que un año atrás. El desplome en las ventas internas, junto con la caída en las exportaciones a Brasil, explican la caída de 25% en la producción local de autos, que a su vez ha derivado en suspensiones en varias terminales.