El comercio culpa a la presión fiscal por los altos precios
El sector responsabilizó además a los costos laborales; admiten fuertes diferencias con los valores en Chile, Brasil y EE.UU.
Todo empezó con una manzana. Más bien con su precio. La breve anécdota la relató ayer el presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Jorge Di Fiori, y buscaba ser una especie de metáfora del ostracismo que rodea a los altos precios de todo en la Argentina.
El titular de la entidad que representa el segmento comercial en el país contó que un miembro del directorio llegó un día a la reunión de comisión con una manzana. Lo había sorprendido que la unidad de esa fruta costara $ 14, cuando los productores estaban recaudando $ 4,50 no la unidad, sino el kilo.
Tal situación derivó en una pregunta que alguna vez pasó por la cabeza de todo aquel que haya salido espantado de un comercio local. ¿Por qué en la Argentina las cosas cuestan el doble que en otros países? "Eso nos llevó a analizar el costo argentino y nos dimos cuenta de que no somos competitivos", aseguró el directivo ayer.
Un informe elaborado por Matías Bolis Wilson, economista jefe de la entidad, y su equipo, que ayer llegó a manos del jefe de Gabinete, Marcos Peña, buscó dar una respuesta luego de analizar cadenas de valor de algunos de los productos más populares. Entre ellos eligieron autos, electrodomésticos, manzanas, vino, leche, textiles y medicamentos.
"Los márgenes comerciales brutos y netos no están fuera de los parámetros internacionales y regionales", se atajó Bolis Wilson. Según sus conclusiones, y aunque el peso de las diferentes causas varía de acuerdo con el producto, la presión impositiva "es un factor crítico". A eso se suman los costos laborales no salariales y logísticos, los precios de los insumos básicos, los problemas derivados de la calidad de la infraestructura, los costos provenientes del bajo desarrollo del sistema financiero, los factores tecnoproductivos vinculados con las tecnologías utilizadas y la escala de los mercados. Incluyeron también los altos costos de financiamiento.El diagnóstico coincide, en su mayor parte, con el del Gobierno.
Una foto explica el problema de los precios que pagan los argentinos. Según la CAC, los autos nacionales cuestan en la Argentina 40% más que en México y 30% más que en Brasil. Un lavarropas de carga frontal, 5% más que en Brasil y 23% más que en Chile. Una manzana, 16% más en la Argentina que en el exterior. El vino argentino es 31,2% más caro que el chileno y sale 27,6% más que en Australia. La leche, en tanto, tiene un costo 8,7% más alto que en Brasil y 0,9% superior al de Chile. Una remera de algodón marca premium sale 74% más que en Chile y 105% más que en EE.UU. Un medicamento genérico de producción nacional y de venta libre puede salir un 50% más o menos, según el producto.
"Sabemos lo que pasa en la frontera con Chile y Paraguay", dijo Di Fiori en la presentación del documento. "Hay una distorsión fenomenal y esto no se arregla con el tipo de cambio. Hay un problema con los impuestos y con las cargas laborales", agregó el presidente de la CAC.
"La carga impositiva afecta mucho en algunos productos y menos en otros. Pero afecta a todas las cadenas de valor", afirmó Bolis Wilson. "Además, hay un problema con la calidad de las prestaciones del Estado [educación, seguridad]. Esto es crucial para mejorar la productividad", dijo.
"¿Creen que el Gobierno tiene margen para modificar impuestos con el rojo fiscal?", preguntó LA NACION. "Luego de octubre habrá que tomar decisiones de fondo si queremos achicar la pobreza y atraer nuevas inversiones", afirmó Di Fiori.
¿Cuáles son los principales problemas? En autos, por ejemplo, altos impuestos; en electrodomésticos, elevados costos financieros y logísticos; en los textiles, los costos laborales no competitivos y los del transporte.
Otras noticias de Cámara Argentina de Comercio
Más leídas de Economía
El camino emprendedor de Gwyneth Paltrow. De ganar un Oscar a ser la CEO de una empresa con 80 empleados
Nuevos básicos. Cuánto ganan los empleados de farmacias en diciembre
La batalla de los semiconductores. TSMC camina por la cuerda floja de la geopolítica
Tras una feroz granizada. Piden usar aviones no tripulados para evitar daños por tormentas severas