El bajón internacional podría impactar a las firmas de EE.UU.
Europa es un desastre. China es decepcionante. Por lo tanto, los inversionistas estarán atentos a posibles señales de daño colateral en la economía de Estados Unidos cuando las empresas presenten sus resultados trimestrales en las próximas semanas.
El informe del viernes sobre el consumo, que no registró cambios en mayo, fue la señal más reciente de que los compradores, al igual que muchos presidentes ejecutivos, se mantienen cautos. La consultora económica Macroeconomic Advisers informó que sus analistas redujeron la proyección de crecimiento de EE.UU. en 2012 del 2,4% previsto hace dos meses a 2,1%. En 2011, la expansión fue de 1,6%.
"La visibilidad macroeconómica es más pobre de lo que jamás he visto", señala John Stroup, presidente ejecutivo de Belden Inc., un fabricante de cables eléctricos. Pese a que el mercado estadounidense ha permanecido sólido para la empresa, es renuente a añadir personal o capacidad. "No queremos adelantarnos demasiado", dice Stroup.
A pesar de la recesión en gran parte de Europa y la desaceleración en China, las firmas de Wall Street han rebajado sus pronósticos de ganancias sólo de forma moderada. La predicción de las ganancias operativas por acción de las empresas del Standard & Poor’s 500 para 2012 es de US$104,55, según FactSet, 0,8% menos que hace tres meses.
Ed Yardeni, analista económico, dijo que los pronósticos probablemente caerán más luego de que las compañías reporten los resultados del segundo trimestre y revisen sus previsiones. El economista proyecta utilidades de US$102 este año para las empresas del S&P 500. De ser así, el crecimiento de las ganancias sería de apenas 5% este año, después de alzas de 14% en 2011 y 39% en 2010, cuando la economía salía de una profunda recesión.
"Si hay decepciones (en los informes de ganancias en las próximas semanas), estoy seguro que la mayoría prevendrá de Europa", afirma Yardeni.
Scott Davis, analista de empresas industriales de Barclays Capital, dice que los riesgos han aumentado, incluyendo el peligro de que "Europa caiga más en recesión y China no se recupere" pronto. Estos acontecimientos debilitarían aún más la economía estadounidense, advierte.
El crecimiento económico de China se ha desacelerado a cerca de 8% frente a las tasas de dos dígitos de los últimos años. Davis asegura que podría pasar un año antes que la economía china vuelva a ganar tracción.
Aparte de una demanda más débil en Europa, otro factor que está golpeando a las empresas estadounidenses es el descenso del euro, que reduce el valor en dólares de las ganancias en el Viejo Continente. Las proyecciones ya han caído de forma pronunciada para las empresas que dependen en gran medida de Europa, como General Motors Co. y Ford Motor Co.
En general, las estimaciones de las ganancias de compañías del S&P 500 en el segundo trimestre son 3% menores que tres meses atrás, según FactSet. Las previsiones para Ford y GM han sido rebajadas en más de 25%. Hasta el viernes, el consenso para GM era de una caída interanual de 45% en la utilidad del segundo trimestre. Ford advirtió el jueves que prevé registrar en el período una ganancia operativa, antes de impuestos "sustancialmente menor", en gran parte debido a mayores pérdidas fuera de América del Norte. Morgan Stanley proyecta un descenso de 65% en la ganancia por acción de Ford en el segundo trimestre.
Hasta el momento, 74 empresas pertenecientes al S&P 500 han reducido sus previsiones para el segundo trimestre, mientras que 28 las han elevado.
Los menores costos de la energía y las materias primas están ayudando a las empresas a reducir sus gastos. Eso, no obstante, es contrarrestado por la debilidad de Europa y la apreciación del dólar, sostiene Yardeni. Dados los decepcionantes desempeños económicos de Europa, China e India, "las ganancias se han mantenido increíblemente bien", en gran parte gra-cias a la resistencia de la economía estadounidense, afirma.
Por ahora, los pedidos permanecen "bastante fuertes", dice Jim Dicke III, presidente de Crown Equipment Corp., que fabrica cargadores y factura cerca de US$2.100 millones al año. Pero, aclaró, "no estoy seguro de que sea una situación sostenible". Teme que la incertidumbre en torno a la crisis financiera europea y las elecciones en EE.UU., entre otros factores, podrían desalentar el gasto en maquinaria.
David Haffner, presidente ejecutivo de Leggett & Platt Inc., fabricante de partes para muebles, autos y otros productos, asevera que la empresa seguirá siendo rentable en los trimestres venideros. "Hemos visto una demanda significativamente más débil en Europa que en Norteamérica", dice. En el último trimestre, los clientes europeos empezaron a reducir los pedi-dos, señala. En respuesta, Leggett ha cerrado algunas de sus plantas en Europa. En América del Norte, no obstante, el negocio ha mejorado en el último año y permanece fuerte, dice Haffner, ya que los estadouni¬denses han vuelto a hacer compras grandes como autos y muebles.
The Wall Street Journal