Aparecieron de la noche a la mañana y rompieron todos los rankings, haciendo que el mundo entero se preguntara quiénes eran esos dos jóvenes atléticos, de voz única y carisma a prueba de balas que llenaban estadios y vendían millones de discos. Eran Robert Pilatus y Fabrice Morvan, el dúo integrante de Milli Vanilli, que alcanzó rápidamente el disco de platino y ganó un premio Grammy, pero que en menos de dos años terminó envuelto en el mayor fraude de la historia musical.
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El cuento, que empezó siendo de hadas y terminó siendo de terror, comienza en dos bellas ciudades europeas, la alemana Munich y la francesa París . En la primera de ellas, un 8 de junio de 1965 nació "Rob" Pilatus; mientras que en la segunda, un 14 de mayo de 1966 llegó a este mundo "Fav" Morvan. Sus vidas no serían para nada destacadas hasta fines de los ochenta, cuando unirían sus destinos.
Pilatus, que era futbolista amateur y trabajaba como modelo y bailarín de breakdance, comenzó en 1987 como corista, participando en la banda Wind, con la que tuvo relativo éxito. Morvan, por su parte, se trasladó a los 19 años a Alemania, donde trabajó como bailarín y modelo. Ambos se conocieron en 1987 en un club nocturno de Munich.
Pero faltaba un eslabón más para que esta historia comenzara a tomar color, y este no fue otro que el productor alemán Frank Farian, famoso por su trabajo con el grupo Boney M. Estaba preparando una banda para dejar atrás el sonido disco de los años 70 y Pilatos y Morvan le venían como anillo al dedo, puesto que eran lindos, atléticos, carismáticos, ideales para lo que se vivía en esa época en el mundo de la música: la era dorada de los videoclips.
Además, había una característica más de estos dos muchachos que cautivó al productor. El hecho de que ambos fueran negros era un aliciente para su propósito, ya que Farian quería que se asemejaran a un auténtico grupo de R&B (abreviatura de rhythm and blues, un género de música popular afroamericana que tuvo su origen en los Estados Unidos en los años cuarenta).
Firmaron contrato en enero de 1987 y nació así Milli Vanilli, un nombre que hace referencia al apodo de la esposa de Farian, pero que en su momento se vendió como un "nombre turco". El productor se movió rápidamente y los promocionó por todos los medios. Según recuerda Bebe Sanzo, locutor con una carrera de 30 años en radio, aparecieron de la noche a la mañana y su explosión fue impresionante. "Todos nos preguntábamos de dónde habían salido estos fenómenos", cuenta.
Tal como se relata en el sitio Guioteca, el primer disco de Milli Vanilli, "All or nothing", fue lanzado el mismo año 1988 y alcanzó de inmediato los primeros puestos en los charts musicales de diversos países europeos, como Gran Bretaña y Alemania . "En la carátula del disco aparecían tanto Morvan como Pilatus, pero no se especificaba quien interpretaba los temas", precisa este medio.
La buena recepción del disco les significó un contrato con Arista Records, una importante casa discográfica norteamericana (subsidiaria de Sony), que les produjo su segundo long play: "Girl, you know it’s true" ("Nena, sabes que es cierto"). Este disco, que contenía una nueva versión de los temas más populares del anterior y varias novedades, alcanzaría el disco de platino por sus millonarias ventas (se estima que vendieron 14 millones de discos).
La canción que daba título al álbum, que estuvo en las disquerías el 25 de junio de 1988, llegó a la cima de los puestos de popularidad en los Estados Unidos y lo mismo ocurrió con otros singles que el dúo grabó especialmente para el mercado estadounidense ("Baby Don’t Forget My Number"; "Girl I’m Gonna Miss You" y "Blame It on the Rain", que alcanzaron el puesto número 1 de las listas a lo largo de todo 1989).
En enero de 1990, Milli Vanilli obtuvo tres premios American Music Awards (AMA) al mejor artista revelación, a la mejor canción pop ("Girl You Know It's True") y al mejor artista revelación en R&B. Pero aún no habían alcanzado su cenit. Eso llegaría el 21 de febrero, en la 32ª entrega de los Premios Grammy , fueron galardonados al mejor artista novel.
Su efervescencia era tal en aquella época que Rob Pilatus llegó a decir a la revista Time que Milli Vanilli tenía "más talento que Bob Dylan , Paul McCartney y Mick Jagger ". Jóvenes, lindos, exitosos y millonarios. Estaban en la cima de la gloria y tenían allanado el camino para hacer historia en la música. Pero, pronto todo se desvanecería en el aire y sus carreras se esfumarían tan rápido como habían aparecido.
Estaban dando un show en Bristol, Coneccticut, y de repente les falló el playback de su tema éxito. Se empezó a repetir el estribillo una y otra vez, sin que ellos pudieran hacer nada. Trataron de disimular lo más posible, pero en un momento el propio Pilatus escapó del escenario. Como contó tiempo después, estuvieron largo rato convenciéndolo para que volviera. "No lo podía creer. Ese estribillo repitiéndose una y otra vez, con 80.000 personas allí abajo", comentó.
Ese día se fueron abucheados por una multitud indignada Pero todavía quedaba lo peor: a la gente ya le había empezado a parecer extraño que cantaran tan bien en inglés cuando en las entrevistas no podían pronunciar correctamente las palabras en ese idioma. A partir de ahí, la mentira que habían montado se hizo insostenible.
¿Qué sucedía en realidad? Fue el propio Farian el que el 12 de noviembre de 1990 respondió a esa pregunta, al confesar públicamente que Rob y Fabrice no eran los verdaderos Milli Vanilli, sino que solo ponían su imagen y los que cantaban eran otros. Esos "otros" eran Charles Shaw, John Davis y Brad Howell, que eran buenos músicos y cantantes pero no tenían un atractivo físico "marketinero".
Cuatro días después de esta confesión, que cayó como un balde de agua fría entre los millones de personas que habían comprado sus discos y los habían escuchado repetidamente en la radio, la televisión o shows en vivo, a Milli Vanilli se les quitó el premio Grammy que habían conseguido sólo nueve meses antes. "Fue el primer y único caso en la historia de una banda que tuvo que someterse a ese bochorno", destaca Sanzo.
En tanto, ante una fuerte presión de la prensa estadounidense, el sello Arista Records borró inmediatamente todo álbum de Milli Vanilli de sus catálogos. Pilatus y Morvan perdieron todo., quedaron marcados como protagonistas del mayor fraude de la historia musical, fueron borrados de los escenarios y la discográfica debió devolver millones de dólares a los que habían comprado sus discos (puesto que recibieron una catarata de demandas de fans que se sentían estafados).
Sanzo estima que en la actualidad, con el gran ánimo de litigiosidad que existe, hasta podrían haber terminado en la cárcel. Poco después, intentaron reponerse mediante el lanzamiento de un nuevo disco, pero ya la magia se había roto y ese álbum pasó sin pena ni gloria: Milli Vanilli era historia.
Aún quedaba un capítulo más para que esta farsa se convirtiera en tragedia. El 2 de abril de 1998, Pilatus fue encontrado muerto por sobredosis de pastillas y alcohol en un hotel de Franfurt, Alemania; en lo que se considera consecuencia de una gran depresión en la que había caído por no haber podido superar nunca el "trauma Milli Vanilli".
Ambición, falta de escrúpulos, oportunismo, malos entendidos y un disco que se trabó en el momento menos pensado formaron un cóctel letal que terminó con una de las apariciones más fulgurantes de la música pop. Ironías de la vida: el gran hit de Milli Vanilli decía en su estribillo "Nena, sabes que es cierto", cuando si había algo que ellos no podían asegurar era justamente que lo que hacían era "cierto".
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