El cambio en la audiencia hispana en EE.UU. enfrenta a Univision y Televisa
Un cambio radical en los gustos televisivos de la juventud hispana está poniendo a prueba el matrimonio de 24 años de Univision Communications Inc. con su proveedor de programación, el gigante de la televisión mexicana Grupo Televisa SAB, una relación que ayudó a cimentar el auge de los medios en español en Estados Unidos.
Seriamente preocupada por la gran caída de los índices de audiencia de su cadena insignia de TV en español, Univision ha estado presionando en los últimos meses al jefe de contenidos de Televisa, José “Pepe” Bastón, para que infunda a su programación, dominada por las telenovelas, un toque más estadounidense que permita atraer a los hispanos más jóvenes y los nacidos en EE.UU., dijeron personas familiarizadas con el asunto.
Hartos de la tibia respuesta de Televisa, el presidente ejecutivo de la junta de Univision, Haim Saban, y otros miembros del directorio, han llegado incluso a proponer la cancelación del contrato con Televisa o a recortar los pagos de Univision a la mitad, dijo una de esas personas. “Se ha puesto todo muy, muy denso”, dijo un ex ejecutivo de Univision.
Hay una gran cantidad de dinero en juego. El contrato de Univision con Televisa, que se extiende hasta 2030, implica el pago de más de US$300 millones al año. Estos desembolsos deberían aumentar en 2018.
Una reestructuración del acuerdo permitiría a Univision liberar recursos para invertir en otro tipo de programación, pero también podría aumentar la incertidumbre sobre la empresa en momentos en que se prepara para salir a bolsa.
La audiencia promedio en horario estelar de la cadena en español ha caído de 3,7 millones de televidentes hace cinco años a dos millones esta temporada, incluyendo una semana de reproducción de grabadoras DVR. Desde el año pasado, la audiencia en horario estelar ha caído 25%.
Además de suministrar la mayor parte de la programación de Univision, Televisa tiene una participación de 10% en la compañía, excluyendo garantías convertibles de suscripción de acciones. La junta de Univision, que incluye a ejecutivos de Televisa, ha debatido acaloradamente acerca de si va a hacer cambios en el acuerdo y cómo hacerlos, dicen personas cercanas al directorio.
En un comunicado, Saban dijo que el acuerdo es un “activo invaluable para Univision” y que la relación de esta con Televisa “nunca ha sido tan fuerte”. Dijo que “el hecho de que los socios de programación discutan formas de mejorar la programación no debería ser una sorpresa para nadie”.
Bastón, de Televisa, dijo que “estamos completamente alineados con Univision tanto en nuestro acuerdo de licencia como en nuestra visión compartida del futuro”. Una persona cercana a la junta dijo que no hay planes para cambiar o cancelar el acuerdo con Televisa.
En el panorama de la televisión de EE.UU., dominado por gigantes de los medios en inglés, Univision ha labrado una posición de alto perfil como fuente de noticias y entretenimiento para los hispanos.
Sin embargo, su buque insignia —la cadena en español Univisión— ha tenido problemas para adaptar su programación a los gustos de los espectadores más jóvenes. Casi 60% de los 55 millones de hispanos en EE.UU. pertenecen a la Generación del Milenio, con una cuarta parte del total entre las edades de 18 y 33 años, según el Pew Research Center. Según diversos estudios, los integrantes de la Generación del Milenio— que tienen menos probabilidades de ser inmigrantes— tienden a ver televisión en inglés y se sienten atraídos por programas con contenidos más atrevidos y un ritmo más rápido que las telenovelas tradicionales.
En un intento por atraer a un público más joven y multicultural, Univision está haciendo movimientos audaces para invertir en activos digitales, como Gawker Media. Esas adquisiciones, y las ganancias de audiencia en algunas de sus cadenas de TV más pequeñas, como Univision Deportes Network, han contribuido a aumentar el alcance global de Univision a un promedio de aproximadamente 83 millones de consumidores únicos mensuales, un aumento de 24% interanual, según la compañía.
Aun así, sus propietarios —un grupo de inversionistas de private equity entre los cuales están Saban, Madison Dearborn Partners, Providence Equity Partners, TPG Capital y Thomas H. Lee Partners— no han encontrado la manera de recuperar su inversión de 2007, una compra apalancada de US$13.700 millones que dejó a la empresa bajo una pila de deuda. Después de no encontrar compradores adecuados, el año pasado la empresa hizo las presentaciones para salir a bolsa, que se ha venido retrasando debido a que las acciones de los medios de comunicación en general han estado presionadas por las preocupaciones de los inversionistas respecto al aumento del número de personas que abandonan la TV de pago a cambio de los contenidos de internet o el streaming.
Univision y Televisa comparten una larga y polémica historia. En los años 60, la familia mexicana Azcárraga, que construyó Televisa, ayudó a lanzar en EE.UU. el negocio que con el tiempo se convirtió en Univision. En 1992, las empresas llegaron a un acuerdo que dio a Univision acceso exclusivo a contenidos de Televisa. Desde entonces, las empresas han chocado en varias ocasiones, incluso en los tribunales, con cada lado tratando de extraer de condiciones más favorables del pacto.
Hace tres años, el presidente ejecutivo de Univision, Randy Falco, encargó un estudio que halló que el estilo de las telenovelas de Televisa no resuena con la nueva generación de televidentes de Univision, dijeron personas familiarizadas con el tema. Cuando los ejecutivos de Univision presentaron los resultados del estudio a Televisa, los ejecutivos del gigante de la televisión mexicana desestimaron las preocupaciones, dijeron las personas.
En el último par de años, Falco viajó varias veces a las oficinas de Televisa en Ciudad de México para abogar por historias más contemporáneas con escenas rodadas en Miami o Los Ángeles. Los ejecutivos de Televisa, entre ellos Bastón, han argumentado que las malas mediciones de Univision son culpa de ésta por no haber sabido programar y promover mejor las telenovelas, dijeron las personas.
Los ejecutivos de Univision buscaron otros caminos. Saban se asoció con Simon Cowell, el creador de American Idol, para producir un reality show de competencia musical para internet llamado La Banda. A principios de este año, Univisión cerró un inusual acuerdo con Netflix para programar viejos episodios de dramas bilingües de éste, como Club de Cuervos y Narcos, en las cadenas de Univision, y para coproducir un drama de temas de narcotráfico llamado El Chapo. Univision está limitada para hacer cambios en su programación debido al acuerdo con Televisa.
Las dos compañías todavía pueden resolver sus diferencias. El año pasado extendieron su acuerdo hasta 2030 y acordaron solicitar la autorización de la Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. para que Televisa lleve su participación en Univision a 49% después de la salida a bolsa, una decisión que uniría el destino de ambas empresas de forma mucho más estrecha.
The Wall Street JournalTemas
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