El Banco Central volvió a vender reservas y ya muestra un saldo negativo por sus intervenciones de mercado en febrero
Debió aportar unos US$60 millones para atender los pedidos de compra que habían superado los filtros oficiales
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El intento oficial por lograr un equilibrio entre oferta y demanda en el mercado cambiario oficial recortando por vía administrativa a esta última (podando vía AFIP la capacidad de compra autorizada a algunas empresas importadoras) ya demuestra no alcanzar para que el Banco Central (BCRA) deje de perder reservas por intervenciones. Quedó a la vista hoy, al cerrar el ente monetario con una nueva pérdida de US$60 millones y encadenar la tercera rueda consecutiva con saldo negativo (la cuarta del mes), con lo que acumula en la semana ventas por algo más de US$120 millones en la semana.
Esto no sólo le hizo consumir el colchón de US$101 millones que costosamente había acumulado por recompras hasta el último viernes, sino que pasó a mostrar un nuevo saldo negativo en lo que va del mes, de US$20 millones, que tiende a confirmar que febrero será el cuarto mes consecutivo de caída en la muy pobre tenencia de reservas netas que posee (unos US$1251 millones según el último dato extraíble del balance al 15 de febrero), tras los egresos que ella padeció por los mismos motivos en enero (US$136 millones), diciembre (US$475 millones) y noviembre (US$897 millones).
“A este ritmo no hay recálculo de AFIP o récord de la soja que aguante”, ironizó hoy el jefe de una mesa de dinero algo espantado porque el BCRA volvió a usar sus ventas para “marcarle” al mercado un ritmo de ajuste del dólar oficial menor al que se insinuaba en la jornada y “que no era nada extravagante”.
“El billete arrancó ofrecido a $107,30 para la venta, lo que suponía una suba de 11 centavos en línea con el ajuste de los últimos días. Pero con sus intervenciones lo reubicó a $107,28. Si vendió para lograr eso, resulta inentendible”, explicó.
Lo concreto es que esta vez al BCRA le tocó aportar el 18,5% de las divisas operadas en el mercado, en una jornada en la que el volumen volvió a expandirse y llegó a los US$331,6 millones (+32% respecto de la rueda previa), marcando el mayor nivel en 10 días.
Se trata de un aporte cada vez más gravoso dada la situación de extrema debilidad que muestran sus reservas netas, sólo sostenidas en terreno positivo por la tenencia de oro valuada en unos US$3675 millones por la tendencia alcista que muestra en el mercado internacional la cotización de ese metal, y teniendo en cuenta -además- que su posición líquida ya era negativa en US$2444 millones hace ocho días (último dato), según reportó el Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social.
Al 15/2, las reservas netas del BCRA se ubicaron en USD 1.231 millones: las reservas líquidas fueron negativas en USD 2.444 M y el oro totalizó USD 3.675 M. Las reservas totales llegaron a USD 37.281 M. pic.twitter.com/rgb0gpp4DY
— GERES (@Economiageres) February 18, 2022
Estos datos explican el ajuste que el Gobierno intentó aplicarle a la demanda importadora a comienzos de mes -como advirtiera oportunamente LA NACION- al recalcular AFIP sorpresivamente su Capacidad Económica Financiera (CEF) y también el apuro que ahora muestra por acelerar los pasos hacia un acuerdo formal con el FMI (tras dos años de mantener planchada esa posibilidad), sólo en procura de lograr la refinanciación de la cuota por casi US$3000 millones de la deuda con ese organismo que vence en un mes.
“El MULC encepadísimo sigue sin cerrar. Estamos rezándole a la cosecha gruesa y al acuerdo con el FMI. Pero sin correcciones de fondo, después, seguirá sin cerrar. Sin eso, es ganar tiempo y aflojar por un rato, para luego volver a apretar y volver a lo mismo”, observó el economista Gabriel Caamaño, de Estudio Ledesma, tras conocerse el dato de intervención del día.
El cambio de lado de mostrador al que se vio nuevamente obligado el BCRA, que venía de transitar 13 jornadas consecutivas entre saldos neutros o positivos, no sorprende al mercado.
“Venía mostrando en las primeras 15 ruedas del mes un ritmo promedio diario de compras de apenas US$6 millones, algo vinculado con el período de menor estacionalidad de la liquidación agrícola que, aunque está por encima de años anteriores (promedia en febrero US$ 139 millones por jornada contra los US$116 millones de enero) igual dificulta su margen de maniobra para acumular divisas. Pero se sabe que la última semana de cada mes suele ser la de mayor demanda”, había hecho notar recientemente en un informe Portfolio Personal Inversiones (PPI).
Allí precisamente destacan que esperan que esta dinámica del mercado se mantenga al menos hasta la segunda quincena de marzo, momento en que se comenzaría a notar “la entrada de la cosecha gruesa”, señalan.