El fiscal Taiano le pidió a Lavagna un adelanto del censo: quiere saber cuántos habitantes tiene La Matanza
En un pedido por escrito, le solicitó al Indec los números de 2022 sobre el distrito para saber si hubo irregularidades en la muestra de 2010; una denuncia que cayó en el juzgado de Julián Ercolini afirma que el municipio puede haber tenido entre 300.000 y 400.000 habitantes menos que los informados
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Al principio fue una leyenda. Hace diez años, todavía en tiempos de manipulaciones en el Indec, sólo la sostenía un puñado de empleados de ATE. Ya con Macri, en 2016, Jorge Todesca, entonces jefe del organismo, sorprendió con una presentación judicial que por ahora avanza lento. Este mes habrían aparecido nuevas inconsistencias. La posibilidad de que el Censo 2010, el que se hizo el mismo día de la muerte de Néstor Kirchner, haya tenido errores o falsificaciones terminó de instalarse en la discusión pública hace dos semanas, con una nueva denuncia, esta vez sobre una presunta sobreestimación en la población de La Matanza. El fiscal federal Eduardo Taiano acaba de meterle hoy más presión al director, Marco Lavagna, con un pedido por escrito: si ya están disponibles, dice, necesita los números del Censo 2022 sobre el distrito. Quiere saber cuántos habitantes tiene realmente la comuna que gobierna Fernando Espinoza.
Si las irregularidades se corroboran sería un escándalo. La última denuncia, que hizo Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, cayó en el juzgado de Julián Ercolini y afirma que La Matanza podría haber tenido entre 300.000 y 400.000 habitantes menos de los que dijo aquel censo, que consignó que ahí vivían 1.775.816 personas. Valenzuela sumó como querellante a su par de Mar del Plata, Guillermo Montenegro: ambos consideran que, si existió ese nivel de fraude, el mayor distrito bonaerense se habría quedado con unos 30.000 millones de pesos que, en realidad, les pertenecen a otras comunas. Una suma bastante cercana a la que, según fuentes bonaerenses, el intendente Fernando Espinoza tendría ahorrados para el futuro de los matanceros: 20.000 millones de pesos en un plazo fijo y otros 5000 millones en la caja.
Son tironeos por una manta corta, los recursos. Según la ley 10.559, a los 135 municipios les corresponde el 16,14% del total de ingresos de la provincia, recaudación que se conoce en la jerga como “masa coparticipable” y que se reparte según varios parámetros que, a su vez, servirán para la composición del Coeficiente Único de Distribución. Esa fórmula compleja indica que una parte de esa masa coparticipable, exactamente el 36%, se asigna a las comunas según la cantidad de habitantes. Es lo que, según los denunciantes, habría llevado a La Matanza a quedarse con fondos que pertenecían a otros. Las actuales proyecciones oficiales para el distrito, que se hicieron a partir de los datos del censo 2010, ubican su población en 2,4 millones de personas.
El disparador de la discusión fue en realidad fortuito. Empezó en un trabajo que los analistas Mauricio Infantino, ingeniero en Sistemas, y Federico Tiberti, politólogo, publicaron en Twitter sobre los porcentajes de vacunados en la provincia y cuyos resultados sorprendieron: La Matanza les daba por debajo del 60%, un nivel muy exiguo si se considera que ningún otro municipio de la provincia de Buenos Aires lo hizo por debajo del 80%. Ese ranking lo encabezan San Isidro, San Miguel y Morón con cifras superiores al 95%. ¿Era posible que Espinoza hubiera vacunado tan poco, teniendo en cuenta además que la tasa de mortalidad por Covid estaba entre sus vecinos debajo del promedio de los 135 distritos?
Con @fedetiberti continuamos investigando la población de La Matanza y esta vez conseguimos información sobre la matrícula escolar (inicial, primaria y secundaria) desde 2006 en adelante. Es interesante porque esta vez el análisis se focaliza en población joven. 🧵👇 pic.twitter.com/RtkUL9eXss
— Mauro Infantino (@plenque) April 11, 2022
Los analistas auscultaron entonces otros datos y descubrieron varias inconsistencias. La primera es la curva de crecimiento de población de La Matanza entre los censos 2001 y 2010: un 41%, muy por arriba del resto. Solo Ezeiza, con 38%, se le acerca, pero territorios de configuración social análoga aparecen muy lejos. Florencio Varela, por ejemplo, con 22%. O Berazategui, con 13%. Lomas de Zamora tuvo 4%. Tres de Febrero, 1%. Diferencias monstruosas, y más considerando que, en simultáneo, las viviendas crecieron en La Matanza sólo 24%. ¿Un baby boom en el territorio más extenso y poblado de la provincia?
Los investigadores pasaron después a revisar la matrícula escolar y detectaron que tampoco explica ese fenómeno de fertilidad. Al contrario: si se calcula ese indicador sobre la población, La Matanza tiene la tasa de matrícula escolar cada 100 habitantes más baja de toda la provincia. Menos del 10%, muy por debajo del resto. ¿Nadie estudia en La Matanza? ¿Serán todos adultos? Difícil saberlo porque, si se mide la gente en condiciones de votar sobre habitantes, el distrito tiene también el índice bonaerense más bajo. Doble récord metafísicamente imposible: la población bonaerense más adulta (menos matrículas) y, al mismo tiempo, la más joven (menos electores). Una contradicción sólo explicable en la distorsión de tener sobredimensionada la base de cálculo, que es la población.
Casi no hay indicador de La Matanza que no sorprenda si se lo compara con la cantidad de gente que vive ahí según el Indec. El ingreso familiar de emergencia (IFE) que el Gobierno entregó durante la cuarentena, por ejemplo. Los analistas afirman que, según los datos de la Anses, esas asignaciones cada 100 habitantes estaban en 2020 por debajo de 15%, en el mismo nivel que San Isidro, el segundo distrito más rico de la provincia. Pero La Matanza no es San Isidro: tiene más bien un nivel de pobreza crónica comparable a José C. Paz, que exhibe una entrega de IFE cercana a 25%. En Merlo, otro territorio comparable en ingresos, el IFE superó el 20%. Otro dato que llama la atención es la cantidad de hogares con seis personas. La Matanza es, de los 135, el único distrito en que ese indicador creció entre los censos 2001 y 2010. Casi que se duplicó: del 7% al 12%. El resto de las comunas, en cambio, registró caídas.
Es inevitable que el tema irrumpa en la campaña electoral. En el entorno de Espinoza no tienen dudas: dicen que la denuncia aparece en este momento porque será La Matanza el gran terreno de disputa con la oposición. En Juntos por el Cambio creen, a su vez, que la denuncia que Espinoza acaba de hacerle a la ciudad de Buenos Aires por “deportación de pobres”, causa en la que le reclama más de 100.000 millones de pesos por traslados de habitantes de villas a territorio bonaerense, es una represalia por las sospechas sobre el Indec.
Consultados al respecto, tanto en el organismo como en el municipio contestaron que preferían esperar los resultados del censo 2022. La discusión abona, con todo, viejas suspicacias sobre el relevamiento de hace 12 años. En el libro No somos cómplices de la mentira, publicado en 2014, un grupo de profesionales de ATE dice que aquella medición consignó en realidad una cifra muy inferior a los 40 millones de argentinos finalmente informada. Carmen Pajón, del área de Informática del Indec, declaró entonces en conferencia de prensa: “Desde errores en los cuestionarios, pasando por la no actualización de la cartografía (se utilizó la de 2001), hasta el mal ingreso de los datos hicieron de este censo algo tan vergonzoso que los números en realidad publicados no son más que la proyección de datos del censo 2001. El Censo Nacional de Población no dio 40 millones de habitantes, sino 36 millones; por lo que, ante el fracaso escandaloso, se decidió proyectar los datos de 2001″.
Dos años después, Todesca denunció en la Justicia la supuesta duplicación de datos en varias ciudades. En una gacetilla publicada aquel 15 de julio, el Indec dice: “Hasta el momento se han detectado réplicas de registros de personas en aproximadamente 400.000 casos; por ejemplo, réplicas o clonación de registros de individuos en un rango que va desde duplicaciones de dos hasta 130 veces; de estos últimos, en 94 casos los mismos registros se replicaron 130 veces”. La denuncia de Todesca, que está en el juzgado de Ariel Lijo y que tiene como fiscal a Guillermo Marijuan, agrega que se ha detectado la traspolación de datos de una ciudad a la otra. “Por ejemplo, la población de Humahuaca estaba replicada sobre otra ubicación geográfica, distinta a la de referencia”, dice.
Marco Lavagna dijo hace pocos días que los datos preliminares del Censo 2022 estarían en unos tres meses. Taiano le pidió ayer un anticipo. Serán los resultados, y no las especulaciones, lo que pondrá fin a la ansiedad política y ayude a despejar mitos internos. El más difundido: que la muerte de Kirchner alteró la mecánica de la medición y que, como consecuencia, muchas actas se completaron por proyección. “Millones de lágrimas censadas”, decía en ese momento una bandera que cubrió el frente del edificio de la avenida Julio A. Roca. Horas después, en silencio, aparecieron en las escaleras afiches que se limitaban a una cifra: “36 millones”.