El FMI prevé un crecimiento de la economía argentina del 5,8% en 2021
El rebote, que marcará el fin de la recesión que comenzó con la corrida cambiaria de 2018, perderá fuerza el año próximo, cuando el organismo multilateral estima que la economía se expandirá un 2,5%
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WASHINGTON.- Con una aguda advertencia por la inflación, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró su panorama sobre la economía argentina y ahora prevé que crezca un 5,8% este año, un rebote que permitirá recuperar algo del terreno perdido durante los tres años de recesión que comenzó con la crisis cambiaria en el otoño de 2018, y se profundizó luego con la pandemia del coronavirus y la incertidumbre sobre el rumbo del país.
El rebote de la Argentina será más el fuerte dentro del grupo de las cuatro economías más grandes de la región que completan Brasil, México y Colombia, pero quedará por debajo del de Perú y Chile, las dos economías que resurgirán con más fuerza en América latina. Perú y la Argentina fueron los dos países que más sufrieron el golpe de la pandemia en el hemisferio, y los dos únicos que sufrieron una caída de su producto bruto dos dígitos –11 y 10 por ciento, respectivamente– en 2020. El desempleo en el país caerá al 10,6% este año, y al 9,3% en 2022.
Pese a la mejora del panorama, el Fondo prevé que el rebote se desinfle con una magra expansión del 2,5% el año próximo, y volvió a advertir por el alza del costo de vida y los desequilibrios de la economía. La economista jefe del FMI, Gita Gopinath, indicó en la conferencia de prensa en Washington en la que se presentaron las nuevas proyecciones que la inflación se mantiene alta, las expectativas inflacionarias “no están bien ancladas”, y el país aún debe hacer “mucho más” para estabilizar la economía.
“Por supuesto, persisten los desafíos. La inflación se mantiene alta, las expectativas de inflación no están bien ancladas”, advirtió Gopinath, al responder una pregunta sobre la Argentina. “Entonces, claramente hay mucho más por hacer en términos de estabilización macroeconómica. El gobierno claramente está trabajando muy duro en ello, y estamos en una estrecha colaboración con la Argentina para ayudar a construir un marco social y económico sólido”, agregó.
La mejora en las perspectivas de la economía argentina se debe a que las restricciones impuestas para controlar la pandemia tuvieron un efecto menos nocivo al esperado, y a la mejora en los precios de los alimentos, que eleva los ingresos por exportaciones del país, indicó Gopinath.
Tal como ocurrió con los últimos pronósticos, el FMI evitó ofrecer sus proyecciones para la inflación debido a las negociaciones en curso en busca de un nuevo programa. El ministro de Economía, Martín Guzmán, sostiene que cumplirá con la inflación prevista en el presupuesto, que prevé un alza de precios del 29% este año. Analistas esperan una inflación del 48,1% para este año, según el último relevamiento de expectativas de mercado del Banco Central. Guzmán también ha previsto que la economía puede llegar a enarbolar un rebote del 7% este año, superior a la previsión del Fondo.
Los nuevos pronósticos surgen del último informe Panorama Económico Mundial (WEO, según sus siglas en inglés) que difundió en Washington el Fondo en la apertura de la Reunión de Primavera del organismo y el Banco Mundial, que este año, al igual que el año último, será virtual. El informe se hizo eco del renovado optimismo que las vacunas sembraron en la recuperación de la economía global, aunque también dejó sentada la preocupación por las “divergencias” que deja la pandemia.
“Ahora proyectamos una recuperación más fuerte en 2021 y 2022 para la economía mundial en comparación con nuestro pronóstico anterior, con un crecimiento proyectado en 6 por ciento en 2021 y 4,4 por ciento en 2022”, señala el trabajo. “No obstante, las perspectivas presentan desafíos desalentadores relacionados con las divergencias en la velocidad de recuperación tanto en los países como dentro de ellos y el potencial de daños económicos persistentes a causa de la crisis”, agrega.
A pesar de que la recuperación del país está por arriba de las expectativas de unos meses atrás, la reactivación será más débil a la de otras economías emergentes, e incluso a la de algunas potencias que pudieron desplegar más recursos para enfrentar el golpe del coronavirus, y accedieron más rápido a las vacunas aprobadas contra el virus. De hecho, ayer, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, hizo hincapié en la necesidad de mejorar el acceso a las vacunas para los países de menores ingresos.
Entre las naciones desarrolladas, Estados Unidos, que ya destinó 5 billones de dólares para combatir la pandemia, crecerá este año un 6,4%; Francia crecerá un 5,8%, España un 6,4%, y el Reino Unido, un 5,3 por ciento. Las economías emergentes crecerán en conjunto un 6,9%, lideradas por India, que se expandirá un 12,5%, y China, con un 8,4 por ciento. Turquía, que sufrió en carne propia la desconfianza de los inversores al igual que la Argentina, logrará enarbolar un rebote mejor, del 6 por ciento. Vietnam y Malasia, dos de las economías más dinámicas del sudeste asiático, crecerán un 6,5% cada una.
Aunque Gopinath advirtió que aún existe mucha incertidumbre y que el destino de la recuperación está inexorablemente atado a las vacunas, la economista india se dio margen para el optimismo.
“Incluso con una alta incertidumbre sobre el rumbo de la pandemia, una salida de esta crisis sanitaria y económica es cada vez más visible”, afirmó.