El consumo tuvo su mes “de quiebre”, pero aún se mantiene lejos de los tiempos del Plan Platita
El anteúltimo mes del año mostró un avance mensual desestacionalizado de 1,5%, que es mayor si se tiene en cuenta la cantidad de días relevados; la caída anual, según Scentia, fue de 20%; en los supermercados destacan que la recuperación todavía no es sostenida
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El consumo masivo habría tenido su mes de quiebre en noviembre -según muestran relevamientos privados en los supermercados- pese a que se mantiene aún en un nivel muy por debajo del registrado en 2023, momento en que el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner impulsaron el llamado “Plan Platita” para intentar ganar las elecciones.
El consumo masivo, según Scentia, cayó 20% en el anteúltimo mes del año. Sin embargo, según contó Osvaldo del Río, su director, mostró un crecimiento mensual desestacionalizado de 1,5% frente a octubre. De hecho, el analista estima que podría estirarse hasta entre 3% y 4% si se tiene en cuenta que octubre tiene un día más que noviembre. “Desde abril, el consumo ya no cae mes a mes, pero en noviembre lo que vemos es un mes de quiebre”, dijo el especialista a LA NACION.
“Diciembre va a terminar con un menos 10%. Todavía no se ven recuperaciones sostenidas, aunque hay algunas categorías que empiezan a recuperar versus meses anteriores. O cuando las comparás contra 2022 empiezan a haber recuperaciones. El año pasado fue atípico en cuanto a consumo, sobre todo el segundo semestre”, indicaron a este medio en un importante supermercado. “Desde abril plano con leves aumentos intermensuales excepto septiembre”, contaron en otro.
Claro que las caídas interanuales siguen siendo importantes. Y de hecho, tanto las empresas de alimentos, de consumo masivo, de electrónica, como de bebidas, siguen mencionando que son significativas para sus negocios.
Vale aclarar que las mayores caídas interanuales del año se habían registrado en septiembre y octubre, 22,3% y 20,4% respectivamente, ya que entonces comenzaba la comparación con el período preelectoral en el que el cuarto kirchnerismo aprovechó para congelar precios (con tarifas y dólar pisados) y para incrementar salarios -vía baja de Ganancias- y con planes de cuotas, entre otros. En ese sentido, ese combo electoral fue un subsidio artificial al consumo.
“El último mes informado en el año en curso mantiene la línea de lo que vimos en octubre, solo se nota una muy leve desaceleración de 0,4%, dado que el resultado es -20%”, indicaron en la consultora Scentia.
“El canal supermercados se muestra algo más desacelerado en la retracción que los negocios de barrio, -17,4% y -22,6% respectivamente. Con estos desempeños, el acumulado del año se ubica en -13,5%”, se agregó.
“Se mantiene el comportamiento negativo en todas las canastas y esto sucede en ambos canales y en las dos geografías reportadas. El precio promedio ponderado se ve muy alineado al IPC recientemente, acumulando 116% de incremento”, agregaron desde la consultora que suelen mirar los grandes supermercados en la Argentina.
Según Scentia, la canasta -tanto en los grandes supermercados como en los autoservicios independientes- de Alimentación cayó 14% interanual; bebidas con alcohol, -20,9%; bebidas sin alcohol, -29,2%; desayuno y merienda, -16,9%; higiene y cosmética, -24,7%; los impulsivos, -28,7%; limpieza y de ropa y hogar, -19,1%; y perecederos, -13,1%.
Sin espacio para el ahorro
¿Por qué hasta ahora no levantaba el consumo pese a la recuperación que, según datos oficiales, aparecían en salarios y con un descenso pronunciado de la inflación? Un informe de Empiria indicaba que el ingreso disponible en un hogar promedio del AMBA cayó 13,9% entre noviembre de 2023 –antes de la asunción del Milei– y septiembre de 2024.
Es que, agregaron en la consultora que dirige el exministro Hernán Lacunza, más allá de la suba de salarios, los gastos fijos (transporte, electricidad, gas, luz, agua, expensas, alquiler, todos consumos difíciles de ‘ajustar’ aunque aumenten sus precios) crecieron 35,2% en términos reales. Esto quiere decir que el ‘saldo disponible’ para otros consumos de las familias (alimentos, vestimenta, esparcimiento) aún está “seriamente afectado por la recesión”.
La reducción de subsidios a los servicios públicos y los aumentos asociados en tarifas (entre 60% y 92% real subieron el transporte público, la energía del hogar y el agua), los incrementos en las expensas (+15% desde noviembre) y el alquiler (+24%) “absorbieron la recuperación en los ingresos de los hogares que comenzó en abril”, indicaron en Empiria.
Mejora salarial
Sin embargo, esta semana se conoció que El salario real promedio de los trabajadores privados registrados traspasó, por primera vez, en octubre (+2,5%) el nivel que mostraba en noviembre de 2023, antes de la devaluación. Luego de una brutal caída en diciembre del año pasado, empezó una recuperación que se transformó en la mejora más rápida entre las últimas cuatro depreciaciones. Sin embargo, los datos relevados del SIPA son solo un tercio de la masa salarial total.
Además, la cantidad de empleados privados registrados creció 0,2% en septiembre. Ya lo había hecho 0,1% en agosto pasado, ratificando un leve rebote en el que se sumaron 16.000 trabajadores (desde septiembre de 2023, se cayeron del sistema 180.000 trabajadores). La Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) mostró además en octubre un avance del 0,3% en el aumento de la cantidad de trabajadores: fue la mayor alza en 21 meses para este indicador.
“La capacidad de compra del promedio de los salarios conformados pactados en los principales convenios colectivos de trabajo creció 1% en octubre de 2024 con relación al mes anterior. Durante este período comprendido entre enero y octubre, la media de los salarios conformados de convenio se incrementó doce puntos porcentuales”, contaron en la Secretaría de Trabajo. A diferencia del salario real promedio de los trabajadores privados registrados, los salarios de convenios colectivos de trabajo están, según datos oficiales, aun por debajo de noviembre de 2023.
“Del conjunto de convenios colectivos de trabajo evaluados, la mayoría acordó aumentos salariales que permitieron compensar o superar la inflación observada durante los primeros diez meses del año”, indicaron los expertos de Trabajo y agregaron: “En efecto, entre enero y octubre, 25 de los 27 convenios colectivos de trabajo analizados definieron incrementos salariales que lograron compensar o superar la variación del nivel de precios verificada durante este período, aunque no todos lograron superar el nivel de noviembre de 2023″, aclararon.
Según las fuentes oficiales, la variación del salario real conformado más alta entre noviembre de 2023 y octubre de 2024 fue para los gastronómicos, de un 23%. Le siguen: aceiteros (18%), seguridad (18%), calzado (15%), gráficos (15%), entidades deportivas (14%), maestranza (5%), carne (4%), madera (4%), plásticos (3%), camioneros (3%), farmacia (3%), metalúrgicos (3%), alimentación (3%), químicos (1%), indumentaria (0%) y bancarios (0%).
Por otro lado, esta semana se conoció que la inflación de noviembre fue de 2,4%, por debajo de las expectativas del mercado. Se trató del número más bajo desde julio de 2020, según muestran las estadísticas del Indec. El fuerte descenso de la inflación y la mejora de los ingresos, creen en el oficialismo, irá apuntalando el consumo siempre y cuando el oficialismo no apueste por nuevas subas de los servicios en el año que arranca.
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