El déficit fiscal fue de $117.739 millones en julio y ya supera los $303.600 millones en el año
Estuvo impulsado por mayores gastos en planes y asistencia social y por el crecimiento exponencial de los subsidios energéticos
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El Gobierno cerró el mes de julio con un déficit primario de $117.739 millones (52% menor al registrado en junio, cuando enfrentó el pago de aguinaldos y refuerzos a planes sociales), aunque caería a $98.570 millones si se computaran los ingresos del impuesto a la riqueza.
De esta manera, acumula un rojo de $306.668 millones en lo que va del año, lo que equivale a 0,7 puntos del PBI.
El agujero fiscal sube a $182.325 millones si se consideran los pagos de deuda (gastos financieros), con lo que queda a la vista que el grueso del faltante se cubrió con asistencia monetaria del Banco Central (BCRA) tomando en cuenta los $180.000 millones que esa entidad le giró el pasado mes al Tesoro Nacional.
El resultado negativo se produjo pese a que los ingresos totales del sector público nacional crecieron entre 69,6% (los tributarios) y hasta 73,7% en la comparación interanual, según se compute o no el ingreso extraordinario, llegando a los $738.447 millones.
Esto es porque el gasto primario, que se mantienen en niveles elevados, creció entre 44,7% y o hasta 72% interanual si se excluye el gasto Covid en 2020 y 2021, apuntó el Ministerio de Economía, que adjudicó esta expansión de 13 puntos por encima de la inflación a erogaciones vinculadas con inversión de capital y las “políticas de inclusión social”.
En la comunicación oficial se destacaron, en este sentido, los incrementos en la inversión social, entre la que se menciona la reimplantación de políticas de cuidado al empleo (Repro II), los bonos asignados al personal de salud y el aumento del 150,6% en partidas destinadas a la adquisición de vacunas contra el Covid-19 para “acelerar el ritmo de vacunación”.
También recuerdan la actualización de la fórmula de movilidad arroja mayores incrementos para los jubilados.
La carga de los subsidios
Sin embargo, no pasa desapercibido el aporte al aumento del gasto que hacen los subsidios energéticos, que treparon 1518%, si se consideran los pagos del programa de Formulación y Ejecución de Políticas de Hidrocarburos, “principalmente en el marco del programa Plan Gas (+$7231,9 millones) y la asistencia a Cammesa (+166,0% anual).
Siguiendo con los egresos, el informe muestra un crecimiento del 91,6% anual en los gastos de capital, que crecieron en $24.757 millones, impulsados por una reactivación de la obra pública con vista a las elecciones ($7214 millones corresponden a la Dirección Nacional de Vialidad para la construcción de autopistas y autovías) y la inversión realizada por el Ministerio de Obras Públicas (+$2422,0 millones).
Además, se observaron mayores transferencias de capital a las provincias.
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