El FMI advirtió que el programa pactado con la Argentina enfrenta riesgos
El staff que trabajó en el nuevo acuerdo dijo que será “difícil” bajar la inflación y el recorte de los subsidios a la energía depende de la capacidad de generación de fuentes hidroeléctricas y el aumento de los precios por la guerra en Ucrania
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WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional indicó que bajar la inflación será “difícil” y advirtió que el nuevo programa acordado con la Argentina enfrenta varios riesgos, entre ellos el aumento global de los precios de la energía provocado por la invasión de Rusia a Ucrania, que golpea de lleno en la ecuación para reducir los subsidios y subir las tarifas de la electricidad y el gas.
El Fondo prevé que la inflación bajará a fines de este año a un rango que oscilará entre el 38% y el 48%, una proyección más optimista que la del mercado, que espera una inflación similar a la del año anterior. El equipo técnico del FMI que trabajó con el ministro de Economía, Martín Guzmán, en la confección del nuevo acuerdo dijo además que habrá un plan para desarmar el cepo “en el tiempo”, dando a entender que los controles de capitales permanecerán al menos un rato. El staff develó también que en sus pronósticos el crecimiento de la economía se desacelerará a un rango del 3,5% a 4% este año, y luego convergerá a una tasa de crecimiento del 2%.
El equipo de funcionarios del FMI que tejió el nuevo programa económico durante los últimos dos años con Guzmán puntualizó algunos de los riesgos que enfrenta el nuevo plan durante una conferencia de prensa virtual en Washington, encabezada por el director del Departamento del Hemisferio Occidental, Ilan Goldfajn. El jefe del staff para la región se mostró confiado en que el Congreso argentino aprobará el nuevo acuerdo, que luego deberá ser refrendado por el board del organismo. “Tenemos la plena confianza en que las autoridades van a tener apoyo político”, dijo.
Goldfajn reiteró el nuevo mantra del organismo a la hora de describir el nuevo acuerdo con la Argentina por US$45.000 millones: es un plan pragmático, realista y creíble, que busca comenzar a corregir los profundos desequilibrios de la economía, aunque sin atacar los problemas de fondo. El principal objetivo es reducir la inflación. Y el staff del FMI se preocupó por dejar en claro que será un objetivo complicado.
“En la Argentina la inflación aún no está anclada y bajo el programa la idea es anclar esas expectativas. Hay mucha inercia y el proceso es difícil. Reconocemos que hay incertidumbres”, dijo el jefe de misión para la Argentina del Fondo, Luis Cubeddu, uno de los dos funcionarios del FMI que estuvo directamente involucrado en la negociación del nuevo acuerdo.
Cubeddu dijo que esperan una “reducción gradual” de la inflación. Para el año próximo, el Fondo anticipa una baja de cinco puntos en la suba del costo de vida respecto de este año.
Uno de los aspectos más tirantes de la negociación fue el ajuste de los subsidios a la energía. El Gobierno debió aceptar una suba de las tarifas mayor de la que aspiraba para poder llegar al equilibrio en las cuentas públicas a 2025. Cubeddu indicó también que la reducción prevista en los subsidios a la energía se basa en la evolución de los precios de la energía a nivel mundial, el cambio climático, y también las proyecciones sobre la capacidad de la Argentina de generar electricidad en sus centrales hidroeléctricas. Todos esos supuestos están bajo riesgos, indicó Cubeddu.
“Entonces lo que estamos haciendo es básicamente trabajar en un programa que trata de reducir los subsidios a la energía, pero también siendo muy conscientes de la evolución de los mercados energéticos y trabajando para tratar de ajustar las formas en que se pueden lograr estos ahorros”, indicó.
Julie Kozack, subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, quien trabajó codo a codo junto con Cubeddu en la negociación, dijo que uno de los objetivos del programa es desarmar de manera paulatina el “cepo”, la pila de restricciones que impuso el Gobierno para atenazar la sangría de reservas.
“Nuestro objetivo es encontrar formas en el programa para mejorar el marco para los controles de divisas de forma tal que el marco se fortalezca en términos de lograr el objetivo de ayudar a la economía a mejorar las reservas, lo que finalmente allana el camino flexibilizar esos controles con el tiempo”, indicó Kozack. “El programa contará con un plan para aliviar los controles con el tiempo”, remarcó.