El auge bursátil causa estragos en los portafolios de fondos pesimistas
El mercado bursátil de Estados Unidos está en su nivel más alto de la historia. Las acciones de empresas tecnológicas se han disparado, entre ellas las de Twitter, LinkedIn y Facebook. Incluso los inversionistas individuales que dudaron de la sostenibilidad del auge están poniendo su dinero en el mercado.
Los únicos que están frunciendo el ceño son los inversionistas especializados en apostar a la caída de las acciones, o lo que se conoce en la jerga financiera como venta al descubierto, una táctica en la que piden prestadas acciones de una empresa que creen que va a caer, las venden y esperan a que los títulos caigan para comprarlos más barato. Luego, las devuelven y se quedan con la diferencia como ganancia.
Los fondos de cobertura dedicados a esta actividad registran un descenso de casi 15% desde principios del año hasta fines de octubre, según la firma de mercado HFR.
La semana pasada, sin ir más lejos, fue para el olvido para este tipo de inversionistas. El Promedio Industrial Dow Jones registró su séptima alza semanal consecutiva, cerrando en 16.064,77 puntos. El índice S&P 500, que agrupa a las principales empresas estadounidenses, batió una nueva marca el viernes al cerrar por encima de las 1.800 unidades por primera vez.
Hay pocos inversionistas que apuestan en contra de las acciones. Uno de ellos es James Chanos, que dirige Kynikos Associates, un fondo de cobertura que hace apuestas en corto, pero sólo hay otras 24 firmas que hacen lo mismo, según HFR. En general, estos fondos gestionan cerca de US$6.300 millones, frente a un máximo de US$7.800 millones en 2008.
Sin embargo, muchos otros inversionistas apuestan a la baja de las acciones como parte de su estrategia general de inversión. Hay cerca de 3.700 fondos de cobertura que invierten en acciones tanto al alza como a la baja, gestionando un total de US$686.000 millones. Recientemente, estos operadores han ajustado considerablemente sus estrategias para exprimir retornos al mercado durante el auge o tan sólo para mantener el ritmo.
"Los fondos dedicados a las ventas al descubierto están cerrando y otros están apostando al alza de las acciones", dice Alan Fournier, quien dirige Pennant Capital Management, un fondo que gestiona US$6.500 millones comprando y apostando a la subida y la baja de las acciones. En lo que va del año, el fondo ha ganado más de 10%, según los inversionistas.
Algunos fondos que apuestan a la baja están cerrando sus posiciones más rápido de lo normal cuando sus inversiones pasan al terreno negativo, en un intento por limitar sus pérdidas. Otros están reduciendo sus apuestas contra el mercado en general, para evitar desangrarse aún más si el auge continúa.
Algunos de estos inversionistas siguen siendo pesimistas sobre compañías específicas. Otros, por su parte, están apostando contra las acciones de mercados emergentes y ciertas áreas de debilidad en EE.UU.
En los últimos días, Fournier ha evitado usar futuros, opciones sobre acciones u otros instrumentos para apostar en contra del mercado estadounidense. El gestor utilizó algunos de estos instrumentos en junio, pero se deshizo de ellos cuando vio señales de que el mercado seguiría al alza.
Algunos escépticos advierten señales de que su suerte podría estar por cambiar, citando la caída de 37% del fabricante de autos eléctricos Tesla Motors desde principios de octubre como un indicio de que algunas acciones que parecen costosas en relación a sus ganancias finalmente están aterrizando.
No obstante, otros gestores de dinero que han hecho varias apuestas en corto aseguran que el mercado podría seguir subiendo durante varios meses ya que la rentabilidad de los bonos seguirá siendo baja y la Reserva Federal prometió mantener las tasas de interés bajas durante un período prolongado.
John Burbank, quien dirige Passport Capital en San Francisco, que administra US$3.000 millones y registra un alza de 18% este año, asegura que las acciones estadounidenses no son costosas en relación a los bonos corporativos y del gobierno, los cuales están en una "burbuja". Argumenta que las empresas están haciendo un mejor trabajo a la hora de asignar capital y regresarlo a los inversionistas.
Burbank ha apostado en contra de las acciones de mercados emergentes, las cuales han tenido un desempeño débil durante el último año. Passport está comprando acciones de fondos que cotizan en bolsa a los que les irá bien si las empresas de mercados emergentes pasan apuros. El fondo de cobertura también apuesta a la caída de las acciones de metalúrgicas, siderúrgicas y otras compañías que se verían afectadas si el crecimiento de China u otros mercados emergentes se desacelera.
Burbank también está apostando contra acciones de "tecnológicas viejas" que podrían ser golpeadas por la nueva ola de empresas del sector. El gestor cree que acciones como las de IBM, Cisco Systems y Hewlett-Packard, por ejemplo, son vulnerables.
Aunque el portafolio general de Passport está posicionado para beneficiarse de una continua alza del mercado, Burbank ha realizado algunas apuestas a la baja. Estas se han abaratado a medida que el mercado ha subido, al igual que los instrumentos que aumentarían de valor si crece la volatilidad del mercado. Al inversionista le preocupa que los bancos no tengan un papel tan preponderante en los mercados como antes. Su temor es que el anuncio de malas noticias podría desatar una caída repentina y profunda del mercado.
Muchos pesimistas bursátiles aseguran que aún no han tirado la toalla y agregan que el mercado experimentará una corrección importante cuando la Fed comience a reducir sus políticas de estímulo. Muchos economistas y analistas estiman que el banco central estadounidense comenzará a recortar su programa de compra de bonos el próximo año.
Por ahora, sin embargo, estos inversionistas no la están pasando bien, confiesa Chanos, de Kynikos, quien sigue de todos modos aferrado a su estrategia.
"Intentamos, como siempre, vender al descubierto las acciones que van a caer", señala. "Eso ha resultado ser un poco difícil".
The Wall Street Journal