El blanqueo disparó la demanda de obligaciones negociables e hizo caer los rendimientos en dólares
En las últimas semanas, el precio de las obligaciones negociables subió en promedio un 1,7% en moneda dura, lo que impactó en una baja de rendimientos; qué alternativas recomiendan los analistas
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El blanqueo de capitales disparó la demanda por las obligaciones negociables. Esta inversión, que suele recomendarse para los perfiles más conservadores por tratarse de un instrumento de renta fija, es una de las alternativas que habilitó el Ministerio de Economía para que aquellos que regularicen más de US$100.000 eviten pagar la alícuota del 5%.
En concreto, las obligaciones negociables son los bonos que emiten las empresas para financiarse. Al ser renta fija, se sabe de antemano cuándo será el vencimiento, qué cupón ofrece y cuáles serán las fechas de pago. Hasta hace unos meses, el rendimiento de algunas compañías rondaba el 9% en dólares. Pero el Régimen de Regularización de Activos atrajo a más compradores, el precio tendió al alza y los rendimientos, bajaron.
“Durante septiembre, las obligaciones negociables continuaron su tendencia alcista con subas promedio de 1,7% y parece ser el activo preferido de los inversores que blanquearon, naturalmente conservadores, dado que históricamente resignaron tasa al mantenerse en dólares físicos para reducir su exposición al riesgo argentino”, dijo a LA NACION el equipo de research de Adcap Grupo Financiero.
En el mismo sentido, apuntó Isabel Botta, product manager de Balanz, quien explicó que este aluvión en la demanda provocó un incremento en el precio de la deuda corporativa y, como consecuencia, una caída en la tasa de retorno. Por ejemplo, la obligación negociable de Telecom a 2031 (TLCMO), uno de los activos más elegidos desde que empezó a cotizar en agosto, pasó de tener un rendimiento cercano al 10% a un 8% actual.
Lo mismo sucedió con la ON de YPF a 2031 (YMCXO), otras de las inversiones más elegidas por aquellas personas que abrieron una Cuenta Especial de Regularización de Activos (CERA). Comenzó a cotizar a mediados de septiembre y, en tan solo dos semanas, su precio aumentó 2% en moneda dura. En el caso de la obligación negociable de Transportadora de Gas del Sur a 2031 (TSC3O), la cual se licitó en julio a una tasa del 8,5% anual, hoy cotiza con un rendimiento cercano al 7%.
“Este flujo creciente de capital en el mercado claramente comprime los rendimientos. Sin embargo, seguimos viendo que nuestros clientes eligen estos instrumentos para asegurar una tasa atractiva. Muchos de ellos buscan proteger su capital, que no solo no generaba rendimientos anteriormente, sino que, además, debido a la inflación en Estados Unidos, sufría pérdidas. Esto, sumado a los costos que puede generar mantener una caja de seguridad, hace que rendimientos cercanos al 8% sean sumamente atractivos para carteras conservadoras o moderadas”, agregó Botta.
Para la analista, las empresas que emiten deuda están aprovechando el excedente de liquidez en el mercado, lo que generó nuevas licitaciones. Sin ir más lejos, este miércoles Pampa Energía colocó una obligación negociable con tasa del 5,75% a pagar en 48 meses. Tan solo un mes atrás, la compañía energética había lanzado un bono corporativo con tasa de interés fija del 7,95% anual en moneda dura.
“Es una tasa más baja aún de la que se podría conseguir en el mercado externo. Esto es precisamente lo que queremos. La finalidad del blanqueo no es recaudatoria, sino reactivadora de la economía y de la inversión privada”, dijo al respecto el ministro de Economía, Luis Caputo.
¿Es una buena inversión?
Para Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, en el contexto actual las obligaciones negociables son una alternativa para los perfiles conservadores, porque pueden elegir bonos de empresas de “alta calidad” y con bajo riesgo de default. Sin embargo, dado que los retornos son moderados, agregó que el inversor tiene que tener en cuenta que un deterioro de las condiciones domésticas podrías ocasionar caídas en el precio de los activos.
Botta también cree que los rendimientos actuales siguen siendo atractivos. Pero, para los inversores más “audaces”, indicó que la cartera se puede complementar con bonos públicos para tomar un poco más de riesgo. Por ejemplo, los Bopreales tienen un rendimiento que ronda el 14% anual en dólares, mientras que los soberanos pueden alcanzar hasta el 20%.
La semana pasada, el Gobierno extendió la primera etapa del Régimen de Regularización de Activos hasta el próximo 31 de octubre, con una alícuota del 5% sobre el excedente de US$100.000. No obstante, para aquellos que quieran evitar el pago de la multa, el Ministerio de Economía habilitó la opción de poner el dinero a rendir en el mercado de capitales a través de bonos, obligaciones negociables, fondos comunes de inversión y acciones argentinas.
La condición es que las inversiones permanezcan en la Cuenta Especial de Regularización de Activos (CERA) hasta el 31 de diciembre de 2025. A partir del 2026, quien haya blanqueado podrá vender los activos y retirarlos sin pagar la multa del 5%.