El FMI evaluará una quita de intereses a la Argentina, pero Georgieva defendió la tasa que paga el país
En una conferencia de prensa en Washington, la directora gerente del FMI dijo que el costo más alto que debe afrontar al país busca proteger los recursos de los miembros del organismo
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WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) analizará el pedido del gobierno de Alberto Fernández para obtener una quita en los intereses que paga la Argentina por la deuda con el organismo de alrededor de US$45.000 millones, pero la directora gerente, Kristalina Georgieva, defendió la tasa vigente al indicar que refleja el “alto riesgo” de prestarle países en dificultades, y además sirve para proteger los recursos del Fondo.
El gobierno nacional aspira a conseguir una quita en la tasa de interés que la Argentina le paga al Fondo, que ahora incluyen una sobretasa que el organismo cobra a los países que acceden a un préstamo elevado, de “acceso excepcional”, tal como ocurrió con el crédito por US$ 57.000 millones que obtuvo el gobierno de Mauricio Macri hace casi tres años, luego de la corrida cambiaria que cerró el crédito externo al país.
La ofensiva para obtener mejores condiciones en la refinanciación con el Fondo ya fue planteada por el ministro de Economía, Martín Guzmán, en el G20, y durante su visita a Washington semanas atrás, cuando se reunió con Georgieva y el staff del FMI. El reclamo había despuntado a principios de este año desde el entorno de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, quien el último 24 de marzo dijo que las condiciones del FMI eran “inaceptables”. Para el Gobierno, el recargo que debe afrontar la Argentina es injusto.
Al ser consultada sobre el pedido del Gobierno de reducir el costo de financiamiento con el Fondo que enfrentan los países que acceden a préstamos bajo la modalidad de “acceso excepcional”, como la Argentina, Georgieva remarcó en una conferencia de prensa virtual en Washington que el FMI revisará su política de financiamiento este año y, por lo tanto, evaluará la propuesta argentina en el marco de esa revisión. Pero Georgieva, a la vez, ensayó una nítida defensa del esquema vigente.
“El Fondo está haciendo su revisión periódica de nuestros cargos. Y ese es el momento en que se pueden discutir este tipo de cuestiones”, respondió Georgieva.
“Hay una razón por la que el Fondo ha introducido en el pasado recargos por el acceso excepcional, y es crear un incentivo para que los países ingresen y salgan de los programas de la manera más eficaz y rápida posible. Dado que el Fondo es una institución que concede préstamos a los países la mayoría de las veces cuando se enfrentan a dificultades, eso plantea un alto riesgo y, por lo tanto, requiere que el Fondo también construya para la membresía, no para la administración, para la membresía, solidez a través de equilibrios preventivos”, indicó.
Georgieva dijo que el staff del FMI y el equipo económico que lidera Martín Guzmán están involucrados “de manera muy constructiva” en las discusiones actuales, pero evitó ponerle una fecha a un nuevo acuerdo, al indicar que el trabajo continúa y que, cuando el nuevo programa esté listo, se presentará ante el board del organismo para que sea aprobado. La perspectiva que predomina en Estados Unidos es que el Gobierno recién avanzará hacia un nuevo acuerdo con el Fondo después de las elecciones legislativas de octubre próximo.
“Estamos comprometidos de manera muy constructiva con la Argentina”, dijo la jefa del Fondo.
“Los dos equipos, nuestro equipo y el equipo argentino están trabajando. Y así, durante la visita del ministro Guzmán, tuvimos la reunión constructiva en ese momento. Los dos equipos acordaron algunos principios generales para el programa y el trabajo continúa. Lo avanzaremos. Y luego, cuando el acuerdo esté en su lugar, lo llevaremos a nuestra Junta Directiva”, completó Georgieva en su tradicional conferencia de prensa en el marco de las Reuniones de Primavera del Fondo y el Banco Mundial, al responder sobre la Argentina.
La economista búlgara también dijo que el Fondo evaluará un pedido de la Argentina y México para que los países que reciban una inyección de reservas sin condiciones por parte del organismo a través de una asignación especial de Derechos Especiales de Giro (DEG) puedan redistribuir luego esos fondos entre sí, de forma que los países que no los necesiten puedan entregarle esos recursos a otros. El Fondo se prepara para repartir US$ 650.000 millones este año a sus miembros. La Argentina recibiría alrededor de US$ 4400 millones.
“Evaluaremos cuidadosamente esta propuesta”, dijo Georgieva. “Colaboraremos con nuestros miembros para asegurarnos de que las opciones que presentaremos gocen del apoyo generalizado de los miembros y de que se definan sobre la base de contribuir de forma más eficaz a las necesidades de los países vulnerables”, agregó Georgieva.
El G20 le pidió al Fondo que explore opciones para que los países miembros puedan canalizar los fondos que reciban del organismo “de forma voluntaria en beneficio de los países vulnerables”, según un comunicado difundido por el grupo luego de un encuentro de los ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales. El G20 no dijo nada sobre una eventual baja en las tasas que cobra el Fondo.