Tras la suba de hoy, el dólar amenaza con impulsar la inflación en abril y mayo
El producto esencial más valorado por los argentinos –el dólar– está lejos de estar congelado. Ese descuido amenaza con una aceleración de los precios de alimentos, bienes durables (electrodomésticos, electrónica, autos) y combustibles, que podrían empujar la inflación de abril por encima del 4%, una estimación mayor a la proyectada por el mercado, y le pondría un piso más alto a mayo.
Pese a algunos indicios de desaceleración de los precios, sobre todo desde la tercera semana de abril, el récord del valor mayorista del dólar ($43,94) volvió a sembrar la duda entre economistas sobre si el trabajo del Banco Central (BCRA) y del Ejecutivo logrará efectos claros antes de las elecciones. Todo dependerá, creen los analistas, de que el dólar no persista en perforar ese techo.
Los alimentos subieron 64% en doce meses en línea más con el corrimiento del tipo de cambio que con el nivel general de precios. "¿Este aumento del dólar meterá presión a la inflación?", preguntó LA NACION. "Sí, algo de presión mete. Fundamentalmente en alimentos, pero además los corrimientos del tipo de cambio se aprovechan para recuperar márgenes de ganancia", afirmó la economista de LCG, Melisa Sala.
"Impactará algo, pero estamos cerca de fin de mes. Puede pegar en bienes de consumo masivo, como alimentos, y productos de limpieza y tocador", confirmó Camilo Tiscornia, director de C&T Consultores.
"No debería ponerle presión a abril, porque el dólar ya rozó los $45 y los precios ya se habían puesto en línea con ese tipo de cambio. Pero si mañana hay un nuevo salto y se rompe el récord, sí sumará. Estás muy cerca del cierre de abril, pero será un problema para mayo", describió Lorenzo Sigaut Gravina, director de Ecolatina.
Para abril, las consultoras estimaban una inflación de entre 3,5% y 4%, consubas de precios regulados en el gas -primera cuota- y en combustibles (5%). Ahora ese número estará -dicen- más cerca de 4%, "recostado para un lado o para el otro", de acuerdo a cómo se mueva el dólar desde el pico al cual llegó hoy. Mayo tenía hasta hoy un piso de 3% (con subas esperadas en gas -segunda cuota-, agua y prepagas).
Pero los alimentos no son el único problema. Una decisión de EE.UU. sobre Irán que disparó el precio del Brent a su máximo en el año, sumado a la depreciación del peso, le ponen una nueva presión a los combustibles. En las petroleras creen que la nafta debería subir 10%.
En ese sector no existen los precios congelados. Están más bien los "conversados". Allí, la Secretaría de Energía "dialoga" con el mercado, fundamentalmente con YPF , para referenciar cuáles deberían ser los aumentos y su timming. El reflejo de esto fue la marcha atrás de Shell a comienzos de abril, cuando YPF aumentó menos que el 9,5% que proponía, por adelantado, la ex compañía dirigida por Juan José Aranguren. Shell debió entonces retrotraer en parte esa significativa suba.
"La idea es que algo se pueda aumentar para no dar la sensación de congelamiento", describieron en una petrolera, preocupados por la mirada de los inversores extranjeros.
Sobre los durables, el impacto sería menor a pesar del impulso del dólar. "No sé si una demanda tan baja convalida más aumentos por tipo de cambio", indicó Sala.
El analista de Elypsis Nicolás Crespo contó que, según el relevamiento de la consultora, la última semana de marzo y las primeras dos de abril registraban una inflación núcleo (sin regulados ni estacionales) de 1% por semana, por arriba de la velocidad crucero de 0,7%. Pero, la semana pasada ésta última se alcanzó, desaceleración que se prolongó hasta hoy, cuando el dólar volvió a amenazar con hacer de la inflación un problema durable hasta las elecciones.
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