El BCRA volvió a asistir al Gobierno pero agotó la posibilidad de seguir haciéndolo con ganancias
El pasado miércoles envió $17.712 millones más, con lo que el financiamiento al fisco por vía de la emisión monetaria ya superó el billón de pesos en lo que va del año.
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El Banco Central (BCRA) volvió a asistir al Gobierno el pasado miércoles: fue al girarle otros $17.712 millones en concepto de “utilidades”, un remanente con que agotó todas las ganancias acumuladas de los últimos ejercicios (alimentadas por la devaluación del peso) y disponibles para cumplir con esa tarea.
El dato cobraría importancia de no haber reeditado recientemente el Gobierno una maniobra a la que ya había apelado en 2009 para poder seguir contando con financiamiento por vía de la emisión monetaria.
Fue hace poco más de un mes cuando incorporó al presupuesto los US$4334 millones recibidos en Derechos Especiales de Giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI) para hacer frente con ese ingreso a los vencimientos del capital de la deuda que comenzaron en septiembre (Decreto 622/2021) y a la vez emitir Letras Intransferibles por un monto equivalente a 10 años de plazo que le “vendió” al ente monetario para hacerse a su vez de pesos con los que canceló parte de la deuda que tenía asumida mediante Adelantos Transitorios (AT -que estaba cerca del máximo autorizado-) y generar un nuevo cupo para seguir recibiendo asistencia por esa vía.
Es porque, en dicho caso, estarían llegando a los límites impuestos por ambas vías de asistencia autorizadas por la Carta Orgánica (CO) del BCRA, con lo que el Tesoro se vería obligado a buscar más recursos en el mercado o el Gobierno a incurrir en una nueva reforma a de la CO, un camino que evitan sabiendo que no haría más que incrementar la desconfianza hacia el peso.
“Con fuentes de financiamiento monetario ya al límite repitieron la maniobra del 2009: los DEG se venden por pesos y luego se recuperan con una Letra Intransferible para pagar a FMI. Es decir, con este pase de manos usan dos veces un recurso”, hizo notar en aquel entonces el economista Gabriel Caamaño, director del Estudio Ledesma.
Por lo pronto la novedad es que tras los 13 giros de “utilidades” meramente contables realizados en lo que va del año, por un total de $787.712 millones, el BCRA prácticamente “agotó la posibilidad de seguir asistiendo al Tesoro con ganancias”, explica el economista Juan Ignacio Paolicchi, de la consultora Empiria.
Para seguir contando con esa posibilidad en similar magnitud el año que viene, tendría que acelerar la depreciación del peso en lo que resta del año, algo que ayuda a alimentar las especulaciones en torno a un posible salto devaluatorio al estilo del verificado en enero del 2014, tras las próximas elecciones.
“Si se le suman los $75.000 millones netos que recibió al comenzar el mes en concepto de AT ($150.000 millones fueron el 1/10 pero la mitad fue cancelada el 7/10) la asistencia vía emisión ya acumula casi $100.000 millones. Lo más inquietante es que, tomando en cuenta la dinámica que tomó del déficit, es probable que el Gobierno pida alguna otra transferencia antes de fin de mes”, acota Paolicchi.
El BCRA vuelve a imprimir pesos para financiar al Tesoro. Esta vez, agotando todas las utilidades disponibles. En el mes ya acumula casi $100 mil millones y, dependiendo de la dinámica del déficit, es probable que recurra nuevamente a la emisión antes de fin de mes. pic.twitter.com/VYUiCnNcxd
— Juan Ignacio Paolicchi (@JuanPaolicchi) October 18, 2021
“Con ese giro completaron casi completamente los $790.285 millones disponibles en las utilidades que reportaban en el balance considerando los $522.558,4 millones obtenidos en el ejercicio 2020 y los remanentes de los anteriores. De esta manera la asistencia monetaria alcanza alcanza los $92.712 millones (0,2% del PBI) en el mes y ya supera el billón en el año ($1,05 billones o 2,4% del PBI)”, hicieron notar desde la consultora Delphos Invesment.
La sostenida emisión, en momentos en que la demanda de pesos no se recupera y la economía doméstica da muestras cada vez más concretas que ni siquiera absorbió la megaemisión del 2020, no hace más que acrecentar la desconfianza hacia la moneda nacional e impulsar las expectativas de inflación para el 2022 que se dispararon otros tres puntos en el último mes (según el Relevamiento de Expectativas de Mercado -REM- del BCRA) y ahora la ubican con un piso del 46%.
Mercado de cambios local en un gráfico
— Gabriel Caamaño (@GabCaamano) October 18, 2021
La brecha de la brecha (9%), la brecha clásica (79,2%) y la brecha total (96%), acá con el CCL AL30 (ppt) y GD30 (ppt)
Qué país necio, por ser educado. pic.twitter.com/qWuvObk8vN
“Más pesos es más brecha cambiaria y más brecha es mayor drenaje de dólares para el BCRA. A eso sumá el mayor impacto en inflación porque a medida que cerrás más el cepo los precios se empiezan a ajustar menos por el tipo de cambio oficial y mucho más por los dólares realmente accesibles”, alerta Paolicchi.
Por lo pronto, para un Gobierno que por horizonte sólo parece tener las elecciones parlamentarias, eso no supone un problema. Tal vez, porque quienes forman parte de él luego no sufren tanto los costos a que esta clase de políticas condena al resto de los tenedores de pesos.
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