El BCE y la caída del petróleo apuntalan a Europa
BRUSELAS—Para los economistas de la Unión Europea, el abaratamiento del petróleo y el estímulo provisto por el Banco Central Europeo (BCE) deberían ayudar a acelerar el crecimiento de la región este año. Sin embargo, al mismo tiempo expresaron dudas de que el dinamismo continúe una vez que tales efectos se diluyan.
Las proyecciones de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, revelan que las cicatrices que dejó la crisis de deuda de la zona euro, como el alto desempleo y el gran endeudamiento, tanto público como privado, los problemas de la banca y la debilidad de la inversión, probablemente afectarán a la región durante años. "La economía de la UE raramente se ha beneficiado de un conjunto de factores de apoyo fuertes", indicó Marco Buti, responsable de asuntos económicos de la Comisión Europea. "Pero, ¿podrá la economía generar una expansión sostenida y equilibrada una vez que los vientos a favor se desvanezcan? La respuesta no es evidente. El legado de la crisis se seguirá sintiendo durante años", sentenció.
Por ahora, la drástica caída en los precios del petróleo en los últimos 12 meses está dejando más dinero en los bolsillos de los consumidores. El plan del BCE para comprar cientos de miles de millones de euros en activos ha contribuido en muchas formas a apuntalar la economía. El euro se ha depreciado frente a otras divisas, lo que ha impulsado las exportaciones de la zona euro, mientas que las tasas de interés a largo plazo han bajado. El programa, asimismo, ha elevado las expectativas de inflación, que habían estado cayendo debido a las sombrías perspectivas de la economía. Además, las políticas de austeridad económica impuestas en la región han concluido, y ahora los déficits fiscales de la mayoría de los países de la UE se ciñen a las normas del bloque, dijo la CE.
Los economistas de la CE proyectan un alza de 1,5% del Producto Interno Bruto este año en los 19 países que conforman la zona euro, un alza frente a la estimación previa de 1,3%. La economía de los 28 países que integran la UE, a su vez, crecería 1,8%, frente a una previsión anterior de 1,7%. La CE mantuvo sin variaciones sus previsiones para el crecimiento del próximo año en 1,9% para la zona euro y 2,1% para la UE.
Las estimaciones divulgadas el martes también mostraron las suertes divergentes que corren los países que absorbieron la mayor parte del castigo durante la crisis de la deuda.
Las economías de España e Irlanda estarían entre las de crecimiento más acelerado del bloque, mientras que las proyecciones para la economía griega fueron reducidas en un momento en que el impasse entre el gobierno y los acreedores ha mermado la confianza.
La mayor parte del impulso en la región procede de Alemania, la mayor economía de Europa y la CE elevó las previsiones de crecimiento para ese país de 1,5% a 1,9%. El motor de la expansión germana será el consumo en un entorno caracterizado por el empleo, la inmigración y las bajas tasas de interés, dijo la entidad. Irlanda debería expandirse 3,6% este año, la tasa más rápida de la zona euro. La economía española crecería 2,8%. Grecia, en cambio, se expandiría 0,5%, una revisión a la baja significativa frente a una estimación previa de 2,5%.
El conflicto entre el gobierno griego y sus acreedores se ha prolongado durante meses y ha estremecido a los inversionistas y las empresas. Las difíciles condiciones de financiamiento y el aumento en los retrasos en los pagos del gobierno a sus proveedores también han provocado estragos, dijo la Comisión Europea.
Un crecimiento magro o nulo dificulta que Grecia alcance el significativo superávit fiscal primario, que no incluye el pago de intereses, que demandan los acreedores. A menos que la economía reanude pronto su crecimiento, el gobierno podría verse obligado a implementar nuevas medidas de austeridad para cumplir con las metas. Eso sería una medicina difícil de digerir para el gobierno de Syriza, un partido de izquierda que llegó al poder en enero con una plataforma antiausteridad. La CE, no obstante, sólo redujo su previsión de crecimiento de Grecia para 2016 de 3,6% a 2,9%. "Seguimos creyendo que existe una base genuina para un crecimiento importante en 2016, siempre y cuando las negociaciones se vuelvan a encarrilar", aseveró Pierre Moscovici, comisionado económico de la UE.
Las proyecciones sirven como un punto de partida para el análisis de la UE en los próximos meses sobre si los gobiernos deben realizar nuevos recortes de gastos o alzas de impuestos bajo el nuevo sistema de control fiscal del bloque.
Francia recibió buenas noticias luego de que estuviera bajo escrutinio por resistirse a poner en marcha medidas de austeridad para reducir su déficit fiscal a menos de 3% del PIB. La Comisión Europea estima que el déficit fiscal galo ascenderá a 3,8% del PIB este año, un descenso frente a una previsión anterior de 4,1% del PIB. La mejoría es el resultado de un crecimiento más vigoroso del previsto, no de medidas de austeridad adicionales enfatizó el organismo.
—Stelios Bouras contribuyó a este artículo.