El dólar oficial cerró la semana registrando la mayor suba en más de un año
Lo dejó correr 0,7% en la semana, lo que no permitía desde fines de enero del año pasado, para evitar cerrar la rueda cediendo reservas.
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Sin reservas propias, el Banco Central (BCRA) se ve forzado a ir progresivamente convalidando un aumento en el ritmo de ajuste cambiario -aquel que tanto buscó postergar-, aunque hace todo lo posible para mantenerlo “administrado” para evitar (como se comprometió públicamente) posibles “saltos” como los registrados en circunstancias similares en el verano de 2014.
Se comprobó una vez más en el cierre de la presente semana, lapso en que validó un alza de $105,41 a $106,15, es decir, del 0,705% o $0,74 centavos del tipo vendedor del dólar comercial o mayorista, incremento de una magnitud que no le permitía al billete desde la semana final de enero de 2021, es decir, desde hace un año y una quincena.
De este modo ya sube 1,1% en las nueve ruedas que van del mes y cuando quedan otras 10 para que culmine, considerando la pausa que impondrán los feriados por Carnaval.
“Subió hoy a una tasa del 3,1% efectiva mensual (TEM), que cae al 2,66% en lo que va de febrero, pero es mayor que el ritmo de enero y luego de las maniobras oficiales para obstaculizar (más) a la demanda y tratando de evitar mayor deterioro del ya delicado cuadro en las reservas”, observó en analista Andrés Recchini, de F2 Soluciones Financieras.
La marca se concretó al permitir hoy otro aumento de 14 centavos del tipo de cambio oficial, que había cerrado ayer a $106,01, para no tener que cerrar la rueda resignando reservas por intervenciones (terminó con saldo neutro), pese a que el volumen operado en el mercado rebotó 70% (escaló hasta los US$260,6 millones) y marcó el mayor nivel no sólo en la semana sino -además- en lo que va del mes.
“La premisa, luego del torniquete administrativo aplicado a la demanda, parece ser no vender aquello que ya no había, pero de lo que ahora hay menos. Incluso de los números del día se infiere que, al verificar algo más de oferta, validaron algo más de demanda, pero cuidando no romper ese equilibrio para concluir la semana del cepo hiper reforzado al menos con una recompra algo mayor a los US$50 millones, tras tres semanas de pérdidas”, explicó a LA NACION el jefe de mesa de un banco privado líder en operaciones de comercio exterior.
En la semana que acaba de finalizar el tipo de cambio mayorista subió setenta y cuatro centavos, la corrección semanal más alta desde la última semana de enero 2021
— Gustavo P Quintana (@guspaqui) February 11, 2022
Hay que tener en cuenta que, de los datos consignados en su último balance semanal (al viernes pasado) se puede inferir que el BCRA tiene reservas netas por apenas US$1165 millones, absolutamente respaldadas por la tenencia valuada en US$3611 millones que conserva de onzas de oro, ya que su posición líquida a esa fecha ya era negativa en US$2446 millones, según consignó recientemente el Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (Geres).
Eso devela que estuvo utilizando dólares “prestados” para sus intervenciones sobre el mercado en sus última semanas. El economista y titular de la consultora GRA, Gabriel Rubinstein, sospecha que utiliza parte del dinero que los bancos tienen depositados allí como encajes. “Los toma como un vale de caja y pensando en reponer pero en el interín los usa”, explica. Otra posibilidad es que haya recurrido a los que tiene depositados también allí el Seguro de Depósitos (SEDESA), una sociedad anónima creada en 1995 con el objeto de administrar el Fondo de Garantía de los Depósitos (FGD), como ya sucedió, por caso, a fines de 2015.
Los datos revelan que la crisis de reservas es insostenible y explica la movida que realizó esta semana la AFIP al hacer un recálculo de la Capacidad Económica y Financiera (CEF) de las empresas importadoras para achicar sensiblemente el monto de compras al exterior que tienen para tramitar el SIMI (que es el permiso de importación).
La medida desató nuevas quejas de importadores y de empresas exportadoras, que advierten que quedar sin acceso a determinados insumos puede afectar los compromisos de venta asumidos con clientes del exterior, es un intento desesperado por ganar tiempo en procura que el Gobierno avance formalmente en el acuerdo con el FMI, lo que habilitaría el reembolso de unos US$43000 millones en DEG, o hasta que comience la liquidación de la nueva cosecha sojera, a comienzos de abril.
Como se verá, se trata de un período mínimo de 45 días difícil de sobrellevar, lo que tiene al mercado nuevamente a la expectativa, tras algunas horas de relativa calma, luego de anunciarse hace dos semanas un principio de entendimiento con el FMI que -luego se mostró- bastante optimista.