El caso Espírito Santo salpica a Credit Suisse
Credit Suisse Group AG ayudó a vender miles de millones de dólares en valores que con el tiempo jugaron un papel en el colapso del segundo mayor banco de Portugal.
Por Patricia Kowsmann, Margot Patrick y David Enrich
El banco suizo era responsable de agrupar valores que eran emitidos como vehículos de inversión en paraísos fiscales y luego vendidos a clientes minoristas de Banco Espírito Santo SA.
Muchos clientes no se percataron de que estos vehículos estaban respaldados en deuda emitida por varias empresas del grupo Espírito Santo y aparentemente servían como un mecanismo para financiar el imperio controlado por la familia, según documentos de la empresa presentados a los reguladores y personas al tanto de la investigación del gobierno portugués. No queda claro qué rol directo habría tenido Credit Suisse en la venta de valores a clientes bancarios, si es que lo tuvo.
Ahora, esos productos de inversión están en el centro de un creciente escándalo. Banco Espírito Santo fue rescatado y desmantelado este mes. Otras partes del grupo Espírito Santo se han acogido a la ley de bancarrota ante acusaciones de fraude y problemas contables. Además de hacer caer la bolsa portuguesa, el acontecimiento ha socavado la confianza en el sector bancario europeo, dicen analistas. Representantes de Credit Suisse y Espírito Santo no quisieron comentar.
Los reguladores portugueses que investigan el desorden en Espírito Santo han identificado al menos cuatro vehículos de inversión en paraísos fiscales cuyos valores, en su mayoría acciones preferentes, fueron vendidos con la ayuda de Credit Suisse a clientes de Banco Espírito Santo, según personas cercanas a la investigación. Los reguladores recibieron quejas sobre los productos de clientes que no entendían lo que estaban comprando, y ahora quieren que el banco recompre los valores. Eso le provocó enormes pérdidas al banco.
Los vehículos usaron al menos parte de los ingresos de la venta de valores para comprar más deuda de Espírito Santo, según documentos de la empresa. Los reguladores sospechan que las ventas formaban parte de un esfuerzo para apuntalar el banco y otras empresas de Espírito Santo, dicen las fuentes.
Tres de los vehículos —llamados Top Renda, EuroAforro Investments y Poupança Plus Investments— estaban basados en la isla de Jersey, un paraíso fiscal en la costa norte de Francia. Credit Suisse se desempeñó como "organizador y operador" de esos vehículos, un rol que incluía no sólo suscribir valores pero también encargarse de necesidades administrativas y financieras, según documentos presentados a la Comisión de Servicios Financieros de Jersey. Un cuarto vehículo, EG Premium, se encuentra en las Islas Vírgenes Británicas, otro paraíso fiscal.
Personas al tanto de la investigación dicen que las cuatro entidades están controladas, al menos en parte, por la firma financiera suiza Eurofin Holding SA, en la que Espírito Santo tenía una participación hasta 2009 y que ha mantenido es-trechos vínculos de negocios con el derrumbado conglomerado. Los reguladores portugueses creen que Eurofin jugó un papel central en las finanzas de Espírito Santo y su ulterior colapso, según fuentes al tanto de la investigación.
Eurofin sostuvo la semana pasada que no vendió ni promocionó ningún producto de inversión a clientes de Espírito Santo y que nunca ha diseñado productos para clientes minoristas. La firma también negó haber tenido un rol central en la situación del grupo.
No se sabe con certeza quién es dueño de los vehículos de inversión. Representantes de la compañía fiduciaria registrada como custodio de las tres entidades de Jersey no respondieron a pedidos de comentarios.
Los vehículos invirtieron principalmente en deuda emitida por empresas de Espírito Santo, entre ellas el banco, su matriz con sede en Luxemburgo y una compañía de inversiones mineras y en infraestructura llamada Escom, de acuerdo con documentos de Eurofin a los que tuvo acceso The Wall Street Journal.
Poupança, por ejemplo, divulgó un total de 426 millones de euros (unos US$570 millones) en activos el año pasado, de los cuales 425 millones de euros eran inversiones en bonos a largo plazo emitidos por empresas de Espírito Santo, según sus informes financieros. Los balances de Top Renda y EuroAforro consisten de proporciones similares de deuda de Espírito Santo. EG Premium también era un gran comprador de bonos del grupo, según documentos del fondo.
Los informes anuales de los vehículos de Jersey, que han estado operando por más de una década, dicen que su "único propósito" es la emisión de acciones preferentes, que son una mezcla de deuda no garantizada y acción. Los reguladores portugueses creen que estaban diseñados para atraer a clientes minoristas con nombres como "ahorro" y "renta". Gerentes de sucursales bancarias les decían a los clientes que los productos eran tan seguros como depósitos pero con mejores retornos, dijo una fuente.
Credit Suisse tenía con Euro- Aforro y Top Renda acuerdos que datan de mediados de la década pasada para manejar la emisión de hasta US$2.500 millones de sus acciones preferentes y ha sido responsable de las ventas de acciones preferentes de Poupança, según documentos.
El gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, dijo en julio que Banco Espírito Santo tendría que recomprar algunos de los productos de clientes, lo que provocó 1.250 millones de euros en pérdidas que contribuyeron a su colapso. El banco fue rescatado este mes.