El Banco Central redefine de apuro la política de encajes
Las cajas de crédito pueden seguir computándolos como hasta ahora
El Banco Central (BCRA) prorrogó de manera transitoria los criterios vigentes para el cómputo de encajes prudenciales que los bancos están obligados a realizar, en un intento de evitar que la aplicación del régimen contemplado en su nueva carta orgánica provoque un cimbronazo en la plaza local.
La normativa en tránsito hacia el nuevo sistema, que le quitaría al sistema el manejo de unos $ 20.000 millones de aplicarse tal como fue diseñada, quedó a la vista el viernes, cuando el BCRA dio a conocer una resolución de urgencia para evitar el riesgo de una crisis de liquidez en algunas entidades o un abrupto salto en las tasas de interés.
Se trata de la comunicación "A" 5299, por la que permite que las Cajas de Crédito cooperativas (sólo funcionan dos en el sistema local) puedan seguir integrando los encajes en pesos como hasta ahora, es decir, computando para realizar el cálculo el dinero que tengan en sus propias cajas o en tránsito, además del que tienen depositado en el propio BCRA.
Pero en el sistema esperan que hoy o mañana se conozca una nueva circular en términos similares que abarque al resto de las entidades para facilitar el tránsito hacia el nuevo sistema.
Es que, según lo dispuesto en el artículo 13 de la ley 26.739 de reforma a la carta orgánica (modifica el artículo 28 de la anterior), "la integración de los requisitos de reservas no podrá constituirse sino en depósitos a la vista en el BCRA, en moneda nacional o en cuenta de divisas, según se trate de pasivos de las entidades financieras denominados en moneda nacional o extranjera, respectivamente".
Haciendo equilibrio
De aplicarse taxativamente esa norma, los bancos quedarían de golpe privados de manejar unos $ 20.000 millones, lo que generaría complicaciones para su operatoria diaria, además de un fuerte salto en las tasas.
Hasta ahora los criterios para el cómputo de los encajes (el dinero que deben mantener inmovilizado) eran más laxos para favorecer la liquidez. Pero como el objetivo oficial es ahora generar un sistema de incentivos y castigos legales para tratar de determinar los usos que los bancos deben dar a esas disponibilidades, se espera que las autoridades den a conocer un régimen de progresiva adaptación.
De hecho, según pudo reconstruir LA NACION, la presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, ya instruyó a sus colaboradores para armar una serie de reuniones de trabajo en los próximos días con las distintas asociaciones de bancos para comunicarles los nuevos criterios a utilizar de ahora en más (habrá encajes diferenciales según el destino que cada banco dé a su liquidez) y consensuar un esquema de transición hacia el nuevo sistema.
Pero la situación en que operan este tipo de entidades obligó a generar esta normativa de apuro, que se generalizaría a otras en los próximos días para evitar posibles inconvenientes.
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