El BID despidió a Mauricio Claver-Carone y se abre la carrera para elegir su sucesor
La Asamblea de Gobernadores del banco votó a favor de su desplazamiento debido al escándalo ético que evaporó su respaldo político entre los miembros del organismo
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WASHINGTON.- El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, fue despedido luego de un escándalo ético que evaporó todo su respaldo político y le puso punto final a su gestión al frente del banco regional cuando se habían cumplido apenas dos años de su mandato, una caída anticipada, inédita y abrupta que abre una nueva carrera para elegir a la persona que lo reemplazará y liderará el principal banco de desarrollo regional.
La Asamblea de Gobernadores del BID, donde están representados los 48 países miembros del banco –Estados Unidos, Canadá y América Latina, varios países europeos, Japón, Corea del Sur y China– votó a favor de poner punto final a la gestión de Claver-Carone, tal como había recomendado, la semana pasada, el board de directores, confirmaron a LA NACION fuentes en Washington. El BID confirmó la decisión, y dijo que la vicepresidente Ejecutiva, Reina Irene Mejía Chacón, asumirá la conducción del banco hasta la elección del nuevo presidente.
La caída de Claver-Carone le puso un punto final jamás visto en la historia del banco a una presidencia polémica, y a uno de los últimos vestigios del trumpismo sobre América latina. Claver-Carone había llegado a la presidencia del BID en octubre de 2020, impulsado por el entonces presidente norteamericano, Donald Trump. Su nominación y su elección, que dividió a la región y no contó con un respaldo unánime, habían sido muy controvertidas: además de ser un “halcón” con fuertes posturas ideológicas, fue el primer norteamericano en ocupar una silla que, por tradición, está reservada para América Latina. Claver-Carone llegó al BID con la promesa de reformar la institución, modernizarla y ampliar el capital, algo que nunca logró. Su caída se precipitó en siete días, pero comenzó mucho antes.
En marzo último, una denuncia anónima al board lo acusó de haber violado el código de ética del banco por haber tenido una relación íntima con su jefa de gabinete. El board contrató a la firma de abogados Davis Polk para que investigara las acusaciones. El lunes pasado, los directores recibieron el informe final del bufete de abogadas, en el que se detallaban evidencias de que Claver-Carone había mantenido esa relación con su colaboradora –ambos habían trabajado juntos en la Casa Blanca durante la presidencia de Trump antes de mudarse al BID– y le había aumentado más de un 40% su salario en su primer año en el banco, en medio de la pandemia. Cobraba US$420.000 por año libre de impuestos, según reveló El País.
“Bandeja de plata”
El informe sostuvo, además, que el jefe del BID no cooperó plenamente con la investigación y retuvo información, como correos electrónicos, algo que provocó profunda preocupación en el gobierno de Joe Biden. Con el apoyo de Estados Unidos y los principales países de la región, el Directorio Ejecutivo decidió por unanimidad recomendar su desplazamiento a la Asamblea de Gobernadores, que tomó este lunes la decisión final.
Luego de su desplazamiento, Claver-Carone volvió a negar todas las acusaciones en su contra y dijo que demandará al banco, indicó la agencia Reuters.
Claver-Carone siempre negó todo, dijo que las denuncias en su contra eran “falsas”, y estaban basadas en “información fabricada”, y que todo era una operación para desbancarlo orquestada por los países del BID que se oponían a su gestión. También acusó a la Casa Blanca de entregarle el banco a China en “bandeja de plata”.
“Apoyé y participé en esta investigación sin precedentes que, como era de esperar, no corrobora las acusaciones falsas y anónimas que se hicieron contra mí o el personal del BID en la prensa”, dijo el abogado de 47 años, antaño funcionario trumpista, en un comunicado difundido la semana pasada.
Un vocero del Departamento del Tesoro dijo que la investigación fue “exhaustiva, independiente y creíble”, y encontró “conductas indebidas” que violaron los principios y valores del BID.
“La negativa del presidente Claver-Carone a cooperar plenamente con la investigación y su creación de un clima de miedo a las represalias entre el personal y los países prestatarios ha perdido la confianza del personal y los accionistas del banco y requiere un cambio de liderazgo”, indicó el vocero la semana pasada, y adelantó el apoyo de Estados Unidos al desplazamiento del funcionario.
Confirmada la salida de Claver-Carone, el futuro del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dará un nuevo giro en las próximas semanas cuando se defina quién lo sucederá. En Washington se prevé que la silla retornará a América Latina, y no se descarta que, por primera vez, se elija a una mujer para liderar el banco. Los nombres que circularon poco después de la destitución en la capital norteamericana fueron los de la expresidente de Chile, Michelle Bachelet; la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, y la jefa de la Cepal, Alicia Bárcena. Pero la carrera recién comienza, y ninguna es favorita.
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