El campo anunció un plan de lucha y no descarta un paro
CRA y Federación Agraria se movilizarán el martes; la Rural y Coninagro no adhieren
Dos de las principales entidades ruralistas lanzaron ayer un plan de lucha en respuesta al aumento de las retenciones a las exportaciones de soja y contra la política agropecuaria del Gobierno, y no descartaron convocar a un paro -un cese de comercialización de carnes y granos- para más adelante.
Por lo pronto, el próximo martes Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Federación Agraria Argentina (FAA) realizarán concentraciones de productores en Bahía Blanca, Villa Constitución (Santa Fe) y una localidad de Entre Ríos todavía no confirmada. Según anunciaron, será la primera de una serie de protestas y acciones de difusión de los reclamos del sector.
Simultáneamente, ambas entidades buscarán retomar el diálogo con el Gobierno, al que el sector ya le hizo dos paros, uno en julio, contra las restricciones a las exportaciones de carne, y otro en diciembre, en reclamo por la intervención oficial en los mercados agropecuarios con el objetivo de controlar los precios. "Nosotros siempre dejamos la puerta abierta para el diálogo, pero la verdad es que hasta ahora eso no ha servido de mucho", se lamentó el presidente de CRA, Mario Llambías.
El dirigente, que anunció las protestas junto al vicepresidente 2° de la Federación Agraria, Ulises Forte, no descartó que, si no avanza el diálogo con la administración Kirchner, el sector termine convocando a un nuevo paro agropecuario. "Entendemos que dentro de un plan de lucha, ninguna acción gremial está descartada", sostuvo Llambías. Y Forte agregó: "Soy pesimista, no está en la esencia de este gobierno tratar de resolver algo".
Las protestas fueron anunciadas ayer luego de la reunión del consejo directivo del ruralismo confederado, donde las principales asociaciones regionales propusieron distintas alternativas para rechazar el reciente aumento del 4% a las retenciones a las exportaciones del complejo sojero. Con los fondos recaudados gracias a ese incremento, el Gobierno prevé subsidiar el consumo interno de los productos derivados del trigo, el maíz, el girasol y soja para evitar que el alza de los valores internacionales termine generando inflación fronteras adentro por las subas de los precios del pan, los fideos el pollo y la carne vacuna, entre otros.
De esos subsidios también deberían beneficiarse los productores, que podrían acceder a esa buena performance de los precios de los granos. Sin embargo, los dirigentes ruralistas no creen que el fondo compensador tenga un efecto inmediato y para muchos llegará tarde, cuando la mayor parte de la cosecha de trigo -el principal cultivo afectado- ya esté vendida.
"A este presidente hay que responderle estratégicamente porque es un hombre muy filoso. En cambio, el productor no está pendiente de la política ni mide las consecuencias. Este año, por ejemplo, todos los que hicieron soja invirtieron en fertilización como nunca y ahora, en respuesta, van a tener que pagar más impuestos", dijo un ruralista en los pasillos de CRA. Para el mismo dirigente, en un año electoral como éste, cuando "los votos duelen", sobrarán oportunidades para hacer un paro.
Durante la última huelga agropecuaria, el campo -uno de los pocos sectores empresariales que se anima a enfrentar abiertamente al Gobierno- mostró su fuerza: en los nueve días que duró la protesta prácticamente no se comercializó ganado y la venta de granos se redujo un 95%, según los productores. En contraposición, y en lo que asoma como un cierto distanciamiento entre las actitudes de las distintas entidades del sector, la Sociedad Rural Argentina (SRA) se pronunció en favor de una mesa grande de diálogo que incluya al Gobierno y en la que puedan abordarse los grandes lineamientos de una política agropecuaria nacional.
En la Rural y en Coninagro creen que, contrariamente a lo que perseguían, los anteriores paros sólo empeoraron la relación con el Gobierno y sólo produjeron nuevas represalias. "Hay que insistir para que el Gobierno nos atienda; somos el sector más dinámico de la economía argentina, tenemos derecho a que se debatan nuestros problemas. Hay que ver lo que pasó con la carne por no sentarnos a concertar; hoy tenemos un mercado de Liniers destrozado", afirmó Luciano Miguens, presidente de la Rural.
Consultado por LA NACION, el presidente de Coninagro, Fernando Gioino, evitó referirse al anuncio de CRA y FAA.
Moreno difunde elogios al Gobierno
- La oficina de prensa del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, viene difundiendo los elogios de diversos sectores que se beneficiarán con el subsidio proveniente de la soja. Ayer repartió el comunicado de apoyo de la industria molinera. Lo curioso es que lo publicó una hora antes de que lo hiciera la propia Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM). Anteayer, Moreno también había difundido declaraciones de respaldo de la industria avícola, pese a que no eran para la prensa, sino un mensaje dirigido al Gobierno. Según la FAIM, "la solución adoptada es positiva" y "asegura la estabilidad de los precios del pan, fideos, pan industrial y galletas".
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