El desarrollo de la energía en carreras de gran potencial
Actualizan su currícula y ponen el foco en recursos no convencionales; los salarios, entre los mejores del mercado
La velocidad a la que se dan los cambios técnicos en el sector del gas y el petróleo a nivel mundial sumada a la promesa en términos de empleo que implica Vaca Muerta y las novedades regulatorias a nivel local hacen que las universidades revean su oferta de formación de grado y de posgrado para los futuros profesionales de la industria.
Uno de los principales impactos en la currícula viene de los cambios en la explotación de recursos no convencionales respecto de los convencionales. Víctor Bronstein, director del Instituto del Gas y Petróleo de la Facultad de Ingeniería de la UBA, dice: "No es tan fácil trasladar la experiencia de un país a otro porque los recursos no convencionales tienen propiedades muy locales. Si bien podemos aprovechar y aprender de cosas que ocurren en Estados Unidos, por ejemplo, las formaciones son distintas. En Vaca Muerta, tenemos una curva de aprendizaje muy importante", apunta Bronstein, y agrega que la demanda de profesionales para trabajar en este tipo de explotación es mucho más alta que en la convencional.
En el ITBA, la oferta académica fue incorporando información sobre recursos no convencionales. "Hay temas que cambian respecto de los convencionales, como la geomecánica, la terminación y reparación de pozos y cómo se mueve el fluido en este tipo de roca", explica Eleonora Erdmann, directora del Departamento de Ingeniería en Petróleo del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). También por ello, en agosto del año pasado, se empezó a dictar la Especialización en Terminación de Pozos en Reservorios no Convencionales (Shale y Tight).
Roberto Carnicer, director de la Diplomatura de Gas y Petróleo de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Austral, que se creó hace un año, dice que entre las variables locales para actualizar los programas universitarios a tener en cuenta se destaca la regulación local. "En la Argentina hay cambios a partir de la llegada del no convencional, como con la ley de hidrocarburos. También los hay en lo regulatorio por parte de las autoridades de aplicación, como el Enargas, y las secretarías de Energía nacional y de las provincias, dadas las características que tiene la propiedad del suelo en el nuevo Código Civil", indica.
En el posgrado de la Austral, que apunta a profesionales de distintos sectores que quieren desempeñarse en el de la energía, también consideran aspectos internacionales y geopolíticos. "El precio del barril, que está en alrededor de US$ 30 cuando en la década pasada estuvo entre US$ 80 y US$ 100, impacta en los costos. Habrá que adaptarse a la estructura de costos en el país, aunque la Argentina tiene su regulación propia en el tema", señala.
Erdmann también se refiere a la cotización del crudo. "Teniendo en cuenta que hay que cubrir la demanda energética y que el precio del petróleo bajó mucho, todas las competencias son importantes. Es importante que los pozos convencionales maduros, que ya vienen funcionando desde hace tiempo, tengan la mayor performance en su producción", explica Erdmann. Para mantenerse actualizadas, las casas de estudios renuevan sus materias electivas. El ITBA lo hace todos los años.
Temas de impacto ambiental pueden provocar las acciones de la ingeniería de petróleo para lograr sustentabilidad económica, social y ambiental, que son cada vez más relevantes en programas de grado y posgrado.
Más allá de la actualidad de los conocimientos técnicos, las universidades ponen el foco en las habilidades interpersonales de los profesionales. Hoy, el trabajo en equipo con geofísicos, geólogos e ingenieros mecánicos es ineludible. Por ello, se hace foco en sus habilidades de gerenciamiento y de intercambio interdisciplinario.
Bronstein subraya que "la academia debe crear certidumbre, no dar volantazos, y a la vez adaptar los contenidos a las nuevas realidades", lo que puede generar tensiones con la industria, que necesita respuestas inmediatas.
El académico también es profesor en la Universidad de Tres de Febrero, donde está organizando una maestría en energía para 2017. Su foco es formar profesionales que puedan establecer políticas energéticas y tengan conocimientos técnicos, sociales, políticos y ambientales. "El joven que elige el sector mira la potencialidad de la industria –dice–. Hay que promocionarla, porque si bien la participación de las energías alternativas es cada vez mayor, el petróleo y el gas son un recurso irreemplazable en nuestra sociedad y lo seguirán siendo por 50 años más, como mínimo."
Según datos de la consultora Michael Page, la demanda laboral en la industria del gas y el petróleo supera la oferta de las empresas para contratar empleados. Se trata de un sector en que se alcanzan altos rangos de salariales.
En Vaca Muerta, un ingeniero de reservorios o perforación puede cobrar entre $ 65.000 y $ 100.000 por mes. Los gerentes de Planta, Producción, Seguridad y Mantenimiento alcanzan un promedio de salario de $ 75.000, y los geólogos y geofísicos, alrededor de $ 80.000 por mes.
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