El Fondo dijo que negocia estrechamente con el Gobierno y espera lograr “avances”, pero insistió en que el plan debe ser sólido y creíble
El organismo publicó su actualización del Panorama Económico Mundial y mejoró sus estimaciones de crecimiento para la Argentina; también recomendó endurecer la política monetaria para controlar la inflación
- 5 minutos de lectura'
WASHINGTON.- Gita Gopinath, la número dos del Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo que están trabajando estrechamente con el Gobierno con un enfoque “pragmático y flexible” y esperan avanzar a un nuevo acuerdo que permita refinanciar la deuda vigente con el organismo por 44.000 millones de dólares, aunque insistió en que la Argentina debe enhebrar un programa “sólido y creíble” para encarrilar la economía “Esperamos lograr más avances en los próximos días”, afirmó.
“Estamos trabajando muy de cerca con las autoridades argentinas para crear un programa que ayude a la gente de la Argentina. Eso requeriría de un programa que sea sólido y creíble y que aborde los desequilibrios que tiene el país”, dijo Gopinath, al responder una pregunta sobre las negociaciones en la conferencia de prensa en la que presentó la actualización del Panorama Económico Mundial, el informe insignia del Fondo.
“Tenemos que mejorar los desequilibrios para ayudar a los argentinos a recuperarse de las dificultades que están viviendo. Estamos trabajando muy de cerca con las autoridades. Entendemos que la situación social y económica es desafiante, por eso estamos adoptando un enfoque flexible y pragmático y esperamos lograr más avances en los próximos días”, completó.
La declaración de Gopinath llega en medio de crecientes preocupaciones de que las negociaciones entre la Argentina y el Fondo se dilatarán y el Gobierno se atrasará en los pagos al organismo, o a lo sumo llevarán a un programa “light” que sólo servirá para refinanciar la deuda y patear la pelota para adelante sin resolver los problemas de fondo de la economía. La demora en las negociaciones ha llevado mucha presión al dólar y los bonos. El Fondo y el gobierno de Joe Biden han insistido en el que acuerdo debe brindar un horizonte perdurable y tiene que colocar a la Argentina en una senda de crecimiento sostenible, pero inversores, analistas y economistas creen que en las condiciones actuales el FMI y el Gobierno solo pueden aspirar a cerrar el acuerdo “menos malo” posible.
Uno de los problemas centrales que debe resolver el nuevo programa es la inflación. El Fondo recomendó endurecer la política monetaria para atacar el alza del costo de vida. El Gobierno también aspira a que el acuerdo preserve la recuperación económica. El Fondo mejoró levemente la perspectiva de crecimiento para este año, luego del fuerte rebote que tuvo la economía en 2021 tras el derrape provocado por la pandemia del coronavirus.
El Fondo estimó que la Argentina crecerá un 3% este año –medio punto más que en la previsión anterior– y un 2,5% el año próximo, según las cifras actualizadas del Panorama Económico Mundial. Ambos pronósticos están atados a lo que suceda con la negociación, cuyo resultado es crucial para evitar un deterioro mayor de la economía.
El Fondo también recomendó endurecer la política monetaria para controlar la inflación en los países donde “la inflación tiene una base amplia junto con una fuerte recuperación”, o cuando “la inflación alta corre el riesgo de afianzarse, como en algunas economías de mercados emergentes y en desarrollo y economías avanzadas”, dos descripciones aplicables a la Argentina.
La inflación llegó al 50,9% el año anterior y el Gobierno hasta ahora ha optado por intentar controlarla a través de controles de precios, congelamiento de tarifas y un abanico de “cepos” al dólar. El staff del Fondo dijo a fines del año anterior que para atacar la “persistente y alta inflación” en la Argentina se requiere un “enfoque múltiple que implique una reducción del financiamiento monetario del déficit fiscal, una política monetaria adecuada con tasas de interés reales positivas y una coordinación de precios y salarios”.
Recuperación en pandemia
La última actualización del Panorama Económico Mundial ofreció la mirada del organismo luego de dos años de pandemia, una crisis de salud global que provocó una de las peores disrupciones en la economía mundial.
Gopinath, subdirectora Gerente del FMI, volvió a remarcar que, para abordar muchas de las dificultades que enfrenta la economía, es vital primero “romper el control de la pandemia”. El organismo volvió a poner el acento en la disparidad global de la campaña de vacunación: sólo el 4% de la población en los países pobres está totalmente vacunada, contra el 70% en los países ricos.
“Cuando la inflación tiene una base amplia junto con una fuerte recuperación, como en Estados Unidos, o cuando la inflación alta corre el riesgo de afianzarse, como en algunas economías de mercados emergentes y en desarrollo y economías avanzadas, se debe retirar el apoyo extraordinario de la política monetaria”, afirmó Gopinath en un comentario difundido junto con el informe en Washington.
“Varios bancos centrales ya han comenzado a subir las tasas de interés para adelantarse a las presiones de los precios. Es clave comunicar bien la transición de la política hacia una postura más restrictiva para garantizar una reacción ordenada del mercado”, apuntó.
El Fondo proyectó un crecimiento mundial para este año del 4,4%, medio punto porcentual por debajo del pronóstico anterior, principalmente debido a las rebajas en las calificaciones de Estados Unidos y China. En el caso de Estados Unidos, el empeoramiento del panorama se debe a las dificultades del gobierno de Joe Biden para aprobar en el Congreso el proyecto “Build Back Better”, que prevé una histórica ampliación del Estado de bienestar en el país, además del endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal y los problemas en las cadenas de suministro, que contribuyeron a generar la mayor inflación en cuatro décadas.