El Fernet gana el nicho joven y se expande en consumo y producción
Con nuevos competidores en el mercado, hoy se producen 40 millones de litros al año, el doble que en 2007
Como la espuma que sube en cada trago combinado con bebida cola, el Fernet vive la efervescencia del consumo alentado por los jóvenes. Esta bebida de hierbas, que llegó a la Argentina con los inmigrantes italianos, se popularizó como aperitivo y digestivo, pero se abrió paso entre los grupos de menores de 25 años.
"No se trata de una reinvención, sino de que se ampliaron las ocasiones de consumo y eso llevó años de trabajo. El público cambió y la gente experimentó otra combinación. Cambió la mezcla con vermut por la bebida cola", explica Ricardo Destefano, director comercial de Fratelli Branca, que produce Branca y Branca Menta, para el segmento premium, y comercializa para una línea de baja gama Vittorio y, recientemente, Veneto.
Como ocurrió con el whisky o el ron, que en torno de las décadas del 60 y 70 se empezaron a tomar con la bebida cola, el Fernet capitalizó esa mezcla de a poco y creció en consumo. Pasó, según un reporte de la consultora Acebeb.com, de 0,47 litros per cápita en 2007 a 1,02 litros, según el cálculo estimado para este año.
Ese consumo per cápita, según datos de Branca, aumenta entre 15% y 18% en el noroeste argentino, en Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero, porque ahí está muy arraigada la ingesta de productos con alto contenido herbáceo. Pelea el consumo con Córdoba, donde se toman unos 3 millones de litros y se venden 3,9 millones de botellas de Fernet al año, revela una encuesta de Delfos. "Fernet se instaló en Córdoba como un símbolo y se lo adoptó como algo propio, similar a lo que sucede con el cuarteto", dice Santiago Gómez, de la consultora.
Esa costumbre explica que las tres cuartas partes de la venta de Fernet se concentren en el interior, según refiere Horacio Mutti, gerente de marketing de Fratelli Branca, cuyo producto requiere 16 meses de elaboración antes de salir al mercado, luego de pasar por procesos de maceración y estar un año en cubas de roble de Eslavonia (una región de Croacia).
Horacio Lazarte, especialista de Abeceb.com, dice que con la crisis en 2002, el sector de bebidas alcohólicas se vio golpeado y que en la recuperación fueron los amargos, los bitter y el Fernet los que sacaron ventaja. "El Fernet si bien no era estacional tuvo que ver con el arraigamiento cultural. Con las campañas de estrategia de marketing se amplió el rango de consumo", dice Lazarte. Así se instaló como un trago de barra en boliches, previas, fiestas, asados y reuniones.
Destefano cuenta que se cuidó al público que tenían, que eran hombres mayores de 40 años, y se abrió paso a los nuevos consumidores, que promedian los 25, e incorporó a la mujer.
En ello coincide Wendy Méndez Casagriego, Brand Manager de 1882, un Fernet de origen cordobés que nació en 2007 pensado en la mezcla con la bebida cola que los jóvenes hacían en esa provincia. Está elaborado por la firma local Porta Hermanos, que decidió traerlo a Buenos Aires hace cuatro años, luego de haberlo popularizado en Córdoba y ciudades cercanas.
Con un mercado dominado por Branca, que tiene más de 50% de la porción, Porta apostó a sacar un producto de mejor calidad a los que ya intentaban competir y acompañarlo con singulares acciones de marca.
Globos en forma de delfines en La Cañada, loft privados con juegos, cata a ciegas, kits con vasos ferneteros, una instalación con la Coca Sarli y un asado submarino, que se realiza hasta hoy en Tigre, han sido parte de las campañas para captar a un público de 18 a 25 años, en un inicio, y hoy hasta los 30. "Vamos por ocasiones de consumo. Este año fuimos por asado que se comparte con el Fernet", dice.
Aliados hace dos años con Cepas Argentinas, que se encarga del área comercial, crecieron 100% en 2011 y alcanzaron una cuota de mercado de entre 6 y 8 por ciento. El resto lo integran marcas como Cinzano; Ramazzoti y Capri, de Pernod Ricard; Lusera, de Cepas Argentinas; Monza, de Dellepiane; Imperio, de Licores Argentinos; Ottone, de Peters, entre otras.
Con una diversidad de presentaciones: miniatura, de 450 ml, 750 ml, 1 litro (Branca) y 3 litros (1882), las marcas alimentan cada vez más la producción, que este año –de mantenerse la tendencia– alcanzaría los 41.700.000 litros. En 2011, los amargos bitter y Fernet llegaron a 36.220.948 litros, cuando en 2007 fue de 20.581.573 litros, según la Cámara Argentina de Destiladores Licoristas.
La industria prevé que el auge siga. Por eso Branca ampliará la línea de embotellamiento, en su planta de Tortuguitas. La actual produce 40.000 botellas por hora (una línea de 20.000 y dos de 10.000). Con la nueva maquinaria, cada línea podrá producir 36.000 por hora. Una muestra de que la efervescencia va para largo.
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