El desafío de innovar dentro de las empresas para potenciar el factor humano
La integración de tecnología en sectores tradicionales es un proceso continuo que requiere adaptación y aprendizaje; qué dicen los líderes empresariales frente al cambio
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En el dinámico mundo empresarial argentino, la innovación y la tecnología están redefiniendo industrias tradicionales y creando nuevas oportunidades. ¿Cuáles y cómo? De esto se habló en la décima edición de “Innovación: El desafío de correr los límites de lo conocido”, el summit anual realizado por LA NACION.
En un diálogo moderado por Carla Quiroga, periodista del medio, directivos dentro de distintas áreas expusieron sus puntos de vista en relación a la adopción de las nuevas herramientas tecnológicas disponibles y revelaron los dilemas más comunes a la hora de materializar dicha implementación.
Desde el rubro de la logística, Santiago Castro Piccolo, CEO de OCASA, se refirió a su industria como una que fue concebida originalmente analógica pero que mutó y evolucionó muchísimo gracias a la tecnología. “Hoy somos una empresa de tecnología que hace logística”, resume. “Aplicamos la IA en nuestros procesos de entregas, con algoritmos que nos permiten ser más eficientes y precisos”.
Castro Piccolo destacó que el cliente promedio valora y pide, más que rapidez, exactitud. Y, en ese sentido, la tecnología con su amplio espectro de soluciones es una aliada indispensable.
OCASA procesa dos millones de paquetes por mes. Además, brinda servicios especializados como el almacenamiento y transporte de vacunas e insumos médicos. El abogado enfatizó que, en esas entregas, no hay margen de error: “El servicio tiene que ser del 100%. La IA nos permite lograrlo. Por eso abrazamos al nuevo paradigma”, concluyó.
Eduardo Miyares, director General de Prosegur Security Argentina, coincidió en que las nuevas tecnologías son clave a la hora de desarrollar el potencial de una empresa.
“Hace 10 años empezamos a incorporar a la tecnología como prestación de servicio. Venimos de una época en donde el vigilador era el principal informante, mientras que ahora se trata de un ecosistema . Ahora es un ecosistema compuesto por cámaras, biovigilancia, sensores de movimiento lidar, drones y telemetría, entre otras cosas. Y todo confluye en un centro de control en donde se integran los dos mundos: el de la tecnología y la seguridad física”, explicó Miyares. “El concepto se llama seguridad híbrida y la idea es potenciar la capacidad del factor humano con estas nuevas herramientas disponibles”.
En esa misma línea intervino Walter Risi, socio Líder de Consulting de KPMG Argentina, para señalar que “estamos convirtiéndonos en una sociedad de copilotos”, aludiendo a que todo lo que se hace es de la mano -ya sea para corroborar, corregir, ayudar, y todas en simultáneo-, de la tecnología. “La IA generativa tiene capacidad de síntesis y de creación”, dijo.
Risi subrayó la importancia de la implementación gradual de la IA en las organizaciones, empezando por aplicaciones simples como IA conversacionales. “Vemos a muchas organizaciones trabadas en la instancia de implementación, esperando el momento perfecto para empezar, o con miedo alrededor del hecho de que la IA aprende rápido”, reflexiona el directivo. “Es crucial desmitificar los riesgos reales de la implementación de las nuevas tecnologías, y entender cómo funciona para poder hacerlo tranquilos”.
En definitiva, el ejecutivo cree que conviene empezar de a poco y aprender sobre la marcha antes que esperar casi eternamente a que las condiciones sean ideales para la implementación. En este sentido, uno de los puntos clave, asegura, es “traducir el lenguaje de las startups, que están constantemente probando cosas nuevas, a las grandes corporaciones, que tienen su propia estructura y estándares y recién están aprendiendo”.
Es en este capítulo en el que entró en escena Luis Bullrich, presidente del Parque de Innovación de la Ciudad de Buenos Aires. “Es un doble desafio, porque el lenguaje startup es mucho más dinámico, pujante, abierto a la innovación. Suelen ser las nuevas generaciones que hacen un poco de todo. Y, por otro lado, están las grandes corporaciones, vienen de otro lugar, y tienen que entenderse”, explica.
Bullrich admitió que el Parque de Innovación está en un estadío más avanzado de lo que proyectaban dos años atrás y es, en gran parte, gracias al talento que se concentra en el nuevo y cada vez más amplio mundo de la tecnología y la innovación. Por esto, a cargo del proyecto, el hombre está convencido de que Buenos Aires va a ser una de las mecas en este campo.
“Buenos Aires tiene condiciones per se para ser un centro de innovación. Cinco de cada 10 startups están en CABA. Concretamente en el Parque hay alrededor de 50, además de organizaciones aliadas estratégicas como IAE”, indica. “Queremos que la ciudad sea la capital del talento en Latinoamérica; generar un ecosistema en el que circulen 40 mil personas circulando a diario, fomentando el desarrollo y generando empleo”.
De cara al futuro, Daiana Barasch, directora de Riesgos y Calidad en Metrogas, cerró la ronda de diálogo con un mensaje de apertura. “El gran desafío es abrir las puertas. A veces la tecnología llega y está disponible pero puertas adentro hay mucho miedo y reticencia. Tenemos que ser flexibles y bienvenir al cambio y seguir potenciando los programas de innovación”.