El BCRA debió vender otros US$130 millones y lleva unos US$775 millones liquidados en lo que va del mes

El Banco Central (BCRA) inició la semana debiendo desprenderse de unos US$130 millones de sus menguantes reservas, con lo que no sólo liquidó en la rueda del día todos los dólares que dificultosamente había logrado recomprar la semana anterior sino que debió aportar unos US$40 millones más para atender los pedidos de compra que superaron los filtros oficiales.

De este modo ya sacrificó en intervenciones sobre el mercado unos US$775 millones en lo que va de julio pese a haber incrementado desde hace un mes las restricciones de acceso al mercado oficial para importadores y recortado nuevos canales de demanda minorista (al prohibir ventas financiadas en free shops, por caso) e ir elevando a la vez la velocidad de depreciación del peso para tratar de estimular la oferta de divisas.

Esto quiere decir, ni más ni menos, que ya dilapidó el 83% de las divisas adquiridas con forceps en la última semana de junio, cuando cerró el mercado a los importadores y pidió ayuda a los bancos oficiales para cumplir la meta trimestral de acumulación de reservas contemplada en el acuerdo con el FMI.

Ese objetivo lo cumplió pero, como queda a la vista, sin lograr cambiar la dinámica del mercado, lo que hace que el drenaje de reservas no se frene.

Desde la entidad que conduce Miguel Pesce insisten en señalar a las importaciones de energía como principal fuente del desbalance que sigue mostrando la plaza cambiaria oficial, aunque las medidas antes mencionadas precisamente se fundamentaron en un intento por equilibrarlo, para que el BCRA deje de perder reservas.

“Los pagos con ese destino superaron hoy los US$200 millones, lo que obligó a la asistencia del BCRA al mercado”, sostienen.

La explicación desde los números parece darla tanto una demanda sostenida de pagos cash con este propósito como un progresivo y sostenido recorte en la oferta de divisas, aunque la tesis de Pesce es que estas liquidaciones, antes concentradas en un trimestre, se estaban alargando en el tiempo.

Por lo pronto, los datos parecen mostrar que se inició la etapa en que comienza “frenarse la oferta de divisas”, como observa el analista y consultor financiero Gustavo Ber, algo que, de ser así, respondería al patrón de conducta histórico.

Su apreciación tiene anclaje en los datos. “Contabilizando junio y la primera semana de julio, las ventas de soja cayeron 32% con respecto al mes previo”, hizo notar coincidentemente hoy un informe de Criteria. Y aunque se presume que aún restan venderse 23,3 millones de toneladas de la última cosecha, lo cierto es que “los agricultores no encuentran incentivos para desprenderse de su refugio de valor”.

Esta realidad hizo correr hoy una versión: que el BCRA estaría analizando mecanismos que impulsen las liquidaciones del agro, algo que fue relativizado tras una consulta de LA NACION al respecto. “Siempre se conversa con Agricultura, pero no hay nada nuevo por ahora”, señalaron.

La venta del día muestra que el BCRA debió aportar a plaza más de la mitad de los módicos US$251 millones transados en la rueda (24% menos que en la primera rueda de la semana anterior) aunque convalidó un alza de $0,76 centavos en el precio del dólar mayorista que cerró a $128,71/128,91 por unidad para la compra y venta, respectivamente, lo que supone el aumento más elevado para un lunes en casi un mes.

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