El desigual legado quedeja Felipe Calderón
CIUDAD DE MÉXICO—Felipe Calderón dejará el sábado la presidencia de México con un legado inusual en el país: el de un presidente en tiempos de guerra.
La decisión de Calderón de lanzar un ataque contra los carteles de la droga dominó su gestión de seis años y repercutirá en el país durante los próximos años. La violencia relacionada con el narcotráfico ha dejado alrededor de 63.000 muertos.
La mayoría de las muertes tuvieron lugar durante los enfrentamientos territoriales entre las propias bandas de narcotraficantes. Pero la cifra también incluye al menos un millar de miembros de las fuerzas armadas y policiales, y un número desconocido de víctimas inocentes, entre ellos decenas de niños.
Aunque la mayoría de los mexicanos alaban a Calderón, de 50 años, por haber atacado a los carteles, su mano dura no ha logrado detener el tráfico de drogas y podría haber aumentado la violencia, según los analistas. Tampoco pudo poner suficiente énfasis en áreas como la reforma policial y arreglar el disfuncional sistema judicial del país, algo que Calderón ha reconocido.