El desastre minero en Brasil resalta el reto global del sector en seguridad
SÍDNEY—La ruptura de una presa en una de las minas que BHP Billiton posee conjuntamente con Vale SA en Brasil, y que había cobrado hasta el lunes la vida de cuatro personas, se produce en un año en que la mayoría de las grandes mineras hacen amplios recortes de costos para enfrentar la caída de precios globales de los commodities y en que parecen haberse estancado las mejoras en los registros de fatalidades en la industria.
Puede que las causas exactas del desastre del jueves cerca de la mina de hierro Samarco, operada por una empresa de capital cerrado propiedad de la anglo-australiana y la brasileña, no se conozcan por algún tiempo, dicen expertos, mientras continúa la búsqueda de decenas de personas desaparecidas en un área completamente inundada.
Resultado del quiebre de una presa de relaves, el accidente en el estado de Minas Gerais, al sudeste del país, es diferente a muchos incidentes del pasado, que usualmente ocurren en las profundidades de los pozos y túneles de las minas.
La inundación de lodo causada por la ruptura es la mayor en su tipo jamás registrada, según Robert Chambers, presidente del Centro para la Ciencia y la Participación del Público, organización estadounidense que monitorea tales accidentes desde 1915.
Mineras como BHP, la mayor del mundo por valor de mercado, insisten en que la seguridad es una prioridad. La empresa, que cotiza en el Reino Unido y en Australia, es conocida por su enfoque casi obsesivo: las personas que visitan por primera vez sus oficinas corporativas en Londres y Melbourne tienen que ver un video sobre seguridad antes de asistir a reuniones.
Sin embargo, BHP registró cinco muertes en su año fiscal finalizado en junio, en operaciones en Australia, Chile y Sudáfrica, frente a cero en los 12 meses previos.
Rio Tinto, el rival anglo-australiano de BHP, reportó tres muertes en los primeros ocho meses de 2015, frente a dos en todo 2014. Durante el primer semestre de 2015, Anglo American PLC, que cotiza en el Reino Unido y tiene operaciones sustanciales en Sudáfrica, registró cinco muertes, comparado con un total de seis en 2014. Glencore PLC, otra minera de envergadura, registró ocho muertes, comparadas con 16 en todo 2014.
Grandes minas altamente mecanizadas y fuerzas laborales reducidas han contribuido a un descenso estable en las tasas de frecuencia de accidentes. Las empresas se han mostrado dispuestas a compartir conocimientos sobre asuntos de seguridad, para lo cual han establecido estándares globales. También han hecho que la seguridad sea una medida clave cuando calculan las bonificaciones de los ejecutivos.
BHP dijo hace dos años que cerraría su operación subterránea Perseverance, en Australia Occidental, debido a preocupaciones de seguridad.
De todas formas, hay un riesgo de que el reciente éxito de las mineras pueda haber cultivado cierta complacencia, advirtió en un documento David Cliff, profesor de salud ocupacional y seguridad en el sector minero de la Universidad de Queensland, en Australia.
La presión para que las minas mejoren su productividad y reduzcan personal podría "conducir a un retroceso de la cultura de mejoras de seguridad al concentrarse en lo que hay que hacer en lugar de lo que se debería hacer", escribió Cliff. "Existe un peligro real de que la salud y el desempeño de seguridad en los países desarrollados empeore en vez de mejorar".
En el caso de BHP, el aumento reciente de los accidentes fatales provocó este año una revisión de tres meses que incorporó las opiniones de los empleados sobre las prioridades de seguridad de la compañía para los próximos dos años. Sin embargo, BHP sólo reporta las muertes en las operaciones que administra, al igual que el resto del sector.
Samarco, en las inmediaciones de la ciudad de Mariana, es gestionada en forma independiente de BHP, aunque el gigante anglo-australiano y Vale designan miembros de la junta. Un vocero de BHP señaló que no estaba en condiciones de comentar acerca de la supervisión de la compañía sobre los procedimientos de seguridad de Samarco.
Para algunas mineras globales, los temas de seguridad están vinculados a los países donde operan.
La mayoría de los accidentes fatales que sufrió Glencore el año pasado ocurrieron en "geografías complicadas, que carecían de robustas culturas de seguridad antes de que asumiéramos el control", dijo la empresa en su informe anual de sostenibilidad.
Glencore ha identificado operaciones en Kazajistán, la República Democrática del Congo, Ucrania, Zambia y Bolivia, países donde emplea más de 70.000 personas, como "activos de foco" donde realiza el mayor esfuerzo para reducir las muertes vinculadas al trabajo. Glencore implementó hace dos años una nueva iniciativa, llamada SafeWork, para incentivar a sus empleados a seguir prácticas más seguras.
El talón de Aquiles de las prácticas de seguridad de Anglo American ha estado desde hace tiempo sus operaciones de minería de platino en Sudáfrica, donde se registró alrededor de la mitad de las fatalidades que sufrió el año pasado. La minería de platino se realiza a menudo a muchos metros bajo tierra y es intensiva en mano de obra.
La gran mayoría de los accidentes se produce en minas no controladas por las grandes mineras. Eso incluye el rescate en 2010 de 33 mineros atrapados bajo tierra en Chile durante 69 días, el período más largo de la historia. La mina era gestionada por una empresa pequeña, Cia. Minera San Esteban Primera.
China sigue estando plagada de accidentes mineros con consecuencias fatales. De todos modos, la cantidad de muertes anuales relacionadas con la minería de carbón cayó por debajo de 1.000 el año pasado, según cifras oficiales mencionadas por el profesor Tom Wright de la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido. Hasta 2002, fallecían cerca de 7.000 mineros al año.
—Alex MacDonald, en Londres, contribuyó a este artículo.
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