El escándalo de escuchas telefónicas sacude el plan de sucesión de News Corp.
Rupert Murdoch ha dicho desde hace tiempo que quiere que uno de sus hijos lo suceda al frente de su imperio de medios. Sin embargo, el escándalo en News Corp. amenaza esa posibilidad.
Su hijo más joven, James, de 38 años, fue preparado como el heredero al trono. Pero fuentes cercanas a la empresa afirman que su futuro se nubló debido a las dudas sobre su rol en el escándalo de interceptaciones telefónicas, que sacudió la unidad británica de diarios del gigante de medios y llevó al cierre del tabloide New of the World, de 168 de antigüedad.
Un comité parlamentario británico volvió a citar a James Murdoch para que aclare evidencias contradictorias sobre lo que pasó en News of the World, donde se interceptaron mensajes de correo de voz en busca de primicias.
James Murdoch, actualmente subdirector general de operaciones de News Corp., ha dicho que apenas a fines del año pasado se enteró de que la interceptación de llamadas se extendía más allá del corresponsal que cubría la realeza para News of the World y un investigador privado pagado por el diario. Sin embargo, el ex editor del tabloide y un ex abogado de la empresa lo contradicen, al sostener que en 2008 fue informado sobre la existencia de evidencia que sugería que la in-terceptación era más amplia.
Sin pruebas concretas que apoye esas acusaciones, algunas personas en News Corp. sienten que la amenaza a la carrera de James ha disminuido. Pero muchos reconocen que aún tiene un reto por delante para limpiar su nombre y preservar su camino hacia la cima.
Un vocero de News Corp. indicó que James está "dispuesto a volver a testificar para contestar cualquier otra pregunta que puedan tener los legisladores".
La convocatoria del Parlamento es la más reciente complicación en una estrategia de sucesión orquestada — y a menudo improvisada— por su padre. Los hermanos mayores de James, Lachlan y Elisabeth, dejaron la compañía hace tiempo, aunque Elisabeth volvió a sumarse este año. La familia controla la empresa a través de su participación con poder de voto de 40%.
En agosto, Rupert Murdoch, de 80 años, les dijo a analistas que si tenía que dejar su cargo de presidente ejecutivo por razones inesperadas, lo sucedería el director general de operaciones, Chase Carey. Fue la primera vez que el magnate clarificó públicamente el plan. Murdoch había conversado internamente sobre el escenario de sucesión a corto plazo con anterioridad, incluso a principios de este año, como un paso intermedio mientras uno de sus hijos asume el control, según personas al tanto del asunto.
Además, Murdoch indicó que él y Carey tienen "confianza plena" en James pero que "al final, es una decisión de la junta directiva".
News Corp., que es dueña de The Wall Street Journal, prefirió no hacer comentarios.
A lo largo de los años, Murdoch ha intentado no mostrar favoritismo entre Lachlan, James y Elizabeth, todos hijos de su segundo matrimonio. Su hijo mayor, Lachlan, abandonó la compañía hace seis años en parte debido a desacuerdos sobre estrategias. En 2000, Elisabeth hizo lo mismo para comenzar su propia compañía de producción. Este año regresó al conglomerado cuando News Corp. compró su empresa, Shine. Pero Elisabeth recientemente postergó planes para sumarse a la junta directiva.
La partida de sus hermanos creó una oportunidad para James, que se sumó a News Corp. cuando ésta compró su sello de hip-hop, Rawkus, a mediados de los años 90. Se ha ganado el respeto entre los ejecutivos por supervisar el crecimiento del negocio de televisión satelital Star TV en Asia, y luego de British Sky Broadcasting Group PLC. Pero también ha tenido un efecto a veces perturbador porque ha tratado de darle su sello a la compañía, dijeron fuentes al tanto.
Desde el punto de vista de su estilo, James ha sido el contraste de su padre. Mientras que Rupert Murdoch es conocido por no tomar en cuenta las prácticas de gerencia de los libros de texto, a James se lo conoce por estar familiarizado con la jerga de los negocios.
Navegando cautelosamente entre sus roles de hijo y heredero, James a veces llama a su padre "papá", y otras veces "el jefe".
En marzo pasado, James fue nombrado subdirector general de operaciones, un cambio ampliamente percibido como un avance hacia su consagración, pero el escándalo de las interceptaciones alcanzó una nueva dimensión y planteó un obstáculo a la sucesión.
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