El día que Isela Costantini anticipó su salida de Aerolíneas Argentinas
"El día que no me quieran seré la primera en irme", dijo, y se refirió al dificultoso paso del mundo privado al público
Isela Costantini sorprendió a los asistentes. Corría mayo y la entonces presidente de Aerolíneas Argentinas se paró detrás del atril y, papeles en mano, advirtió: "Ahora tengo que cuidarme de lo que digo, porque la política es distinta del mundo de los negocios. De hecho, no es el ambiente en el que quiero seguir haciendo mi carrera, no tengo ambiciones políticas".
Fue en el marco de un almuerzo organizado por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE), en el que, durante 60 minutos en los que reinó un silencio absoluto, la ex General Motors habló ante unos 150 directivos de empresas.
La política es distinta del mundo de los negocios. No es el ambiente en el que quiero seguir haciendo mi carrera, no tengo ambiciones políticas
El objetivo era tan claro como sencillo: contar en primera persona su pase del sector privado al público. "Sé transformar, reestructurar y trabajar en equipo", reveló respecto de su fórmula de gestión durante los cuatro años que se desempeñó como CEO local de la automotriz norteamericana y los cuatro meses que hacía que estaba al frente de la firma de bandera. Hoy, dejó el cargo antes de cumplir el año en la aerolínea.
"Ir de lo privado a lo público es más complejo de lo que parece y de lo que uno quiere. Venimos de un mundo competitivo y eficiente y pasamos a otro en el que hay votos, hay ratings y una no gobierna la empresa sola, sino dentro de un rol social, de las expectativas y de las empresas del Estado", describió en su momento.
Ejemplificó entonces con un caso de cambio cultural en la empresa. "En el mundo empresario estamos muy habituados a decir que la corporación nos cortó el presupuesto. Es tan natural que no tiene nada de malo decirlo. Nadie lo toma con pánico", graficó. Distinta fue la situación cuando se filtró el pedido de reducir todavía más el déficit proyectado para Aerolíneas durante este ejercicio. "Hoy no es el tiempo de los subsidios, es el tiempo del mercado, de la transformación. Hay que subir a un elefante arriba de la patineta y empujarla", había argumentado la ejecutiva.
Más allá de los roces que pudieran producirse en la gestión, en aquel entonces se preocupó por destacar su buena relación con el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y con el presidente Mauricio Macri. "No tengo plazo de vencimiento en Aerolíneas ni quiero irme hasta terminar de convertirla. El día que los empleados no me quieran voy a ser la primera en irme", anunció.
En tanto, se mostró muy conforme con la relación que estaba gestando con los seis gremios que agrupan al personal de la firma. "Vamos bien. En el sector empresario falta asimilar que los gremios existen y van a seguir existiendo. Por eso deben ser una parte clave y no sentirse menospreciados. Tienen mucho para aportar", sumó.
Al respecto, quiso ejemplificar con su propia experiencia: "Ellos van a seguir pidiendo bonos y aumentos, pero es distinto si conocen toda la realidad de la empresa. Eso nos permite evitar los conflictos y trabajar en equipo"
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