
El déficit de 2001 llegó a 16.500 millones de dólares
El desequilibrio del Tesoro nacional fue de US$ 877,3 millones en diciembre último
Lejos, muy lejos, del déficit cero, la Argentina terminó el año último con un rojo fiscal consolidado de 16.500 millones de dólares.
La cifra podría considerarse un dato prehistórico dada la velocidad de la coyuntura económica, pero se transforma en un elemento primordial al calcular el déficit de este año, que, según el Gobierno, rondaría los 3500 millones de dólares.
Fuentes de la Secretaría de Hacienda indicaron ayer a LA NACION que el rojo fiscal de la Nación y las provincias sumó 16.500 millones de dólares el año pasado, frente a la proyección de US$ 9000 millones acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El resultado del Tesoro nacional en 2001 fue de US$ 8961,1 millones, según los datos difundidos ayer por el Palacio de Hacienda. En diciembre el desequilibrio fue de US$ 877,3 millones, que se suman a los 8083,8 millones de dólares acumulados hasta noviembre. En este caso, el incumplimiento del gobierno nacional superó los 2500 millones en relación con el programa de la Argentina con el FMI.
En el último mes del año el rojo de las cuentas públicas exhibió una caída de 22 millones de dólares frente al rojo de igual período del año 2000.
Esta baja surge de una disminución de los gastos totales de 464,6 millones de dólares y de 442,6 millones de dólares en los ingresos.
En el primer rubro, el mayor impacto corresponde a las erogaciones por intereses (194,4 millones de dólares), como resultado del canje de instrumentos de la deuda pública. Además bajaron las transferencias corrientes y de capital a provincias (110,9 millones, y las transferencias a las universidades, en 61,6 millones de dólares), mientras que aumentaron los giros en bienes y servicios (1,7 millón), otras transferencias corrientes (2,2 millones) y los gastos figurativos corrientes (11,2 millones). En el caso de los ingresos totales, la reducción corresponde a una menor percepción de ingresos corrientes en 485,2 millones y a una suba de 42,6 millones en los ingresos de capital.
Los analistas consultados por LA NACION coincidieron en señalar que este año la recaudación seguirá dándole dolores de cabeza al Gobierno y, por lo tanto, consideraron que no será fácil cerrar en 4000 millones el déficit anual.
El ex secretario de Política Económica de la Alianza Miguel Bein recordó que desde 1998 la recaudación siempre se ubicó por debajo de las previsiones oficiales.
"El problema de la Argentina no se explica por el gasto, sino por la baja de la recaudación, y si las cifras siguen mostrando la caída de los últimos meses, es posible que el programa monetario se vea afectado", manifestó.
Caída del 8 por ciento
En la misma sintonía, el analista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), Daniel Artana, indicó que aunque el nivel de ingresos se vea favorecido por la inflación, a la vez habrá una mayor presión sobre el tipo de cambio.
FIEL prevé una caída del PBI del 10% en el primer semestre y del 8% en todo el año, "si hay acuerdo con el FMI", aclaró Artana.
El mismo cálculo anual repiquetea en la cabeza del economista Carlos Melconian, "pero sólo a los fines del cálculo estadístico", dada la confusión que prevalece en materia de política económica.
Melconian también puso en duda la previsión anual del déficit y dijo que todos los ojos deben estar colocados sobre la inflación y la devaluación.
Al respecto, el analista Luis Secco dijo que con este nivel de déficit "será difícil tener un régimen monetario estable".
Pronosticó que el Estado seguirá sin pagarle casi a nadie este año, aunque no se animó a estimar cuál puede ser la caída del PBI.
"La clave es recrear las condiciones para volver a generar confianza; por motivos obvios, el Gobierno se está encargando de los problemas coyunturales, como el corralito, pero si no muestra cómo se vuelve a crecer, entonces las dificultades no disminuirán", disparó Secco.
El economista, ex analista del estudio Broda y del gobierno de la Alianza, admitió que la administración de Duhalde se enfrenta al mismo dilema que su predecesor: hay una necesidad de avanzar en un ajuste del gasto público, pero no existe margen político para lograrlo.
Entonces, la alternativa elegida por el Gobierno podría ser emitir, emitir y emitir, concluyó.
La opinión de los especialistas
Carlos Melconian
Economista
- "El cálculo preliminar de caída del PBI es del 8 por ciento; ahora el recorte de gasto ya no importa: la clave es saber qué pasa tanto en el control de la inflación como con la devaluación del peso"
Miguel Bein
Economista
- "Desde el año 1998 el resultado de la recaudación tributaria se ubicó por debajo de las previsiones oficiales; el problema hoy para el gobierno nacional no es de gasto, sino de ingresos"
Daniel Artana
Economista
- "El PBI caerá un 10 por ciento en el primer semestre y un 8 por ciento en el año si se llega a un acuerdo con el FMI; la inflación ayudará a la recaudación, pero complicará el nivel cambiario "