Esto ocurre mientras aumenta el temor en los mercados de una recesión económica en Europa, en un contexto de alta inflación y una creciente incertidumbre sobre la continuidad en el suministro de gas ruso
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La divisa europea llegó a su nivel más bajo en 20 años y alcanzó la paridad con el dólar. Las dos monedas estuvieron a menos de un centavo de alcanzar exactamente el mismo valor, cuando el euro rondó los US$1,007 el lunes, lo que supone un descenso de casi el 15% desde el comienzo del año. Finalmente, hoy, martes 12 de julio, a las 6.50 de la Argentina las divisas igualaron su cotización. Sin embargo, algunos minutos después, la moneda de la Unión Europea tuvo un leve repunte.
Esto ocurre mientras aumenta el temor en los mercados de una recesión económica en Europa, en un contexto de alta inflación y una creciente incertidumbre sobre la continuidad en el suministro de gas ruso.
Atrás quedaron los años en que el euro era tan fuerte (1,6 veces el dólar durante la crisis financiera mundial de 2008) que muchos europeos iban de vacaciones a Estados Unidos por los bajos precios en hoteles y comida, volviendo a casa con las valijas llenas de productos electrónicos y ropa.
Pero ahora la situación es completamente distinta, con Europa sufriendo las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania y la decisión del Banco Central Europeo de mantener las tasas de interés.
¿Por qué se está hundiendo el euro?
La depreciación del euro ocurre en medio de una crisis energética en Europa provocada por la invasión rusa en Ucrania.
Existe inquietud frente a la posibilidad de que esta crisis cause una recesión de consecuencias insospechadas, una sombra que se intensificó el lunes ante la reducción del suministro de gas ruso y la preocupación de que la inflación siga aumentando.
El gigante energético ruso Gazprom inició 10 días de mantenimiento en su gasoducto Nord Stream 1, con Alemania y otros países europeos observando ansiosamente si el gas regresará después de esta operación. Rusia podría aprovechar la oportunidad para cerrar las válvulas.
“Hay mucho miedo sobre lo que pueda pasar en el plano energético con la guerra. Ya veremos si seguimos recibiendo gas de Rusia”, dice Juan Carlos Martínez, profesor de Economía de IE University.
A ese conflicto se suma el golpe que reicibió la divisa porque las tasas de interés están subiendo mucho más rápido en Estados Unidos y eso atrae los capitales hacia la mayor economía del mundo.
“La causa más importante de la caída del euro es la diferente velocidad en la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo”, argumenta Martínez en diálogo con BBC Mundo.
Para los inversores, los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. son más altos que los de la deuda de Europa, lo que hace que ellos prefieran el dólar antes que el euro.
Desde esa perspectiva el Banco Central Europeo está en una posición difícil, tratando de frenar la inflación y, al mismo tiempo, amortiguando una economía en desaceleración.
“La zona euro todavía no empieza a subir los tipos de interés. Lo hará previsiblemente en su reunión de finales de julio, pero lo hará de una forma más lenta”, agrega Martínez.
¿Cuáles son las consecuencias?
Con la inflación en la zona euro en su nivel más alto desde que comenzaron los registros (8,6%), la depreciación del euro aumenta el costo de la vida al encarecer las importaciones.
En otros momentos de la historia, una moneda más débil no es necesariamente una mala noticia porque los gobiernos la utilizan como una manera de estimular el crecimiento económico, dado que las exportaciones se vuelven más competitivas. Ahora, sin embargo, no es el caso.
“Cada vez que el dólar sigue apreciándose, nos cuesta más en euros comprar un barril de petróleo. Ese es el gran problema que vemos ahora”, explica el economista. Es por eso que un euro débil contribuyó a que los combustibles hayan superado máximos históricos, perforando el bolsillo de los consumidores.
La situación es inquietante para los países de la región, considerando que cerca del 50% de las importaciones de la zona euro están denominadas en dólares. Si terminara pronto la guerra en Ucrania, algo que los expertos consideran como poco probable, la depreciación del euro podría detenerse.
La segunda alternativa para frenar la devaluación es que suban los tipos de interés en la zona euro. “Sería necesaria una política más agresiva del Banco Central Europeo, algo que por el momento no parece estar sobre la mesa”, dice Martínez.
América Latina
En el caso de América Latina, la paridad entre el euro y el dólar “no tiene un impacto directo en la región”, le dice a BBC Mundo Elijah Oliveros-Rosen, economista senior de la división Latin America Global Economics & Research.
Lo que refleja esta situación, agrega, es que hay una apreciación del dólar a nivel general. “La fortaleza del dólar no es solo frente al euro, sino también frente a la mayoría de las monedas de los países emergentes, incluyendo América Latina”.
De hecho, Argentina, Chile y Colombia son los tres países que han sufrido las peores devaluaciones de sus monedas en lo que va de este año frente al dólar.
Por Cecilia Barría
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