El bajo volumen de operaciones agita las aguas
El repliegue de los inversionistas amplía las fluctuaciones en las acciones y los bonos
Detrás del reciente zigzagueo en los precios de las acciones y los bonos hay una verdad más mundana: los volúmenes de negociación se han desplomado, llevando a algunos mercados casi a la parálisis.
Incluso en los mercados de bonos europeos, donde la crisis es más grave, el número de transacciones se ha reducido. Los operadores dicen que los inversionistas son renuentes a asumir riesgos en anticipación a las elecciones en Grecia.
La magra victoria del partido conservador Nueva Democracia, que reduce en lo inmediato el peligro de que Grecia salga de la zona euro, aclaró poco el panorama para los inversionistas.
"¿A dónde vamos ahora? Sospecho que tendremos unos días de incertidumbre intensificada. No creo que sea tan favorable para los activos riesgosos... como sugeriría la victoria de Nueva Democracia", dice Paul Robinson, director global de investigación de divisas de Barclays en Londres.
En algunos aspectos, un menor volumen puede hacer que la crisis se vea peor, señalan operadores, al transformar resultados políticos en economías como las de España y Grecia en potenciales tormentas para los inversionistas alrededor del mundo.
Esto se debe a que al haber menos instituciones, individuos, bancos y especuladores negociando, el impacto de cada transacción se amplifica y los movimientos de los precios suelen ser más irregulares. Algunos observadores indican que eso es parte de lo que ha sucedido en las últimas semanas en los mercados de bonos de Europa, donde volúmenes relativamente pequeños de negociaciones han generado grandes saltos en los rendimientos de la deuda soberana.
"El mercado reacciona de manera más violenta a cualquier tipo de noticias", señala Fidelio Tata, director de estrategia de tasas de interés en Estados Unidos en Société Générale en Nueva York.
La semana pasada, los retornos de los bonos españoles subieron el jueves marcadamente a un récord de 6,952%. Los títulos terminaron la semana en 6,923%, según Tradeweb. Los rendimientos de los bonos italianos también fluctuaron ampliamente en la semana, con un máximo de 6,304% el martes, antes de cerrar el viernes a 5,952%.
Aunque hay poca información pública disponible sobre la negociación de bonos gubernamentales de Europa, una medida muestra que la liquidez está atravesando un descenso pronunciado. Este parámetro es conocido como bid-ask spread. Hace un seguimiento del diferencial entre lo que los compradores están dispuestos a pagar y el precio que los vendedores están dispuestos a aceptar. Entre más amplia sea la brecha, hay menos liquidez en el mercado.
A comienzos de la semana pasado, los bid-ask spreads de los bonos soberanos de España e Italia alcanzaron algunos de los niveles más amplios en el año, según Tradeweb. El martes, el diferencial en el título español a 10 años llegó a casi 0,12 puntos porcentuales.
Los spreads actuales son mucho más amplios que las partes con mayor liquidez del mercado de bonos de Europa. Por ejemplo, el bid-ask spread sobre los bonos alemanes a 10 años es menos de 0,01 puntos porcentuales.
Y la demanda de negociación parece seguir concentrada en refugios seguros como Alemania. De acuerdo con EPFR, proveedor de datos sobre fondos de inversión, sobre una base neta, todos los fondos de bonos concentrados en países y regiones de Europa registraron la semana pasada salidas de dinero, con una gran excepción: los bonos alemanes atrajeron US$368 millones.
Por ahora, el principal motivo que mantiene a los inversionistas al margen es una falta de confianza en su propia habilidad de hacer apuestas inteligentes sobre riñas políticas.