El BCE da señales de una política más activa
Declaraciones de Mario Draghi impulsan una nueva caída del euro y la subida de los bonos y las bolsas
El euro se hundió el lunes a su nivel más bajo en 11 meses en medio de apuestas de los inversionistas de que el Banco Central Europeo mantendrá la debilidad de la moneda para estimular la anémica economía del continente.
Los pesimistas acerca del euro fueron alentados por el llamado del presidente del BCE, Mario Draghi, a impulsar el crecimiento durante el simposio de bancos centrales realizado en Jackson Hole, estado de Wyoming, el viernes. El euro perdió 0,4% el lunes para quedar en US$1,3192, su nivel más bajo desde septiembre de 2013. La moneda ha retrocedido 5,8% desde su máximo de este año registrado en mayo.
Los comentarios de Draghi también dispararon las acciones y los bonos a medida que los inversionistas apuestan a que un BCE más activo hará que fluya más dinero en ambos mercados.
Muchos inversionistas han realizado grandes apuestas a que el euro seguirá cayendo, aunque esa posición no ha sido muy acertada en los dos últimos años. Algunos incluso predicen que el BCE lanzará en su reunión de diciembre un plan para com-prar bonos, tal como lo hizo en su momento la Reserva Federal de EE.UU. Las compras de bonos debilitarían el euro al elevar el flujo de dinero y reducir los retornos en deuda denominada en la moneda común.
Las declaraciones de Draghi son percibidas como un punto de quiebre ya que instó a los gobiernos de la zona euro a asumir una postura más activa para alentar el crecimiento económico, y dio indicios de que el BCE estaba listo para hacer lo mismo.
El BCE ha sido por mucho tiempo el más cauteloso entre los principales bancos centrales del mundo, absteniéndose de comprar bonos y tomándose más tiempo que sus pares para reducir las tasas de interés de referencia.
El discurso del viernes marcó un giro de esa postura y un reconocimiento de que la frágil recuperación de Europa está en peli-gro, dijeron analistas.
Algunos inversionistas comparan el discurso de Draghi con otro que dio en julio de 2012, cuando prometió que haría "lo que fuera necesario" para salvar el euro. Su promesa ayudó a aliviar una crisis de deuda soberana y disparó dos años de racha alcista de la moneda.
Los inversionistas también están acumulando acciones europeas y bonos. Muchas compañías se beneficiarían de los es-fuerzos del BCE de reducir los costos de endeudamiento y una moneda más débil abarataría los productos manufacturados en la zona euro para compradores extranjeros.
En el mercado de deuda, el rendimiento del bono alemán a 10 años estaba muy por debajo del 1% y los retornos de deuda de otros países cayeron a medida que el mercado sospesó las probabilidades de un relajamiento. Los rendimientos caen cuando los precios suben.
La Fed está abandonando sus compras de bonos y se espera que suba su tasa de interés de referencia el próximo año, lo que haría al dólar más atractivo. Mientras tanto, la economía europea muestra señales de retroceso. Italia cayó en una recesión en el segundo trimestre y la inflación anual bajó a 0,4% en julio, muy por debajo de la meta del BCE de alrededor de 2%.
Los inversionistas que observan el empeoramiento del panorama económico han estado apostando en contra del euro desde mayo, con la idea de que el BCE se verá forzado a actuar. En su reunión de junio, el banco central introdujo tasas negativas sobre algunos depósitos. El discurso de Draghi en Jackson Hole sugirió que se vienen más medidas radicales.
Obviamente, Draghi "intenta preparar a los mercados para una mayor flexibilidad por parte del BCE en momentos en que tanto la inflación como la perspectiva de crecimiento se han deteriorado", dijo Eric Stein, codirector del equipo de renta global de Eaton Vance Management, que supervisa US$12.800 millones en activos. "Está totalmente tratando de debilitar el euro".
El BCE tiene un largo historial de decepcionar a los inversionistas con su postura conservadora. Será muy difícil vender a la clase política las compras de bonos e implementarlas tomará tiempo. Entretanto, el efecto de las palabras de Draghi podría disiparse a medida que el debate dentro del banco central se prolongue, dijo Axel Merk, director de inversiones de Merk Investments.
"El euro volverá a subir a medida que las personas se den cuenta de que lo que Draghi puede hacer para debilitarlo es limi-tado", dijo.
Otros señalan que Draghi ha definido claramente un cambio de curso, que pondrá una creciente presión sobre el euro. Muchos bancos, incluyendo BNP Paribas y Scotiabank, predicen que la moneda se cotizará en US$1,30 a fines de año.
"Draghi se desvió del libreto (del BCE)… y con su discurso consiguió bajar el euro", dijo Holger Sandte, jefe de analistas de Nordea.
The Wall Street Journal