El Banco Mundial dijo que la guerra en Ucrania frenará el crecimiento y elevará la inflación en América Latina
El organismo dijo que la región sufrirá un impacto por el conflicto desatado con la invasión de Rusia; la Argentina crecerá este año un 3,6%, y el año próximo un 2,5%, pronosticó
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WASHINGTON.- El Banco Mundial advirtió que la guerra en Ucrania frenará la recuperación a la pandemia del coronavirus y acelerará la inflación en América Latina, y dijo que el conflicto genera “gran incertidumbre” en un contexto de “deslucido crecimiento regional” maniatado por deficiencias estructurales, incapaz de morder la pobreza. La Argentina crecerá un 3,6% este año y un 2,5% en 2023, por encima de los pronósticos que el organismo multilateral dio en octubre del año anterior.
El Banco Mundial presentó sus últimas proyecciones para América Latina y el Caribe en un informe titulado “Consolidando la recuperación: Aprovechando las oportunidades del crecimiento verde”, en el que abogó a aprovechar las ventajas comparativas que tiene la región en energías renovables, y en las reservas de gas natural –una fuente de energía de “transición” más limpia que sirve para reemplazar combustibles fósiles más contaminantes– y de litio y cobre.
William Maloney, economista Jefe del Banco Mundial para América Latina, eludió una respuesta directa acerca del impacto que tendrá en la Argentina el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la inflación, al ser consultado en una conferencia de prensa virtual en Washington, pero indicó que la guerra en Ucrania aumentará las presiones inflacionarias y afectará el crecimiento para todos.
“La guerra en Ucrania va a aumentar las presiones inflacionarias y, como resultado, disminuirá el pronóstico de crecimiento para todo el mundo”, dijo Maloney, al responder consultas sobre la Argentina, sin brindar cifras concretas para el país.
El informe del Banco Mundial indicó que la inflación en la región “oscila en torno a 7%, suscitando el temor de que los contratos salariales incluyan cláusulas inflacionarias que deriven en una espiral de precios de difícil contención”. El organismo se preocupó por remarcar en su informe que la invasión de Rusia a Ucrania, que ya cumplió más de un mes, supone un freno para la recuperación regional y también genera gran incertidumbre.
“El deslucido crecimiento regional previsto para 2022 (2,3 por%) es prácticamente idéntico a la tasa de 2,2% de la década de 2010, es decir, muy por debajo del promedio de 3,1% en las otras regiones del globo”, indicó el organismo.
“Las subas en el precio del gas y petróleo, metales y granos podrían tener un incipiente impacto positivo en aquellas economías de América Latina y el Caribe que tradicionalmente exportan estos productos, si bien el efecto general dependerá de las expectativas sobre la naturaleza transitoria de la suba de los precios de los productos primarios, así como de su volatilidad. En el caso de los importadores netos, una suba en el precio de los alimentos agravará la pobreza, mientras que una suba en el precio de los combustibles y los insumos significará un shock estanflacionario que acelerará la inflación y reducirá la producción”, describió el informe.
El banco estimó que el efecto neto del conflicto es que probablemente “frene aún más la recuperación de América Latina y el Caribe”, de un 2,7% proyectado a principios de este año a un 2,3% tras la invasión.
El organismo indicó en su trabajo que, si bien un aumento en los precios de los productos primarios en general favorece a la región, es probable que el efecto neto sea contractivo: el alza en el precio del petróleo castiga al Caribe y a aquellos países que no exportan petróleo y a los importadores de gas, como la Argentina; y “la persistente sequía que afecta a la Argentina, Paraguay y Uruguay limita la respuesta en términos de producción frente al alza en el precio de los granos y su impacto inflacionario”.
El informe también señaló que las restricciones al comercio con Rusia significan la aparición de canales inesperados a través de los cuales la región se verá afectada. Brasil obtiene buena parte de sus fertilizantes de Rusia. Y algunos fabricantes importantes, como Embraer, “están perdiendo mercados de gran dimensión porque deben suspender las exportaciones y la asistencia técnica al sector aéreo ruso”. El alza en el precio del maíz forrajero afectará negativamente al sector ganadero. Y para Ecuador, Rusia es un importante mercado de exportación.