El derrame de petróleo golpea las acciones y la reputación de BP
Las acciones de BP PLC se desplomaron 13% el martes en la Bolsa de Londres ante el pánico de los inversionistas sobre su fallido intento por detener el derrame de crudo en el Golfo de México y los costos cada vez más altos de la limpieza.
La venta generalizada, que le quitó a BP US$18.000 millones de valor de mercado, reflejó los crecientes temores de los inversionistas sobre el futuro de la petrolera, en momentos en que hace frente al peor derrame de crudo en la historia de Estados Unidos y las crecientes repercusiones políticas del desastre.
Los accionistas temen que los costos finales del derrame, que ya ascienden a US$990 millones, debiliten de forma fatal a una empresa que es parte de los portafolios de la mayoría de los grandes fondos de inversión de Londres.
En otro reflejo del nerviosismo de los inversionistas, el costo de asegurar la deuda de BP alcanzó un máximo el martes, con un aumento de 75%. Ahora cuesta un promedio de US$178.000 al año asegurar US$10 millones de deuda emitida por BP.
Grandes riesgos
La empresa enfrenta una marea de demandas judiciales y reclamos de compensación de parte de personas que fueron afectadas por el derrame, desde pescadores a dueños de restaurantes. Las multas financieras crecerán de la mano de la expansión del derrame, en especial si los investigadores logran probar negligencia criminal.
Las acciones de las empresas de servicios petroleros también fueron vapuleadas en la Bolsa de Nueva York. Halliburton Co., que realizó el trabajo de cementar el pozo dañado de BP, cayó 15% y Schlumberger Ltd. cedió 7,8%. Anadarko Petroleum Corp., el socio de BP en el pozo Macondo, descendió casi 20%. BP cayó 15% en Nueva York, su mayor declive diario en más de 35 años. Las acciones de la empresa han caído más de 40% desde el inicio del derrame.
Tras el fracaso de su operación para detener el desastre el fin de semana, bautizada como "top kill", BP afirma que su única esperanza para detener por completo el derrame es un pozo de alivio, que no tendrá la profundidad necesaria hasta agosto. La posibilidad de que el derrame continúe durante dos meses más ha alarmado tanto a la Casa Blanca como a los residentes de la costa del Golfo de México y los inversionistas de BP. "Mientras más se prolongue esto, mayor es el daño para BP, tanto para sus finanzas como para su reputación", afirmó Simon Murphy, un gestor de fondos de Old Mutual Asset Managers y accionista de BP.
Aunque la mayoría de los analistas afirma que las finanzas de BP son lo suficientemente sólidas como para absorber el costo del derrame, por alto que resulte, algunos señalan que la petrolera británica podría terminar tan debilitada por el costo final de la limpieza y la arremetida contra su reputación en EE.UU. que podría convertirse en un blanco de adquisición.
"Si el precio de la acción sigue cayendo durante las próximas semanas, la gente la verá como una ganga, sin importar los pasivos en los que incurra durante el proceso de limpieza", afirmó Dougie Youngson, analista petrolero de Arbuthnot Securities. También especuló que el presidente ejecutivo de BP, Tony Hayward, podría ser obligado a dejar su puesto debido a la crisis.
También hay temores sobre el futuro de BP en el Golfo de México, que es un foco clave en su esfuerzo de exploración global. El golfo representará 14% de la producción estimada de BP en 2010, según los cálculos de los analistas de Deustche Bank.
"Mientras más se prolongue, mayor es el riesgo para el negocio de BP en EE.UU. y su acceso a nuevas licencias", indicó Will Riley, cogestor de Guinness Atkinson Global Energy Fund y accionista de BP.
La empresa británica pasó de tratar de sellar el pozo a intentar capturar el flujo de crudo y dirigirlo a la superficie. Su plan más reciente implica usar robots submarinos para cortar el oleoducto que derrama crudo, el cual sale del dispositivo para prevenir explosiones, el gran grupo de válvulas que se encuentra en la parte superior del pozo en el fondo del mar. Ingenieros de BP luego colocarían una tapa sobre la pérdida que canalizará crudo y gas a través de un tubo de un kilómetro y medio de longitud hacia un barco. Pero hay dudas reales sobre si el procedimiento, que nunca se ha intentado en este tipo de profundidades, será efectivo.
Las preocupaciones sobre los costos del derrame han alimentado los temores de que BP se vea obligada a reducir sus dividendos, algo que no sucede desde 1992 y que podría resultar fatídico para su posición en la Bolsa de Londres. Muchos grandes fondos de inversión dependen en gran medida del flujo de ingresos que proviene de los dividendos de un puñado de grandes empresas del Reino Unido, y BP es una de las más grandes.
Pero la política de dividendos de la firma en cualquier caso podría tener que cambiar debido al creciente malestar por la forma en que BP ha manejado el derrame. "La gerencia estará bajo presión para no distribuir demasiado dinero a los accionistas" mientras la gente en la Costa del Golfo está sufriendo, indicó Murphy.
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